Hasta después de la muerte, amor de madre
Por. Victor Hugo
“Descanse y sentí que mi hijo también descansó”, dijo Nelvys María Camacho después de haber sepultado por segunda vez a su hijo Roberto Carlos Contreras, el pasado lunes 5 de enero en el cementerio del Corregimiento de Pueblo Nuevo del Municipio de Ariguaní.
Este joven de apenas 32 años de edad y padre de dos hijas, fue encontrado muerto un 11 de junio del 2013 en medio de una trocha de la vía que comunica a Valledupar con el Corregimiento de Badillo, en un hecho que aún es materia de investigación por parte de la Fiscalía.
“No sé porque lo mataron ni quien lo asesinó. Hoy recuerdo haberle insistido que no se fuera, porque en esos momentos un mal presentimiento me tenía ahogada, pero el muchacho me dijo que lo había llamado su expatrón para que fuera a recoger su liquidación y algunas cosas que aún tenía en la Finca donde laboraba”, manifestó Nelvys María Camacho.
Los hechos
Lo cierto es que Contreras Camacho, salió de su residencia, ubicada en la Vereda Puerto Laja del Municipio de Bosconia hacia Valledupar un 9 de junio y tres días después una prestigiosa emisora de Valledupar anunciaba que habían encontrado su cadáver.
Y como suele suceder, las malas noticias siempre viajan con la inmediatez del desespero, sus familiares en el Corregimiento de Pueblo Nuevo se enteraron del trágico acontecimiento y fue solo hasta 22 junio, cuando el cuerpo de Roberto Carlos Contreras se encontraba en alto estado de descomposición, que recibió cristiana sepultura.
Una de las hipótesis sobre el crimen apunta a que después de cinco años de trabajar en la Finca del Señor Juan Carlos De León, ubicada en inmediaciones de Maicao, y donde presuntamente operaba el reconocido jefe de narcoparamilitar Marquitos Figueroa, fue la razón de este asesinato.
“Tal vez, los de las bandas criminales no querían dejar ningún cabo suelto que pudiera implicarlos ó señalarlos sobre las actividades que posiblemente se realizaban en esa Finca, aunque de eso no sabemos nada porque Roberto Carlos siempre fue muy reservado en sus cosas; sin embargo, lo último que conocemos es que dos hombre lo recogieron en el Terminalito de Valledupar”, precisó uno de sus familiares en medio de la incertidumbre y la tristeza.
Amor de Madre
En este último año doña Nelvys María Camacho no había podido dormir en paz después del primer sepelio de su hijo Roberto Carlos Contreras, aunque a partir del pasado 5 de enero, como ella misma lo reconoce, descansará por fin en paz su primogénito.
“Tuvimos que enterrar a mi niño envuelto en plásticos y con una venda en los ojos, esto lo lo había dejado descansar en paz y en un sueño nos dijo que quitáramos todo eso; por eso, decidimos consolarlo en su última morada en medio del transito hacia su partida definitiva de esta tierra después de su horrible asesinato. Ahora siento que mi hijo no se me perdió”, preciso en medio del llanto Nelvys María Camacho.
Finamente, solo el amor de madre puede ir más allá de muerte y producir gestos como los de Nelvys María Camacho, que sin reparar el tiempo ni las circunstancias le da una oportunidad a un hijo de emprender su viaje definitivo de esta tierra como ella lo soñó.
Fotografía: ©ArtistasZona, 2015.
1. Sepultura de Roberto Carlos Contreras, Corregimiento de Pueblo Nuevo, Municipio de Ariguaní.
2. Nelvys María Camacho en el momento en que se realizaba la exhumación del Cuerpo de Roberto Carlos Contreras, 5 de enero de 2015.
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