jueves, 29 de agosto de 2024

EN BARRANCABERMEJA, LAS RUINAS DE LO QUE SOMOS

 

La fotografía captura una noción de mundo objetivado a través de la mirada antropocéntrica, mediada por el artificio tecnológico, la cámara; en esa perspectiva me interesa abordar la polifonía de voces, silencios y lutos que transitan en los territorios, entre sus bordes e intersticios; esas miradas modeladas por las nociones de actualidad y realidad, producidas por la avalancha mediática, sus estrategias de falseamiento y la dislocación con el tiempo. 

Por otro lado, presentar una versión de esta realidad disruptiva; de ahí que registró y produzco imágenes que señalan no solo mundos idealizados o abyectos, sino esos infinitos multiplicados en cada ausencia huérfana, donde el significado de la vida huele a rastro y huella. 

En este sentido, mi trabajo no es el gesto contemplativo de la tradición judeocristiana occidental o las posturas la zen; tampoco, queda atrapado por la indiferencia o la arrogancia del silencio, como acto de contrición frente a los discursos del poder, porque indaga y acecha. ¿Acaso no es para eso el arte? 

Por eso, entiendo la fotografía como un desafío: la luz se niega a ser un simple reflejo, establece nuevos sentidos y toma cuerpo en el eco producido por las realidades, convirtiéndola en esa resonancia donde se construye su expresión, mientras el lenguaje se deshace en imágenes que intentan impedir su propia objeción. En la contemporaneidad, nada está a la deriva de su singularidad. 

En momentos en los que se comenzó a hablar de posnaturaleza y en medio de la crisis climática que tiene al borde de la extinción la vida en el planeta, el aforismo de Heráclito podría revelar de alguna manera los anacrónicos conceptos que siguen siendo los soportes sobre los cuales se fundó la idea de civilización y con ella la de progreso. Este hecho lo vemos a diario en las ciudades donde podríamos preguntarnos antes que enunciar: ¿La naturaleza ama esconderse? Por eso, las imágenes buscan indagar sobre lo que hoy para nosotros significa nuestra relación con esta distópica realidad, cuando lo que hacemos es tomar distancia de ella, hasta esconderla detrás de los muros y ruinas de lo que somos, tal como lo señaló la antropóloga Anna Tsing: "Las ruinas son hoy nuestros jardines". Así es esta ciudad mientras su alcalde Jonathan Stivel Váquez Gómez y el Distrito miran para otro lado.
Fotografía: Serie ¿La naturaleza ama esconderse? ©ArtistasZona, Barrancabermeja, 2024.

martes, 27 de agosto de 2024

EN BARRANCABERMEJA, LA MIRADA DEL OTRO: SIMBIOGENÉSIS CULTURAL


En homenaje Ismael Jaimes Córtes 
Al humor político de Don Gastón y Don Erario 
Opinión del Magdalena Medio 

Voy de donde vengo para verte partir 
en las señales ajenas de la piel 
donde susurra el firmamento 
 cuando nos atrevemos y navegamos al revés 

Generalmente proyectamos en el otro los sinuosos laberintos que nos persiguen y nos atan hasta el delirio de la persecución esquizoide. Esos fantasmas y sus tormentos son el primer espejismo que observamos en la mirada de quien se cruza frente a nosotros. 

Así es esta sociedad, llena de afanosas disputas: unos por despojarse de sus harapos y otros por colgarle a los demás eso que odian de si mismos e intentan ocultar. Esta vieja tesis del psicoanálisis, podría diagnosticar esta hipermodernidad como lo diría el sociólogo francés Gilles Lipovetsky, y en la que todos seguimos siendo culpables. Por esta razón, muchos están más preocupados en parecer que ser, porque fingir y simular es la regla socialmente aceptada y políticamente correcta. 

Para completar, explorar la realidad lejos de la orgía concupiscente que amalgama política y religión no es tarea fácil cuando la obstinación corroe hasta los imaginarios colectivos, los dogmas y algunos no superan el trauma sadomasoquista de la guerra, el odio inoculado por Álvaro Uribe Vélez y la seductora formula de la cultura traqueta de la emprendedora “gente de bien” que señala: la única forma de enriquecerse fácilmente siempre será lo ilícito, poner en venta la dignidad y privilegiar la tradición Moloch de sacrificar a los demás cuando se oponen a su victoria. Por eso, será que les encantan los vallenatos pendencieros que repiten los refranes populares: "el vivo vive del bobo…" y el político de su clientela, esa es la tesis ética, estética y cultural que actualmente orienta esta ciudad. 


Simbiogenésis 

“Nuestros cerebros de mamíferos evolucionaron y crecieron sobre un andamiaje de cerebro reptiliano. En lo profundo de nuestros cráneos tenemos el cerebro de los cocodrilos […] Los dragones de nuestros cerebros primitivos aún acechan en las profundidades de nuestras mentes, incluyendo en nuestro comportamiento”, señaló Carl Sagan en su libro “The Dragons of Eden”, cuando apeló al documentado proceso de simbogenésis de Lynn Margulis. Aunque esta hipótesis fue desestimada por los estudios de neuroanatomía evolutiva comparada en el año 2000. 

Quizás la perspectiva de Sagan nos sirva como una metáfora en nuestro rapaz presente y podría señalar que ciertos procesos de simbiogénesis cultural podrían constituir el presente del ser barranqueño contemporáneo que se debate entre el petróleo y la arepa paisa; la cultura traqueta paisa y la nostálgica que produce en el imaginario lo que significó construir esta ciudad. ¿Por qué Barrancabermeja pasó de ser la ciudad dialogante de los colores primarios a pleno sol a un territorio oscuro de los tímidos y nada estimulantes pasteles; además, de ser silenciada por sus mafias invisibles y no por las que se encuentran en el poder? 

Si especulamos sobre este punto, es posible que la respuesta la tenga Terence McKenna y su alucinante teoría de la novedad en la que propone que el universo evoluciona hacia una mayor novedad y complejidad que va a culminar en un punto omega del universo, es decir, de trascendencia, suponía el biólogo, al tiempo que reconocía que esta perspectiva era seudocientífica. 

Sin embargo, para nuestro caso si desplazamos el concepto de la ambiciosa novedad para la clase política en este momento, sobre su horizonte no podría haber mejor escenario y ni dibujarse el más deseable de los sueños para los negocios del poder promovidos por el mismo Narco-Estado que estaba empotrado en la Casa de Nariño. 

Fue durante la presidencia de Álvaro Uribe Vélez que se propuso conformar la Unidad de Planeación del centro oriente con los departamentos de Antioquia, Santander y Norte y así perdimos nuestro territorio porque culturalmente no compartíamos nada, quizás en narco corrido mexicano que hoy llaman música urbana y que habían impuesto los paramilitares en el Magdalena Medio, pero necesitaban acceso al agua, los minerales y el mercado. 

Sin embargo, para nuestro caso, si desplazamos el concepto de la ambiciosa novedad para la clase política en este momento, sobre su horizonte no podría haber un escenario mejor y más deseable para los negocios del poder promovidos por el mismo Narco-Estado que estaba empotrado en la Casa de Nariño. 

Durante la presidencia de Álvaro Uribe Vélez, se propuso conformar la Unidad de Planeación del centro oriente con los departamentos de Antioquia, Santander y Norte de Santander, y así perdimos nuestro territorio porque culturalmente no compartíamos nada, excepto el narco corrido mexicano que hoy llaman música urbana que los paramilitares habían impuesto como parte fundante del imaginario colectivo en el Magdalena Medio, pero ellos necesitaban acceso al agua, los minerales y los mercados de la frontera. Y la estocada final nos la dio el exgobernador Horacio Serpa Uribe que vendió uno de los activos más importantes del departamento la Empresa Electrificadora de los santandereanos y nos dejó a disposición de los devenires de la política paisa y de paso no convirtió en esclavos a todos los que somos oriundo de esta tierra. 

La jugadita, que no encontró resistencia en ningún estamento de la sociedad, entre ellos la academia que impertérrita se dejó devorar por el Plan de Desarrollo "Hacia un Estado Comunitario" de Uribe Vélez, que como cualquier acto de fascismo intenta esconder sus intenciones a punta de eufemismos, mientras anclaba el desarrollo de nuestros departamentos al de Antioquia, ya que sus negocios necesitaban de otra salida rápida al Atlántico hacia los paraísos fiscales de las Antillas Menores, para poner no solo droga sino la producción del oriente antioqueño en el puerto de Maracaibo; tal vez por eso como lo señaló McKena la historia del universo es la historia de la emergencia de la novedad. 

La jurásica burocracia 

Por eso, entender las realidades de Barrancabermeja lejos de las pasiones políticas y el cúmulo(*) de mentiras en los discursos, tanto de sus líderes políticos como de los funcionarios de la administración distrital como del Secretario de Cultura, Turismo y Patrimonio Alexis Guerrero Sánchez(caso que abordaré en otro artículo), comienza a desentrañarse en el escenario donde se abren paso como clase social emergente, quienes hoy insisten denodadamente por mantenerse en el poder. Esta significativa y efímera burocracia crece como la espuma en el mar, pero llega para llevárselo todo, eso sí con cargo al presupuesto del ente territorial. Así lo demuestran las regalías, en las que el Distrito está sancionado por el "manejo no adecuado" y ahora se reveló que se encuentran perdidos alrededor de 335 mil millones en el nuevo escándalo de corrupción de los 12 billones desaparecidos de los recursos públicos del país denunciado por el Gobierno Nacional. 

De tal forma que aplican en toda regla el principio que sentenció el pintor norteamericano y máximo exponente del pop art, Andy Warhol: "De ahora en adelante todos, sin excepción, tendrán derecho a sus quince minutos de fama"; sin embargo, en Barrancabermeja le agregaron: "y de imperturbable depredación". 

Esas rutilantes estrellas del periodo del narcdéco [Referencia al Art Decó] que vive actualmente la ciudad, aparecen a velocidades supersónicas (Mach 1=1,235.52 km/h.) igual que cualquier figura del entretenimiento hasta llegar a su máxima exposición, a su cenit, si la desgracia de quedar al descubierto no los atrapa; aunque es improbable cuando los medios de información hacen parte del mismo cartel y lo único que importa es sobrevivir, así haya que recurrir al manual para la supervivencia de Emil Cioran, 

No obstante, no puede haber burócrata sin su contratista; esta segunda especie de la jurásica fauna barranqueña concentra el verdadero poder y presuntamente se comporta como un cartel (los operadores); muchos de ellos muy populares y prominentes en la ciudad, otros vienen de Bucaramanga, Medellín o Valledupar. 

Por otro lado, existen versiones coincidentes que los responsabilizan de poner los alcaldes de los últimos 24 años a los mismo cinco de siempre. En este sentido, hay quienes se aventuran a indicar, como se menciona abiertamente en los mentideros políticos del puerto petrolero, que ellos aportan los recursos para la campaña y, sobre todo, para sobrevivir el día de las elecciones a punta de la presunta compra de votos, hechos por los que en la actualidad se investigan al actual alcalde Distrital Jonathan Stivel Vásquez Gómez; mientras que otros opinan que la gran cantidad de dinero que deambuló en las calles de la ciudad, como supuestamente ocurrió el pasado 28 de octubre de 2022, provino de Valledupar. Conjeturas o no, este es el secreto a voces más debatido tinto tras tinto que se espera resuelva la Fiscalía General de la Nación en los próximos meses. 

La misericordiosa caridad 

El axioma estima que, mientras la burocracia es efervescente y fugaz, los contratistas perduran. En este entramado surge la flotante clase emergente (invisible o no) responsable en buena parte de mantener el voraz fanatismo en la ciudad, porque el que reza y peca empata, dice el refrán. Por eso, los vemos entrar sagradamente a los ruidosos servicios religiosos con su diezmo en la mano. 

En algún momento de su vida durante el siglo XVIII o «siglo de las luces» y en plena Ilustración el filósofo francés Francois Marie Arouet, conocido como Voltaire, apunto: “Si Dios no existiera, sería necesario inventarlo”, pero si Dios no existiera los barranqueños lo hubieran inventado, no por una conclusión fáctica de tipo arqueológica o fruto de una elevada discusión teológica, sino por una necesidad de control social y de imposición de la cultura mafiosa. 

Hoy uno de los negocios más lucrativos en estos momentos en Barrancabermeja es ser pastor de cualquier confesión religiosa desprendida de la Reforma Protestante del siglo XVI propiciada por el fraile católico Martín Lutero, quizás esta parte de la historia la olviden los mercaderes de la fe, porque nadie puede odiar más a otro que un protestante convencido que él es el camino, la verdad y la vida (Juan 14:6), al tiempo que segregando la sociedad y destruyen de paso a familias enteras con la palabra de Dios. 

Pero no solo se trata de tener la intención o la iluminación de los maestros iniciados, también se recomienda hacer un estudio de mercado y ubicar muy bien la botica del único fármaco que no se empaca, pero dopa igual que lo hace una sustancia psicoactiva, como expresión de una espiritualidad que jamás responderá a una perspectiva de la ética pero sí proporciona a su feligresía la experiencia de trance o del famoso estado alterado de conciencia. 

Además, es obligatorio practicar el bien reconfortante bálsamo de la misericordiosa caridad que nos hace olvidar los esclavos que sometemos, de las mentiras que echamos, de lo que nos robamos del erario público y funciona muy bien como estrategia electoral, porque es necesario liberar al "Alma Cautiva" muy al estilo del pintor simbolista Elihu Vedder; aunque también podría ser a través del peculiar clímax de Sor Juana Inés de la Cruz

No obstante, no olvide conservar su dependencia aumentando paulatinamente las dosis del acto ritual de la iglesia. Todos estos ejercicios espirituales se pueden reforzar con la famosa literatura de autoayuda o literatura basura, muy popular desde la llamada Nueva Era del siglo XX y que ha mantenido la industria editorial por altos dividendos que deja su creciente consumo, así lo demuestran famosos coaches como Pablo Coelho, Carlos Cuauhtémoc Sánchez y el aclamado autor Michael A. Singer, por nombrar unos cuantos, lecciones que se repiten como mantras o se imitan como mándalas. 

A pesar de ello y para defenderse de cualquier ataque espiritual y del poderoso enemigo de los avernos, aprendieron algo de la cosmología y a usar los encadenamientos cuánticos y hoy hacen una especie de mezcla teosófica de las bondades que fluctúan entre las teorías de Hermes Trismegisto, el Conde de Saint Germain, las posturas tibetanas, taoístas, hinduistas, de las prácticas ayurvédicas y hasta de la famosa Tabla Esmeralda, para que no quede ninguna duda que la búsqueda experimentar el trance divino. 

Por otro lado, muy a pesar de los ortodoxos pastores, sacerdotes, abades, frailes o hermanos, la religión dejó de ser solo una cuestión de fe, porque si el negocio no avanza al ritmo de los tiempos se quiebra en occidente. De hecho, hoy se sirve de los modelos más interesantes de la cosmología como argumento de su teoría del diseño inteligente, todos ellos sujetos a los avances de los patrones matemáticos que los demuestren y a los descubrimientos del Gran Colisionador de Hadrones o LHC (siglas en inglés de Large Hadron Collider): un acelerador protón-protón de 27 km desarrollado entre 1989 y 2001, que se encuentra ubicado bajo tierra entre las fronteras de Francia y Suiza, cerca de Ginebra. 

En este mismo sentido, esa idea de las dimensiones que hasta el momento va en la Teoría de la Cuerdas o la llamada cosmología de las branas, que nos plantea seriamente los mundos paralelos y los límites concretos del universo, sorprendentemente narrados en el programa "Dimensión Desconocida" que transmitía la televisión colombiana en blanco y negro durante los años 70, dejó de ser un concepto futurista que tiene sus antecedentes en los desarrollos matemáticos de Bernhardt Riemann, quien en 1854, a partir de la geometría, señaló que podían existir más de tres (3) dimensiones. 

Luego, años más tarde, otro matemático, Charles Howard Hinton, diseñó el teseracto, mientras el arte también especulaba y se planteaba preguntas “dimensionales” a su presente a través de obras como las de Oscar Wilde, Marcel Proust y Herbert George Wells. Al mismo tiempo, en los albores del siglo XX, los pintores Jean Metzinger, Albert Gleizes, Jacques Villon, Louis Marcoussis, André Lhote, Fernand Léger y, más tarde, Georges Braque, Juan Gris y Pablo Picasso se ocuparon de representar las dimensiones, preocupación que ya había explorado Paul Cezane en sus investigaciones sobre la percepción. Sin embargo, en Barrancabermeja seguimos repitiendo el catecismo de la cultura mafiosa paisa, que se expresa en algunas proyectos donde lo único que importa es la dimensión del presupuesto. 

Las última palabras 

Quizás Barrancabermeja sea un territorio maldecido por Dios, como para no perder la costumbre judeocristiana occidental, argumento de doble propósito que podría funcionar como estrategia de fidelización y shock para la "noble" labor de control social que cumple la religión en cualquier sociedad y muy lejos de la preocupación ética. 

Estas mismas confesiones religiosas siempre han respondido a los postulados de la ultraderecha colombiana, como lo demostraron las investigaciones de la Comisión de la Verdad y como ocurrió en el Caribe colombiano, muchas de sus iglesias o templos fueron construidos con recursos del narcoparamilitarismo. 

Por un lado, durante mucho tiempo fluyó petróleo de sus entrañas y, por otro, su estratégica ubicación la convirtió en un cruce de caminos perfecto y obligado de las economías ilícitas, muy utilizada hoy por los narcos invisibles que escogieron a la ciudad como su vividero. Esta es su otra maldición. Pobre Barrancabermeja, tan lejos de Dios y tan cerca de Medellín, para parafrasear la sentencia de José Nemesio García Naranjo y que se le atribuye a Porfirio Díaz: "¡Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos!"

A pesar de ello, Barrancabermeja respira moribunda bajo la espesa bruma de las tóxicas cortinas de humo que usan diariamente como fachadas para simular que todo tiene sentido, en medio de una economía asediada y evanescente que es controlada por una red de contratistas y una permanente burbuja creada por los narcos invisibles que lo compran todo. 

Para rematar, Barrancabermeja está cercada por la cultura traqueta que los migrantes paisas impusieron en la ciudad; mientras que la mayoría de su gente no logra superar el trauma sadomasoquista que nos dejó la guerra, el odio inoculado por Álvaro Uribe Vélez, el Centro Democrático y los orgullosos movimientos "Cívicos", que son un eufemismo más de la política local para exorcizar incluso sus discursos. Por eso, voy de donde vengo para verte partir a esta hora de la muerte. 

(*) Cuando hablamos de cúmulos, no solo nos referimos a la cantidad, sino también a uno de los mitos más inquietantes de la tradición Celta, que aún merece la atención de los irlandeses. Los cúmulos aparecen en los bosques como montículos o círculos hieráticos poblados de una espesa vegetación, donde los dioses Tuatha Dé Danann guardan sus tesoros. Además, se ha atestiguado que son custodiados por misteriosas luces, que persiguen hasta la muerte a quienes los perturben o se atrevan a saquearlos. En el texto, los utilizamos como metáfora, dado que la administración Distrital también tiene sus propios guardianes, que suelen perseguir a aquellos que se atreven a interpelar sus discursos y dejar en evidencia sus mentiras. Todos lo saben, por lo que nadie del movimiento cultural desea caer en desgracia ante la clase política que hoy tiene el poder. 



Fotografía: “Serie En la mirada del otro” ©ArtistasZona, agosto 2024.

lunes, 26 de agosto de 2024

EN BARRANCABERMEJA, EL TEATRO COMO LA VIDA: ENTRE EL HUMOR Y LA CRUELDAD

 

Humor e ironía son los ingredientes en la adaptación de la obra "Tren hacia la dicha" que se mezclan con una cierta estética de la crueldad y logran sumergir al espectador en lo inesperado y el acecho de esos imperativos categóricos de la vida; quizás por eso el público barranqueño disfrutó de una experiencia reveladora de esta nueva puesta en escena minimalista pero de hondo calado emocional donde pudimos apreciar una exquisita actuación del actor Jean Sebastián Bello Sabalza, bajo la dirección de Mónica Mejía y la producción de Paula López. 

Con este exitoso montaje del dramaturgo cubano Amado del Pino, que parece transitar entre el Stand Up y el monologo, cerró este domingo 25 de agosto de 2024 en la Casa del Libro Total de Barrancabermeja, la participación del A Ver Teatro en el Festival Internacional de Cultural de Santander (FICUS).

Además, durante la velada se presentó por segunda ocasión la obra “La maestra” del dramaturgo caleño Nicolás Buenaventura, que cuenta con la actuación de la actriz barranqueña, Lingds Says Fuentes Quiñones.


Fotografía: ©ArtistasZona, agosto, 2024.

martes, 13 de agosto de 2024

EN BARRANCABERMEJA, ¿PETRÓLEO Y AREPA PAISA? NUEVA ESTÉTICA URBANA II

Homenaje a Jaime Garzón
Asesinado por narcoparamilitares paisas 
en complicidad con altos mandos militares 
y la clase política de la derecha colombiana.
 Día Nacional de la Esperanza

Hace 25 años fue asesinado[Jaime Garzón], 
apagando su humor que hacía reflexionar 
a las clases populares sobre las realidades del país. 
En Colombia no se puede seguir usando la violencia 
para callar la diferencia. 
Gustavo Petro, Presidente de Colombia 

 Conocimiento= crimen de pensamiento 
Libertad de expresión= Terrorismo 
Empatía= antisemitismo 
Verdad= desinformación 
Bienvenido al final del juego 
¿Estas listo para jugar? 
@Kim Dotcom (Plataforma X)

Una nueva bofetada al patrimonio cultural, la memoria y los sabores de la cocina tradicional le propina el alcalde Distrital Jonathan Stivel Vásquez Gómez a la ciudad. El procaz hecho se materializó como resultado de las obras en el parque Santander, donde instalaron la arepa paisa como símbolo y mito fundante del imaginario cultural barranqueño, por lo que ahora compartirá protagonismo junto al tradicional machín, que apareció con la concesión De Mares en 1905. 

Según el anterior alcalde Alfonso Eljach Manrique, quien fue avalado por el Movimiento MAIS, estas obras son parte del plan de "desarrollo estratégico de renovación, preservación cultural y de gran impacto turístico", superarán los 60 mil millones y sus diseños estuvieron a cargo de la empresa barranquillera al servicio del Clan Char, Puerta de Oro, así lo anunciaba la alcaldía Distrital el pasado 28 de julio de 2021 

Hoy este proyecto está bajo la práctica del ambiguo leseferismo cultural promovido por el mandatario local Vásquez Gómez, que revela el relativismo moral donde retoza la ciudad, en la que no hay un proyecto claro de ciudad sino un Plan de Desarrollo de 2 billones de pesos aprobado por el Concejo en solo dos sesiones y que parece más una lista de mercado para cumplir estrictamente con lo que exige la ley, pero donde es altamente atractivo y seduce a la clase política por los negocios provenientes de su contratación. 

El nuevo gesto plástico que constituye la "arepa paisa" como símbolo cultural del puerto petrolero y que ahora hará parte de su paisaje urbano, reafirma que la intención de la clase política de Barrancabermeja no es precisamente preservar su patrimonio cultural sino todo lo contrario, porque la ciudad que hoy tenemos es fruto de las decisiones tomadas por sus alcaldes, sus políticas públicas y las determinaciones del Concejo Distrital, es decir, es su responsabilidad que hoy sea una ciudad ocupada, humillada y silenciada. 

De pura arepa 

Cómo es probable que la inauguración de las obras del parque Santander coincida con la celebración del Día Mundial de la Arepa, que corresponde al segundo sábado del mes de septiembre, y para despejar dudas, hay que señalar que este tradicional alimento no es originario de Antioquia, muy a pesar de que siempre persigan ser los primeros en todo. 

Esta vez, la historia nos remite al territorio venezolano, también muy desafortunado para ellos, dado que los paisas siguen alimentándose con un fantasma que proviene de las tierras del castro-chavismo que tanto aborrecen. De tal manera que, el término con el que se designa al pan de Los Andes, según señalan los cronistas, se origina con la presencia del maíz que provenía de Mesoamérica y se instaló en el Caribe entre los años 2.500 y 3.000 antes de que Jesucristo ofreciera pan durante su última cena. 

Al parecer, fue la nación ancestral de los Cumanagotas de Venezuela quienes designaron con el vocablo "Erepa" al maíz. Luego, este término evolucionó para designar al alimento que en muchos países de la Patria Grande Latinoamericana pertenece a su tradición culinaria y que conocemos como arepa y que en Colombia tiene 42 variedades. 

Territorio, sabor e ideología 

El territorio es una construcción sociocultural que emerge en un momento histórico concreto, donde lo geomorfológico y lo biofísico reconfiguran a quienes lo habitan, genera características fenotípicas específicas, sus particulares formas de nombrar su realidad y los provee de su propia singularidad como sociedad. Por eso, no existe territorialidad que no esté anclada a la memoria, a la construcción de sus relatos, las relaciones simbólico-afectivas que nos definen, los saberes colectivos con los que gestionamos la realidad, la forma con que nos relacionamos y observamos el mundo. 

Luego entonces, el territorio tiene sabor y no existe sabor sin olor, quizás algunos recuerden la novela "El Perfume" (Das Parfum, die Geschichte eines Mörders) de Patrick Süskind, quien de cierta forma nos propuso que cada época e historia entraña su propio olor. Desde este punto de vista, es posible que esa búsqueda desesperada y oscura de su protagonista, Jean-Baptiste Grenouille, por proveerse de su propia esencia no sea otra cosa que anclar su cuerpo a una territorialidad, a un momento concreto de su historia, dado que el territorio es nuestro cuerpo extendido y el olor tanto como el sabor son vitales en el entretejido de nuestra memoria. 

¿Entonces, qué tiene que ver la insípida arepa paisa con las territorialidades de la memoria de los barranqueños? ¿Qué nos quieren imponer? ¿Con qué nuevos símbolos y mitos pretenden inocular nuestra memoria? 

Lo primero que debemos puntualizar, antes de que alguien nos señale xenofobia, es que existen diferentes valores entre la antioqueñidad y los del paisa. Estos últimos se entienden como la expresión de la cultura traqueta o mafiosa y de los que se llenó la ciudad, tema que ya habíamos abordado en el artículo anterior sobre la nueva estática urbana en Barrancabermeja. Ahora bien, hay que recordar que la migración paisa en la ciudad comenzó con la consolidación del proyecto narcoparamilitar que legalizó Álvaro Uribe Vélez como gobernador de Antioquia y consolidó como presidente desde 2002. 

Pero este rondó a Barrancabermeja, cuando por decisión del presidente, también paisa, Belisario Betancour Cuartas decidió construir la Troncal de la Paz, que curiosamente comenzaba en los predios de la Hacienda Nápoles del narcotraficante Pablo Escobar Gaviria y se extiende hasta el municipio de San Martín, Cesar. De esta forma, se le permitió una salida rápida a la producción industrial del oriente antioqueño y, también, por qué no decirlo, al negocio del narcotráfico; además, acabó con el sistema ferroviario del país (y su poderoso sindicato), con el fin de favorecer al monopolio del transporte de carga en manos de los paisas. 

Así comenzó esta historia con los primeros grupos paramilitares: "los masetos" y los "tiznados" quienes obligaron a los campesinos del Magdalena Medio no solo a vender la tierra para la Troncal sino a los narcotraficantes. Grupos que fueron adiestrados en técnicas de terrorismo en Puerto Boyacá, que claro está solo podía hacer un judío, Yair Klein; además, el presidente conservador Betancur Cuarta fue asesorado por otro israelí, Rafael 'Rafi' Eitan, quien planificó el genocidio de la Unión Patriótica, que asesino a más de 5.000 de sus militantes hasta el año 2000. 

Posteriormente, cuando Uribe Vélez llegó a la Casa de Nariño, el narcoparamilitarismo ya estaba consolidado y se había apoderado de la ciudad, infiltrando todo: el comercio, sus instituciones, incluyendo la Universidad, así como la política, hasta integrarse en las diferentes esferas sociales y actividades del puerto petrolero. 

Pero, también, infiltró a Ecopetrol, en la que no solo ordenaba sobre su contratación sino en las empresas contratistas, al tiempo que saqueaba el combustible del tubo en complicidad con algunos funcionarios de la Refinería. Todo esto lo facilitó la decisión del Estado de traer mano de obra calificada paisa para ocupar cargos directivos y medios y como obreros del Complejo Industrial, mientras los trabajadores barranqueños quedaban en la calle y, finalmente, el fundador del Centro Democrático y expresidiario Uribe Vélez, la privatizó, no sin antes acabar con parte del sindicato petrolero (USO). 

Entonces, ¿Será esto es lo que hoy quieren que olvide la ciudad? La pregunta es por qué. Todos sabemos que los paisas han hecho de Barrancabermeja su pequeño Medellín, donde viven los llamados narcos invisibles, protegidos por parte de la institucionalidad uribista. Además, sus 250 mil habitantes garantizan la dinámica económica que mantiene abierta esta gran lavandería para los recursos del narcotráfico y de cualquier otro negocio ilegal del país. 

Para ello, mantienen la concentración de las tierras fértiles en el Magdalena Medio, la especulación inmobiliaria y el alto costo de vida, que se evidencia en el incremento desmedido en los precios de la canasta familiar. Mientras tanto, los emprendedores paisas se han apoderado del espacio público y la seguridad para crear este esperpento urbano: el gran bazar donde no es posible una ciudad para la vida. 

El Parque 

Las obras de la llamada renovación contemplan, además del Malecón del Río, el Mirador del Río (Mercado Gastronómico), el Centro de Emprendimiento “BIT”, las Obras de protección Muelle (Cormagdalena) y el Mercado Pesquero II Etapa; también contempla restaurar la Antigua Normal, la Capilla San Luis, los Parques Santander, Bolívar y el Ecológico de la Miramar; además, del Hotel Pipatón, entre otros. 

Según el arquitecto del proyecto, uno de sus mayores aportes es que se trata de arquitectura bioclimática. Sin embargo, como ya hemos mencionado, esto no es algo nuevo para la ciudad, ya que Remberto Franco lo había hecho en el barrio El Parnaso. No obstante, el concepto que se debe tener en cuenta de cara a la crisis climática es la sustentabilidad, lo cual está relacionado con el uso de materiales, el manejo de aguas residuales, el tratamiento de residuos y el uso de energías limpias, etc. No obstante, este proyecto es una de las peores copias de lo que Puerta de Oro hizo en Barranquilla. 

Frente a las obras restauración en el parque Santander, hay que señalar que no hay propuesta estética sino un verdadero derroche de cemento, de hecho las arepas paisas son de hormigón y, para completar, la solución técnica que se le ocurrió al arquitecto para colocar estos insípidos y nada inspiradores elementos escultóricos fue disponerlos sobre madera; para ello cubrió lo que antes era jardín, imposibilitando el contacto con la tierra y la exuberancia del color. Por lo que diseñaron una especie de tarimas, quizás pensadas para que la clase política tuviera un escenario más para sus discursos electorales. 

Por otro lado, hay que advertir que las arepas paisas no dejan de ser elementos que ofrecen algún tipo de riesgo, dado que están simplemente colocadas y sin ningún tipo de anclaje, y si los niños o alguien quiere sentarse en ellas puede estar expuesto a un accidente. Esperemos que no. Además, al observar estos objetos, el arquitecto debe tener la convicción, como lo hacen desde la alcaldía, que vivimos en medio de un otoño permanente; por ello decidió que el color predominante de sus edificios, al igual que el de las arepas y demás mobiliario urbano, debía ser los inexpresivos e insustanciales tonos pasteles, como si la luz de la ciudad no fuera diferente; así mismo se deja entrever en ese continuum de su expresión arquitectónica un pésimo comentario a la obra del arquitecto Frank Ghery y muy malo por cierto. 


Por otro lado, encontramos dos excéntricos kioscos metálicos cuyo techo termina al mejor estilo 'narcdéco': una hoja que no representa a la flora nativa y esperamos no sea la de coca para no mortificar a los de espíritu neoconservador de quienes ven demonios en todas partes y se rasgan sus vestiduras los sábados o los domingos en público durante los servicios espirituales como acto de contrición ante el oprobio o suscite controversia alguna porque algunos lo podrían entender en una oda al negocio del narcotráfico que usa la ciudad como una de sus rutas. 

Otro aspecto que salta a la vista son sus dimensiones. Al parecer pensaron instalar verdaderos supermercados en pleno parque, porque no guardan ninguna proporción con el espacio. Además, los enfrenta, quizás para mantener la competencia por el mercado, porque no tiene ningún sentido estos aparatosos cajones en un parque tan pequeño y rodeado de tiendas, restaurantes y comercio, pero si resta espacio a los niños, a la posibilidad del encuentro y la movilidad. 

Y como todo parece ser sui generis, colocaron una cómoda sala en la mitad del parque, pero eso sí, para que dure hasta la eternidad de los tiempos y la hicieron de cemento; quizás eso sea una muestra de cómo el diseñador entiende el concepto de lo bioclimático de su arquitectura, porque con el calor que hace en la ciudad, puede que muy pocos desearían sentarse sobre una brasa hirviente de cemento, además porque perjudica la salud. 

Cocina tradicional 

Como resultado del conflicto social derivado de la huelga de 1924, a los obreros petroleros no les quedó otra salida que echarle a la olla todo lo que tenían a su alcance. Así nació la práctica del sancocho trifásico, por lo que este sería el único plato de la culinaria tradicional barranqueña creado en la ciudad, porque el resto lo trajo el río. 

Hay que anotar que con la segunda oleada migratoria llegaron los hombres de los pueblos de la ribereños en busca de trabajo a la petrolera y con ellos arribó no solo la fuerza de trabajo sino su cultura y sus sabores. De tal forma, que a fuego lento se terminó de hervir esa ecléctica mezcla que dio como resultado un encuentro entre algunos santandereanos que bajaron de las montañas de San Vicente de Chucurí debido a la relación con los primeros pobladores de la ciudad, cuando Barrancabermeja era aún corregimiento de este municipio y con quienes venían del río Magdalena. 

Pero eso no fue todo, los norteamericanos de la Tropical Oil Company también trajeron lo suyo y con ellos llegaron ingleses, alemanes, italianos y todos ellos se reunían en el Club Internacional de El Centro; así todos eran extranjeros en estas tierras. Por eso, los blancos del norte trajeron a sus chefs y estos les enseñaron sus prácticas culinarias y técnicas a los cocineros de la petrolera, que como mi abuelo (Papá Chucho) y con él mi abuela (Mamá Inés) aprendieron de los extranjeros. 

Ahora bien, quienes hablan hoy de la cocina tradicional sin haber leído el libro de Claude Levi-Strauss "De lo crudo a lo cocido" podrían estar hablando desde la lógica del sin sentido; porque lo primero que esto implica es una reflexión profunda sobre lo que significa la dignidad, lo que hacen y el valor de lo que defienden. Y todo esto sin literatura sería como un sancocho de pescado sin sal; por eso, se debería sumar de manera obligatoria la lectura de la novela de Laura Esquivel "Como agua para chocolate", porque aborda la pasión y el erotismo que tiene la cocina, no solo en los sabores, colores, texturas, sino también de los amores, las técnicas, la combinación de los alimentos y la historia que hay detrás de todo ello, porque no es suficiente con saber hacer, sino entender el porqué de lo que se hace, así se transforma el sabor en conjunción de identidad y territorialidad. 

De otras realidades 

Frente a todos estos fenómenos que subsisten en la ciudad, la pregunta obligada sería: ¿Cuál es el aporte de la universidad a la ciudad? ¿Acaso se ha hecho alguna investigación sobre las economías ilícitas, sus impactos socioeconómicos y las alternativas de salida que tiene hoy la ciudad? ¿Qué estudio se hizo sobre las consecuencias de la burbuja inmobiliaria o algún estudio comparativo sobre el encarecimiento de la canasta familiar que destruye la calidad de vida de los barranqueños y las opciones que tenemos? ¿Cuántos libros se han publicado sobre las redes de economía popular o de nuevos modelos de negocios como un acto de resistencia y de reapropiación del territorio? 

¿Qué hace la universidad sus facultades de ciencias económica o la lincenciatura en artes? Solo se convirtió en un dispositivo de transmisión de una tecne, porque el deber ser de los centros de estudios superiores es generar conocimiento y ser un foro para debatir sobre las realidades que enfrenta la sociedad, sino son recipientes vacíos que sirven de cajas de resonancia de la nada. 

Mientras tanto, en nuestras calles, los jóvenes se dedican al sicariato, otros siguen sumidos en el abandono sin ninguna posibilidad que contribuya a transformar sus vidas, y algunos destruyen todo lo que encuentran a su paso. Recientemente, presencié cómo unas preadolescentes respondieron de forma vulgar a un padre de familia que llevaba a su pequeña hija a subirse a un columpio en un céntrico parque. Este les dijo que no los dañaran, pero ellas le gritaron de forma ofensiva e insultante que estaban en barranca, es decir, donde la gente hace lo que se les da la gana. 

Tal vez, este podría ser uno de los indicadores del fracaso de nuestra educación que debería llamar la atención sobre los verdaderos impactos de la millonaria inversión de recursos que han hecho infinidad de entidades de cooperación extranjeras; sin embargo, este grotesco hecho quedará en la simple anécdota entre quienes lo presenciamos. Y entonces, ¿para qué sirve la educación estética en las instituciones educativas y qué investigaciones sobre sus verdaderos alcances y modelos pedagógicos se han desarrollado en la universidad? 

Como dijo la escritora Simone de Beauvoir, "el opresor no sería tan fuerte si no tuviera cómplices entre los oprimidos". Pero aunque en Barrancabermeja conocemos bien nuestros problemas, no los abordamos en toda su complejidad de manera seria, como lo diría el psicoanálisis en términos del concepto de verleugnung (forma de negación para mentirnos a nosotros mismos). 

Por eso, es mejor decirlo claramente sin sonrojarnos: hoy todo esto revela el fracaso de buena parte del movimiento cultural de la ciudad, porque a pesar de las evidencias, se arrodillan ante sus verdugos como saltimbanquis del poder y prefieren guardar silencio frente a las realidades que promueve el alcalde Distrital Jonathan Stivel Vásquez Gómez y su Secretario de Cultura, Turismo y Patrimonio Alexis Sánchez Guerrero, mientras el mandatario sigue ocupado en defenderse ante la Fiscalía. 

Fotografía: ©ArtistasZona, julio, 2024.

lunes, 5 de agosto de 2024

EN BARRANCABERMEJA, ARRANCÓ TEMPORADA 2024 DE A VER TEATRO

Con el monólogo "La Maestra" del dramaturgo caleño Enrique Buenaventura, arrancó este domingo 4 de agosto la temporada 2024 de A Ver Teatro en la Casa del Libro Total, que contó con la masiva participación del público barranqueño. 

La obra, dirigida por Mónica Mejía e interpretada por la actriz barranqueña Lingds Says Fuentes Quiñones, fue la primera puesta en escena de la nueva temporada, que se extenderá hasta el mes de diciembre. Asimismo, la productora general de A Ver Teatro, Paula López Arciniegas, indicó que el primer domingo de cada mes a las 6:30 p.m. se realizará un estreno. 

El grupo en la actualidad está conformado por 15 integrantes y cuenta con el Taller Comuna Teatro, que es un espacio abierto de formación permanente y gratuito para todos los barranqueños de diferentes edades interesados en las artes escénicas. De tal manera, que en los últimos seis (6) años, se ha desarrollado un proceso que se refleja hoy en sus nuevas propuestas escénicas. 

El Público 

En la inauguración de la temporada de A Ver Teatro 2024, quedó demostrado que al público barranqueño no solo le interesa la cultura reality o espectáculo que promueve el alcalde del Distrito de Barrancabermeja, Jonathan Vázquez Gómez, y ejecuta su Secretario de Cultura, Turismo y Patrimonio, Alexis Guerrero Sánchez, con el vallenato, el reguetón o el tradicional fandango. Hoy hay nuevos públicos que buscan nuevas alternativas y ofertas culturales en la ciudad, donde sean escuchados y tengan la oportunidad de expresarse.;

Así lo manifestó en sus diferentes intervenciones, un público ávido de nuevas experiencias estéticas, quienes al finalizar la obra, extendieron un apoteósico y caluroso aplauso. Esta vez, los porteños no solo fueron espectadores, sino también protagonistas de una obra que culminó con sus apreciaciones críticas y reflexiones alrededor de la dramaturgia.

"Más allá de la puesta en escena y la actuación, la obra nos acerca a este presente que vivimos en la región; además, nos propone una mirada introspectiva sobre nuestra realidad, esa que agota las contradictorias sensibilidades a las que cualquiera puede verse expuesto, por la incertidumbre que destruyó, literalmente, hasta el puerto, pero donde es necesario navegar para preguntarnos sobre nuestro papel como actores sociales en una ciudad silenciada como lo es Barrancabermeja".