sábado, 27 de diciembre de 2008
Casa del Libro Total: Recuperación de la memoria visual de Santander
Apuntes críticos sobre la curaduría
Por. Victor Hugo
Es innegable que el Proyecto de la Casa del Libro Total es una apuesta a la cultura de la ciudad y sea convertido en parte del patrimonio santandereano. Por eso, bienaventurada sea la palabra y la restauración de un espacio tan significativo, que es testimonio de la historia de Bucaramanga.
Esta propuesta liderada por (Sic) Editorial Ltda., que hace parte de la iniciativa privada de la empresa santandereana Sistemas y Computadores S.A., muestra un cambio substancial dentro de la participación de los empresarios de nuestra región en los distintos proyectos culturales, que tanto gestores como creadores venimos jalonando en el oriente colombiano y que necesitan de la sinergia y la proactividad de los diferentes sectores sociales y gubernamentales del Departamento, porque hasta el momento son exiguos, pero eso sí fructíferos.
De tal manera, que no nos queda más que celebrar al unisonó el valioso aporte que la hace a la cultura Sistemas y Computadores S.A., con este magnífico proyecto del que nos iremos apropiando los santandereanos.
En la actualidad, la Casa del Libro Total, nos ofrece tres(3) Salas de Exposiciones, dos(2) Salas de Lectura y un escenario central, para todo tipo de eventos culturales. Además, en el link www.ellibrototal.com encontramos 959.898 páginas virtuales, que amalgaman lo mejor de la literaria universal y regional, que crecerá indudablemente con el empeño y el denuedo de sus creadores.
Sobre Curaduría
La Casa del Libro Total, viene haciendo un esfuerzo sin precedentes, con el fin de recuperar y preservar la memoria visual de Santander. De tal forma, que cada mes nos presenta una exposición de los Maestros santandereanos, que le han aportado un importante legado a las artes plásticas y visuales del Departamento. Este proceso, que incluye la digitalización de la obras, con el fin de preservarlas el patrimonio visual de los santandereanos.
Sin embargo, y a pesar de la titánica labor, no se nota una curaduría que proponga una investigación de manera clara, ordenada y creativa en el montaje y la producción de las exposiciones.
En este punto quiero remitirme a las precisiones que hace la curadora y crítica de arte colombiana, Carolina Ponce de León, en su libro “El Efecto Mariposa, Ensayos Críticos sobre el arte en Colombia (1985-2000)”:
“La labor de un curador de arte consiste en crear las condiciones propicias para que la producción artística sea legitimada como parte de una experiencia cultural colectiva.
Por eso, técnicamente, el oficio de un curador consiste en organizar exposiciones. Para ello reúne una selección de obras de arte, documentos y conceptos con los cuales crea un espacio conceptual artificial determinando por un montaje físico de las obras y por ayudas pedagógicas. Tal como la producción artística misma, una exposición es una forma de comunicación paradójica. En el mejor de los casos, es un medio de intercambio mediante el cual el público experimenta a través del arte aspectos de su propia dinámica cultural. El curador en una exposición puede insertar lo incierto del hecho artístico dentro de concepciones tangibles, estableciendo analogías, referencias históricas, clasificaciones, narrativas, o, por el contrario, puede entremezclar diferentes visiones artísticas con conceptos que van más allá de la lógica, estableciendo nexos “abiertos” o lúdicos que no son conclusivos. La curaduría establece una alianza con el trabajo artístico para consolidar un espacio de reflexión.
En términos generales, organizar una exposición consiste también en formar un público. Esto implica vencer los prejuicios que reducen a las exposiciones a ser eventos exclusivos para públicos “conocedor” y elitista. Hay que estar pensando permanentemente en cómo fomentar relaciones más dinámicas entre el arte, las instituciones culturales y la sociedad.
Es preciso “erradicar la percepción banal y estéril de que el arte es sólo cuestión de clase, estilo, inspiración, y genialidad. Y estos mitos no son poco ni pequeños: desde las ideas clasistas sobre qué es cultura legítima (y por lo tanto, quien la hace casi siempre tiene apellido conocido y sonoro), hasta los cánones de armonía, belleza, buena factura, y buena familia de los cuales depende generalmente que se les dé reconocimiento a los artistas"(1) .
Por las Salas
En primer lugar, formularse la circulación de una exposición, aparte de la investigación que se plantea, es un hecho que se debe pensar; quizás, es uno de los primeros retos a resolver de un proyecto de diseño de una exhibición y este tiene que ver con lo orgánico y constante de la naturaleza de todo evento expositivo, por lo que requiere un análisis previo y un diseño de un guión.
En este punto, el diseño, debe considerar distintas fases y abordar posibilidades para atrapar y propiciar en el público una experiencia singular y un acto de reflexión; por eso, el curador puede ofrecer diferentes momentos que se expresan a partir de los formatos, color y de la comunicación textual. Es decir, en todo el proceso de producción y durante la exposición dotarla de sentidos, lecturas, pero también ofrecer rupturas, que dependen de cada proyecto en particular.
De otro lado, cuando pensamos en una retrospectiva, tal vez, nos ponemos en el lugar del artistas, lo que implica partir de su producción y esto responde a lo que él quiere decir, lo comunica, al mismo tiempo, al momento donde se produjo la obra, que no es más que su contexto.
Desde esta perspectiva, la curaduría es un ejercicio creativo de investigación que consiste en hacer visibles espacios para la exhibición de piezas u obras de arte, proponer lectura y propiciar formación de públicos. Y eso es lo que se no se da en las exposiciones retrospectivas de la Casa del Libro Total.
De tal manera, que frente a esta lecturas que hemos podido apreciar en las dos exposiciones que hemos tenido la oportunidad de visitar, la de los maestros Martín Quintero Pacheco y Mario Hernández Prada, el público encontró una serie de cuadros desordenados y que se tranzan en una disputa por retener, por un instante, la mirada del espectador que entra a las Salas de Exposiciones.
No se trata de exhibir por exhibir, tratando de agotar la paredes de las Salas que se derriten frente a la mirada y que tensionan el acto sublime de la observación, que entre otras cosas es una exploración activa y dinámica de un espectador, conocedor o no, que intenta indagar por lo que tiene frente a sus fuerzas perceptivas, que se devoran así misma, captando lo esencial o deteniéndose en las infinitas de lecturas que nos ofrece un artista.
Igualmente, las obras, apiladas, arrinconadas y en esa disputa por el espacio, generaban rupturas en su equilibrio, peso y su dirección. En este aspecto, es fundamental que las obras dialoguen y le ofrezcan a su observador un encuentro, con el que aprehenda del artista, de sus procesos y periodos de forma ordenada y clara. No obstante, sino no hay una línea continua, porque es la intención curatorial, se debe generar las condiciones necesarias para que el diletante pueda llevarse una visión del contexto de la obra o los soportes conceptuales que influyeron en la vida del artista. De igual modo, las fichas técnicas de las obras estaban mal elaboradas y no ofrecían una verdadera información al público sobre la propuesta plástica.
También, hay que señalar, que no existía ningún soporte pedagógico, fuera de un boletín, Nos. 6 y 8, y la visita guiada; no obstante, aparte de estas posibilidades, una retrospectiva debe ofrecer una puesta en escena, con la intención que se traza su curador y se exhibición al público con un texto, que hace parte de su investigación, elaborada a partir de un libreto curatorial, que da cuenta de su propósito y nos ofrece un correlato de la muestra, en la que se soporta una mirada sobre la vida y la obra del creador.
A parte de esto, una evento expositivo contempla, una serie de eventos alternos que ofrecen una gama de posibilidades pedagógicas al público y vuelva atractiva la muestra.
Para concluir, este proceso que empieza, nos va a ir dejando grandes dividendos para las artes plásticas de Santander y a sus creadores. También, nos resta manifestar, que todas las exposiciones que se dan en la ciudad, son importantísimas y nos queda a los creadores, generar un espacio para la crítica que contribuya al desarrollo del quehacer curatorial, se convierta en un escenario para el dialogo, fortalezca nuestros procesos de formación y promueva la investigación, en un campo que apenas comienza a abrirse paso en el Departamento.
Exposición Retrospectiva del Maestro Mario Hernández Prada. Casa del Libro Total: Calle 35 No. 9-81. Abierta al público de lunes a sábado de 7:00 am a 9:00 pm. Bucaramanga.
(1)PONCE DE LEON, Carolina. “El efecto mariposa. Ensayos sobre arte en Colombia 1985-2000”. Instituto Distrital de Cultura y Turismo de Bogotá, Gerencia de Artes Plásticas. Segunda Edición, noviembre de 2005. Págs 29-31.
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2 comentarios:
Les recomiendo Leer este artículo publicado en nuestro Blog:
CASA DEL LIBRO TOTAL Y LA EXCLUSIÓN VISUAL
http://artistaszonaoriente.blogspot.com/2009/12/casa-del-libro-total-y-la-exclusion.html
En la negación del ejercicio periodístico
Por. Victor Hugo
En el día de hoy tuve la desafortunada idea de entrar a la Casa del Libro Total, para observar la obra plástica de Álvaro Salamanca Angarita, un artista vital.
La intención era registrar la exposición, para realizar la difusión y promoción de esta importante exhibición y hacerle un homenaje a un perenne pintor santandereano que hace escasos años desapareció en medio de unos de sus periodos más prolíficos de su producción artística.
Sin embargo, esta labor periodística fue truncada por la negación y la exclusión que se expresó por parte de los funcionarios de la Casa del Libro Total, sólo por atreverme tomar unas fotografías -sin flash-, como hasta hoy siempre lo había hecho en esa entidad sin que nadie me acorralara por tan vil y desmedido arresto, que sólo buscaba acompañar el artículo que iba a publicar.
Artículo: http://artistaszonaoriente.blogspot.com/2009/12/casa-del-libro-total-y-la-exclusion.html
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