SAN ANDRÉS, SOBERANÍA Y TERRITORIO

Qué te duele país
Por. Victor Hugo

San Andrés esta a la distancia de lo que para cada colombiano significa su noción de país. Quizás, por eso el concepto de territorialidad es un simple espejismo diluido en la conciencia colectiva frente a las construcciones simbólicas que le dan vida y se expresan en la realidad.

A la sombra de discursos, conjeturas, balances y análisis, la nación sigue anestesiada e inmóvil, habitada por la única certidumbre que hoy tenemos frente a un país custodiado por los enclaves de las bases norteamericanas impuesta por Álvaro Uribe Vélez, vigilados como una amenaza en nuestro propio territorio; esclavizados como un protectorado de tímida bandera, que solo se despliega cuando juega la selección de fútbol, convertida hoy en rentable empresa extranjera.

Entonces, ¿qué le pertenece al país en términos de su soberanía? Desde el punto de vista de los más connotados economista, el crecimiento y la inversión.

Aunque la Asociación de Empresarios de Colombia, Andi, acaba de anunciar la desaceleración en el crecimiento de la industria y el agro colombiano, este año las ganancias de los bancos alcanzan los $27.4 billones, mientras en julio se elevaba en US$76.351 millones la deuda externa del Estado. Por su parte, los colombianos incrementaban su endeudamiento con la banca nacional en $58 billones, al tiempo que cae el ahorro, aumenta el desempleo y la informalidad.

En segundo término, creció la inversión extranjera en 24,6%, representada en los sectores de minas e hidrocarburos, según lo revela el Banco de la República, es decir, el gobierno nacional sigue parcelando y entregando a pedazos el país a las transnacionales, por eso hoy somos la mina a cielo abierto más grande del mundo.

Para completar este panorama la reforma tributaria propuesta por el gobierno nacional será el mejor negocio para promover la llamada confianza inversionista, porque prevé una reducción de impuestos para las multinacionales entre 8 y 14 billones de pesos, según lo presentan las proyecciones económicas más conservadoras de sus críticos; además, con la segura aprobación de la ley de extranjerización de la tierra en el Congreso de la República, se despojará a los colombianos de las zonas más productivas del país y por consiguiente se pondrá en riesgo nuestra seguridad alimentaria.

Frente a estos hechos, poco o nada tendría que decirle a los colombianos el actual gobierno porque ¿cuál es el país que nos pertenece? Ni mucho menos quienes en los últimos 11 años se suponía  defendían los intereses de los sanandresanos. Tampoco los que actualmente se vanaglorian de su beligerancia ante el fallo de la Corte Internacional de Justicia y le mienten al país como lo hace el expresidente Álvaro Uribe Vélez.

¿Qué representa la soberanía para el Estado? Por eso, San Andrés esta a la distancia de lo que para cada colombiano significa su noción de país, frente a un gobierno nacional que no resuelve nada pero entrega nuestro territorio al mejor postor extranjero y una mitómana clase política, constituida en el peor ejemplo ético de la nación, solo basta recordar la pretendida reforma a la justicia.

Finalmente, ¿Qué significa el Caribe para los colombianos? Mientras algunos connacionales prefieran enfrentarse a muerte por el resultado de un partido de fútbol, son indiferentes ante concepto de soberanía, porque aún no les dice nada, les es extraña su definición y no se les ha enseñado su verdadero alcance; menos en un país sin soberanía cultural, donde su Ministerio sólo utiliza a los artistas como saltimbanquis contemporáneos para decorar los discursos del poder.

Fotografía: ©Hugsh, 2012 Manos arriba San Andrés