(De izq. a Der). Secretario Distrital de Cultura Alexis Guerrero Sánchez: Alcalde Distrital, Jonathan Stivel Vásquez Gómez y el artistas Juan Carlos Ardila Beleño. |
martes, 26 de marzo de 2024
¿STREET ART EN BARRANCABERMEJA?
domingo, 24 de marzo de 2024
MÁS HAYA DE LA PIEL DE AZAFRÁN
Por. Víctor Hugo
Estas sinuosas líneas de azafrán nos conducen decididamente a ese inalterable destello de sentido[s] donde respiran nuestras historias y el erotismo, no el tántrico ni el de la puesta en escena del cuerpo que deja asomar su provocadora desnudez, sino el de la pasión por la vida, la que no se empantana como un Romeo arrodillado en el jardín de sus delirios o Jay Gatsby alucinado por una Daisy llena de lirios(“El Gran Gatsby”) y donde esta flor adquiere un preponderante protagonismo simbólico.
Tampoco en esa tormentosa relación entre el “noble caballero” Félix de Vandenesse y Madame Henriette de Mortsauf, una burguesa casada, los que parecen estar inamovibles en la novela de Balzac(“El Lirio en el Valle”) donde nos detalla la siempre almidonada aristocracia y la húmeda espesura de sus frustraciones en 1836, después del fracaso la Revolución Francesa y cuando sucumbía el reinado de Napoleón Bonaparte, al tiempo que regresaba al poder su vergonzante monarquía.
Quizás sea esa misma maleza la exhibe en el discurso “bocaraz” de Enmanuel Macrom, que deja al desnudo la tarea que cumple como globalista, al buscar no solo destruir a Europa invitándola a la guerra, sino entregársela, con un gesto de supremacista genuflexo, a los designios geopolíticos de los Estados Unidos y dejarla en manos de las multinacionales de la industria bélica norteamericana.
Sin embargo, frente a esa amenaza que intenta empañar la bella luz, William Blake(“El Lirio”), no propone detenernos en su “deleite”, antes que desaparezca definitivamente la piel de azafrán y mejor invitación no podría ser la que nos hace desde el siglo X, la japonesa Sei Shonagon, desde su nada contemplativo “Libro sobre la almohada”; aunque, podríamos dejarnos seducir por la sugerencia de la escritora estadounidense Edith Wharton, y adentrarnos en su nada consonante novela en “La casa de la alegría”.
Finalmente, esas sinuosas líneas de azafrán no nos conducen a donde pernocta el opulento éter que perturba el universo y habita entre las calles o los hoteluchos a la que hace referencia “La canción de amor de J. Alfred Prufrock” del poeta inglés T.S. Eliot y donde sus preguntas nos atenazan: «¿De qué me hablas?» «¿Me atreveré yo acaso?» «¿Será el perfume de un vestido lo que me hace divagar así?», nada baladí su interpelación, porque con las imágenes este caprichoso lirio que florece una vez al año nos dice: «Soy Lázaro que regresa de la muerte/para os revelarlo todo, y así lo voy a hacer»; quizás sea la pretensión de las fotografías, aunque a decir verdad y para no sonar presumido y como lo dice la misma poesía: «No. No fue esto lo que quise decir./No lo fue. De ninguna manera», «No. No soy el príncipe Hamlet. Ni he debido serlo».
jueves, 21 de marzo de 2024
FOTOGRAFÍA, EN CAÍDA LIBRE O LAS PROVOCACIONES DEL MOVIMIENTO UNIFORMEMENTE ACELERADO
Por. Víctor Hugo
Enfrentar esta entrópica realidad que nos amenaza y expresarse desde el arte es dar un salto al vacío en medio de la escenificación distópica de los medios de información, que hacen implosión en una sociedad esquizoide y enferma, así como lo reveló The Economist este martes 19 de marzo, en uno de sus artículos donde señaló que el 20% de los niños norteamericanos sufren de depresión.
Al mismo tiempo, en los países del primer mundo o desarrollados, la tasa de natalidad se detiene por debajo del 2,1 y con ello la población mundial empieza a reducirse; este dato podría ser la evidencia fáctica de una juventud con tendencia a lo efímero y donde nadie quiere hablar de ese viejo y sempiterno anhelo del concepto de familia, en tanto crece la noción de competencia, el narciso hedonismo y esa incertidumbre que homogeniza hasta el sentido del placer y todo lo convierte en sexo.
Nada distinto a lo que sucede en los países del sur global, como el nuestro, donde a la industria del entretenimiento le interesa imponer las precarias estéticas del reguetón y el vallenato, que dan cuenta de esa abyecta noción de alegría, amor y tragedia de la vida cotidiana de quienes repiten masivamente a través del lenguaje de sus cuerpos hasta dónde llegarán sus vidas.
Esos mismos son los que se exponen en los reels de las redes y buscan afanosamente hacerse virales, donde se hace tendencia la desnudes como artículo de venta; por eso, será que crece exponencialmente el número de niñas y adolescentes embarazadas en nuestros países, fenómeno social que da cuenta de una angustiosa ansiedad que se reproduce como legado patrimonial de familias fracturadas y de la sin salida que hereda cada generación en los sectores populares.
Al parecer nada es alentador por estos días, donde se diluyen los rastros del ideario de esa promesa de una civilización como bien superior y garantía de que la vida vale la pena. Así lo cuestionó el soldado de la aviación Norteamérica Aaron Bushnell (QDEP), quien se autoinmoló frente a la embajada de Israel en los Estados Unidos como gesto de extrema protesta, el pasado 24 de febrero de este año y con el que dijo: “Ya no seré cómplice de un genocidio”.
Ahora bien, estos conceptos, como el de ética se difuminan; así lo han hecho a lo largo de la historia, en medio del perpetuo miedo producido por el fin de los tiempos, predicado desde aparición del hombre en pulpitos, atrios o sinagogas, como esa maldición eterna del pecado original que recae sobre la humanidad y un planeta vigilado pacientemente por su luna y el Caballero Negro. Esa es la deuda espiritual, que se nos cobra como la deuda externa.
Pastores, sacerdotes o líderes espirituales presentan una conveniente idea de que la espiritualidad equivale a esa idea del Dios castigador o férreo guerrero que va abatiendo enemigos por doquier para su pueblo elegido o su genuflexa feligresía a la que es necesaria adiestrar y segregar de los malvados impíos que osan poblar este mundo.
La misma idea con la que los dueños del poder nos hacen alucinar y drogados por sus deslumbrantes narrativas visuales o sus sensibileros y repetitivos discursos, como los que posan de progresistas, pero resultan ser ambidiestros ideológicos al estilo Fuerza Ciudadana; esas diatribas o predicamentos se convierten en desabridas, pero efectistas declaraciones cargadas de consignas reelaboradas una y otra vez por los expertos copistas de la propaganda.
Condenados por unos y otros, lentamente nos obligan a subir escalón tras escalón de nuestra desvencijada escalera hacia el suicidio que nos ata insondablemente y que cristaliza nuestra conciencia hasta la muerte, porque los que se disfrazan de izquierda son tan fascista como los neonazis de la derecha.
Fotografía: ©ArtistasZona, Marzo de 2024.If I must die, let it be a tale. #FreePalestine #Gaza pic.twitter.com/ODPx3TiH1a
— Refaat in Gaza 🇵🇸 (@itranslate123) November 1, 2023
lunes, 18 de marzo de 2024
CERTÁMENES ARTÍSTICOS “CIUDAD DE TOMELLOSO” 2024
martes, 12 de marzo de 2024
GANADORAS DEL V QUINTO PREMIO ANUAL DEL LEICA WOMEN FOTO PROJECT AWARD
Fotografías: ©Quinto Premio Anual Leica Women Foto Project Award, 2024.