jueves, 27 de noviembre de 2008
La salida
En contratiempo
Por. Victor Hugo
El pasado lunes 17 de noviembre, estábamos citados a las 2:00 de la tarde para abordar el autobús que nos llevaría con destino a la ciudad de Cali. El transporte fue el aporte del director Instituto Municipal de Cultura y Turismo de Bucaramanga, Dr. José Alcides Cortes Peñuela, quien apoyo al grupo de creadores santandereanos seleccionados al 41 Salón Nacional de Artistas.
Pero, sólo hasta las 5:00 de la tarde apareció el autobús y emprendimos la ruta hacia la Sultana del Valle.
Escenas de la espera. Maestro Emilio Esteban, suelte La Caponera
Otros hechos
Mientras tanto, ya habían llegado los creadores seleccionados al 41 Salón Nacional por Norte de Santander, los Maestros Gabriel Castillo López, Jaime Alberto Martínez Mogollón, Cesar Herrera Rugeles, Julio Enrique Cabrales y el Consejero de Artes Plásticas de Cúcuta, José Ignacio Cáceres Serna; igualmente, el artista tachirense José Antonio Díaz Terán, que participó y fue seleccionado por la curaduría de Voces, Acciones y Silencio: Libro de Artista no Declarados.
Igualmente, habían arribado los creadores santandereanos Jairo Ospina Leal, Eduardo Estupiñán García, Emilio Esteban Prada y Victor Hugo(Hugsh) seleccionados por el Grupo Curatorial Coordillera, dentro de su investigación de Región Imaginada. Así mismo, Luis José Duarte Ortiz, de Voces, Acciones y Silencio: Libro de Artista no Declarados.
A pesar de lo interminable de la espera, aprovechamos el tiempo para intercambiar pareceres. Al mismo, tiempo se me ocurrió realizar una acción -más bien burlarme del concepto performance-, que nace de la espontaneidad y la desesperación que planteaba el tiempo; así como del precario esquema con el que se abordaron los primeras relaciones entre los artistas, los que estábamos seleccionados, los invitados y alguno que otra y otro que se subió al autobús con nosotros. Pero igualmente, con la intencionalidad de aprovechar nuestra presencia frente a un edificio de la institucionalidad.
Esta acción en espacio público, también planteaba una burla al performance como vía, “El performance es la vida misma”. De tal forma, que con una imagen que intentaba desacralizar lo institucional. De tal forma, que subí de rodillas las escaleras de acceso al Instituto Municipal de Cultura y Turismo de Bucaramanga; hecho que vociferaba de lo profano y lo sagrado, en una relación de dialogo mudo con un sujeto-objeto: “Tuto”, quien representaba al IMCT, y en la que planteaba, a voz en cuello la rivalidades que existen tacitas, soterradas y sostenidas entre los actores sociales; pero, eso sí sin caer en la vana consigna callejera. Simplemente, era una burla, una ironía sobre nosotros mismos, que alcanzó a arrancar una que otra sonrisa a tan refinado y crítico público de artistas. Tengo que decir, que desafortunadamente, aunque teníamos cámara de video, la acción no fue documentada ni fotografiada por otro creador.
Finalmente, llegó el autobús y arrancamos un viaje de casi 20 horas.
Fotografías: ©Hugsh, 2008, La Salida
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