lunes, 11 de enero de 2010

PAISAJE: EN LO PROFUNDO DE LA LUZ



Una noche de sábado en el Sogamoso
Por. Victor Hugo

…Un universo regido por estos cuatro verbos, producir, consumir, racionalizar y dominar, es un universo de pesadilla(1) C. Kastoriadis
El paisaje: luz que nos describe su geomorfología en las sombras proyectadas por la naturaleza, donde cobra fuerza la forma y los correlatos sensibles que se entrecruzan en una sinfonía háptica, de quien no quiere dejarse excluir de todo aquello que se derrite en su retina, en la geografía de su percepción.

Por eso, este paisaje es la saturación metafísica de la luz, no la del estado del alma en su abstracción pura ni de ese imaginario que ha terminado por imponer sociedades heterónomas, como la nuestra, las que le atribuyen su autoridad a lo extrasocial: Dios, como mecanismo de control social, negación y degradación de la verdad, que siempre intenta deslocalizar la conciencia.

Es este paisaje, donde la naturaleza se vuelve sombra y se redime el “no-color” en lo blanco, lo que se torna en sí mismo en un contrasentido, porque este planteamiento de la redundancia semántica se extrapola en su propia mentira, debido a que la física nunca niega su capacidad de reconocer la ausencia conjuntiva de la luz, aunque la imagen se proponga constituirse en su propio “querer ser”.

Sobre el paisaje

Pero asumir hoy el paisaje desde la contemporaneidad, nos remite a los albores del siglo XX, cuando la burguesía lo demandaba en su afán de decorar sus grandes salones con escenas placidas y ricamente figurativas donde la luz no se tornara dubitativa ni misteriosa. Lo que nos hace recordar hoy la mayoría de nuestras paredes pletóricas de toda suerte de paisajes kitsch.

Sin embargo, es preciso señalar que es en el romanticismo donde se exacerba la admiración por el paisaje como tema pictórico, literario, etc. A pesar de ello, es el impresionismo quien tiene su origen en la escuela de Barbizón o de Fontainebleau, con grandes paisajistas como Corot, Courbet, Millet y Boudin, quienes lo complejizaron; al mismo tiempo, hay que añadir, que a partir de esta revolución plástica, la concepción de la obra de arte toma distancia de la postura renacentista. De ahí que ninguno de nosotros puede olvidar la primera lección de Monet, Impresión: sol naciente (Salón de los Rechazados. Paris, 1874).

Este paisaje

Si me lo permiten, estas dos imágenes son expresionista en la actitud de su concepto (de artista y arte que se atreve a reflexionar sobre la situación social y política de su tiempo).

Por eso, frente a la monstruosa obra del proyecto hidroeléctrico sobre el rió Sogamoso construída por Isagen, que incubó la ingeniería santandereana por mucho tiempo y a la que renunció la dirigencia política del departamento en manos del Gobernador Horacio Serpa Uribe, ya sea por incapacidad para su ejecución o por la negociación a la que siempre asiste cada megaproyecto y que siempre termina por darle la espalda a las comunidades para enriquecer al capital, en esa inquietante maniobra que implica el suicidio del desarrollo, es en la actualidad una realidad irrenunciable que nos modela el paisaje.

Finalmente, los santandereanos dejaron en manos del capital antioqueño, Isagen -la misma que durante este año privatizará el gobierno nacional, como sucedió con Ecopetrol-, su ejecución; es esta hidroeléctrica, la que se levanta por encima de los reclamos del paisaje, el ecosistema y la voz de la comunidades que se opusieron con argumentos de peso a su construcción, los dirigentes cívicos desaparecidos por defender el río y quienes nos anunciaron la próxima catástrofe ambiental para quienes viven aguas abajo del proyecto.

Por eso, como la luz de este paisaje, seguiremos en medio de un ensayo más para la ceguera, como lo propone José Saramago, en estos tiempos de dictaduras como la que ejerce el Gobernador Horacio Serpa Uribe en Santander.

(1)[On Line] GRAÑA, Rolando. Entrevista a Castoriadis.

Fotografía: Una noche de sábado en el Sogamoso No. 1 y 2. Hugsh, 2010©

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