lunes, 1 de diciembre de 2008
Texto Crítico: ¿Qué era urgente?
En el 41 Salón "Nacional" de Artistas
Por. Victor Hugo
Pasar a una mirada un poco más escrutadora del lo regional, desde los ejes curatoriales propuesto por los curadores nacionales (Oscar Muñoz, Wilson Díaz, Bernardo Ortíz, José Horacio Martinez y Victoria Noorthoorn), es necesario preguntarse por la capacidad que tiene el arte de representar, no sólo la región imaginada sino el propio discurso visual que generan como propuesta plástica cada una de las obras que se encuentran en las diferentes Salas del 41 SNA de Cali.
De otro lado, es importante observar lo regional dentro de lo nacional, en ese cruce de complejidades con que los distintos Proyectos de Investigación Curatorial abordaron cada una de las zonas del país. Entramado, difícil de asumir, dado que hablamos lenguajes y cosmovisiones diferentes, tenemos posturas conceptuales disimiles y, por supuesto, estamos en unas bioregiones configuradas por fuerzas perceptivas distintas y variables exógenas que han ido modelando el quehacer de los artistas colombianos.
Sin embargo, estamos allí, nosotros, los creadores, que nos dejamos sobresaltar por callejones, avenidas y parques vacios; al tiempo, que la espesas y sinuosas geografías que nos atraviesan, se confiesa y son el testimonio de muchas voces que hoy constituyen las historias o microhistorias locales; a su vez, esas palabras, diálogos y gritos que continuamente escuchamos en los meridianos de la piel, conforman sus propio manifiestos, que en cada momento se expresan en acciones de sinergia o resistencia que los ciudadanos anónimos, sin el show de lo mediático -como el fracaso de la marcha del pasado viernes que vimos en vivo y en directo por los mass media -, que producen frente a sus realidades. En medio de todo estamos nosotros, como espectadores o participes de una sociedad que, cada día es más fracturada por un centro, el mismo que sistemáticamente ha aniquilado, en los últimos 50 años, cualquier propuesta marginal. Mientras que, hoy le sonríe y cohonesta, ante la descentración de su propio eje, que se tomo paulatinamente el poder.
Hoy el centro, tiene dos ejes, dos fuerzas en disputas -La Bogotana y la paisa; pero la de Antioquia, está en el poder, la misma que hace alianzas burocráticas con los sectores conservadores y los terratenientes del país-; en esa multiplicidad de tensiones, que mediamente le sirve para mantener cierto espejismo de equilibrio; porque sino simplemente lo resuelven cualquier brote de inconformidad o discursos sospechoso, a punta de E+E=M(n) (Ejecuciones extrajudiciales elevada a la enésima potencia); también, usan el viejo truco, no de las cortinas de humo sino la de los tornados de información, de maniobras política, de compra de votos y curules, de movilizaciones orquestadas por sus medios de información, de fabricación de pruebas, declaratoria de estado de conmoción interna y cuanto mecanismos se le ocurra a los asesores de Uribe. En medio de este escenario político que algunos soportan y, muchos padecen. Es ahí donde están enclavadas las realidades de la sociedad colombiana, de todos, de sus creadores.
Mientras, que la curaduría nacional, nos intenta hablar de la imagen en cuestión, la cuestión es que la construcción de imágenes no pasa por esa refinada y “manierista” forma de entender lo contemporáneo, de pensar un país ni el Salón, que se supone refleja en algo a la nación. En este bello y elaboradísimo discurso conceptual, con que plantean la participación de artistas invitados –los internacionales y alguno que otro nacional-, todos ellos, por cierto, importantísimos, pero: ¿Qué tiene que ver eso con el Salón Nacional? ¿Por qué no abordamos ni discutimos lo nacional? ¿Qué paso?
Hay que señalar, que es muy importante, que en el marco del Salón podamos observar multuplicidad de propuestas, pero más que ello, era poder conversar con los artistas internacionales que las traían. Eso si era importante.
Pero escasos artistas internacionales estuvieron en Cali, y los que nos enteramos sólo los vimos pasar como anónimos o espectros, con mucha urgencia, por los pasillos del Colegio de la Sagrada Familia.
¿Para qué fueron a Cali los invitados, porque ni los organizadores, Proartes, ni los curadores nacionales, nos posibilitaron eventos para el encuentro y la discusión con este selecto e importantísimo grupo de artista internacionales y nacionales que nos dan cuenta en las obras que expusieron, seguramente, del estado del arte en otros escenarios? ¿A qué fueron? Pero, eso sí es muy importante, que conozcan y disfruten de nuestro país, claro que sí, felicitaciones.
Es más, realmente, es una vergüenza que no se produjeran eventos académicos, que nos permitieran a los creadores colombianos abordar cada una de nuestras preocupaciones o aunque sea realizar propuestas. Qué vergüenza, que estuvimos en Cali, y una semana después de la partida de muchos de los artistas, comenzaran los eventos académicos, que eso era a lo que íbamos la gran mayoría. Inexplicable, por demoledoramente cierto.
¿Qué era lo urgente en Cali? Montar nuestras obras y vernos partir, eso era lo urgente en Cali. Además, que les dejáramos los espacios desiertos para que las señoras, señorita y damas de la sociedad colombiana, “la gente de bien”, de apellido y abolengo conservador, tal vez, algunos galeristas, algunos críticos a los que se le pagan los pasajes y se le compra la reseña que aparecerá posteriormente en los grandes periódicos y, muchos pero muchos yupis, puedan pasearse por las salas del Colegio de la Sagrada Familia, sin la presencia molesta, irreverente e iconoclasta de algún artista que haya venido de las regiones del país. Tal vez, eso era lo urgente en Cali. Aún no sabemos qué era lo urgente en Cali, como si no fuera urgente discutir sobre el estado del arte en nuestro país. ¡Qué lástima!
No obstante, tenemos que continuar con la pregunta original: ¿Cuál es la capacidad de representación que tienen los creadores colombianos con respecto a sus regiones y al país? ¿Desde dónde habla el arte regional? De tal manera, que como no hubo oportunidad de hacerlo, ni siquiera de manera urgente, durante el 41 Salón Nacional de Artistas, seguiremos reflexionando al respecto y continuaremos desde el blog de artistaszonaoriente abordando críticamente lo que paso, porque recién aún estamos comenzando a disponernos en una actitud crítica frente al evento.
Fotografía: ©Hugsh, 2008, Cali urgente.
Al ver la pregunta formulada aquí: ¿qué era tan urgete?, la verdad se me esbozó una risita conciente. La urgencia parece ser un estado de concienca alterado, una pre-disposición de ser colombiano. Ud le pregunta a algún colombiano para donde va y lo conprueba facilmente: le responderán qe no se sabe muy bien, pero que siempre se va de prisa, lo cual es lo mismo que decir ir con urgencia.
ResponderEliminarLa urgencia en arte, o por lo menos el arte en Colombia, no tiene que ser diferente: no se sabe para donde va, pero se lleva siempre mucha prisa. En la región mal llamada por Victor, ecoregión, las urgencias son muchas, algunas de ellas, las más surrealistas, corsponden a amantes imaginados y a telefonos celulares explosivos; otras urgencias escarban aburridamente en metáforas desgastadas queriendo en todos los casos convertirsen en amalgama de buena idea artística que, a mi parecer, nada tiene que ver con inclusiones a ideas de región o incluso identidades ambiguas de nación frente a miradas internacionales. Me refiero a que lo único diferente en el salón nacional-con minúscula- es que se hizo en Cali, y que contó con las regiones como soporte o colchón saludable pra ver , como siempre, pasar las urgencias de otras artes y otras realidades- para ellos- del circuito. Yo me pregunté cuando me tocó el turno de curador para qué diablos participaciones de artistas interncionales y me respondí cuando me tocó el turno de ser artista participante, para contextalizar las miradas. En ambos casos veo que la urgencia siguió los caminos diversos inevitables,sin saber con intuición para donde ir, o qué mirar, pero eso sí, tanto la mirada como el paso se dieron con urgencia clínica.
Ayer le volví a pregunntar a un ciudadano colombiano qué significaba ser colombiano y me dijo que estar angustiado de tanta piramide de urgencia, con lo que me permití pensar que las cosas, luego de un evento artístico, en realidad, no cambian mucho ni transforman el ritual del cansancio.
O. Salamanca
Ecoregión: Se entiende por Ecoregión todo territorio geográficamente definido, en el que dominan determinadas condiciones geomorfológicas y climáticas relativamente uniformes o recurrentes, caracterizado por una fisonomía vegetal de comunidades naturales y seminatural, que comparten un grupo considerable de especies dominantes, una dinámica y condiciones ecológicas generales, y cuyas interacciones son indispensables para su persistencia a largo plazo.
ResponderEliminarasi se habla jefecito !!!¿que es lo urgente ?acabar con las dificultades extremas para el artista del comun,solamente hay que pertenecer a la clase elitista para poder surgir,siempre y cuando el politico de turno lo permita y pueda lucrarse de las bondades del artista.la urgencia y la prisa siempre la tendra el artista para poder dignificar el arte y su vida.el intercambio cultural es bueno,donde se puede alimentar de conocimiento informal ,pero,vital.que viva la vida,asi sea a pedazos.
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