domingo, 30 de enero de 2011
ESCUELA DE FORMACIÓN MUSICAL DE ARIGUANÍ, MAGDALENA
Con sabor a identidad
Por. Victor Hugo
“La cultura en Ariguaní no es un accesorio de lo público sino un eje dinamizador del desarrollo, porque fortalecer nuestra identidad nos permite construir realidades de bienestar social”, señala el Alcalde de Ariguaní, Rivelino Mendoza Ballestas, al referirse a la Escuela de Formación Musical del municipio.
Este municipio, cuyo nombre tiene una carga ancestral, porque así lo bautizaron sus antiguos pobladores, la nación Chimila, que fue la dueña originaria de las colinas y del valle del río Ariguaní, “El Lugar de las Aguas Claras”, como traduce su nombre.
Hoy, en la comunidad ariguanense tiene alrededor de 32 mil habitantes, dispersos en su cabecera municipal, El Difícil, y cinco corregimientos, Pueblo Nuevo, Carmen de Ariguaní, San José de Ariguaní, Vadelco y Alejandría; además de sus 12 veredas.
El joven municipio, creado como ente territorial el 30 de noviembre de 1966, tiene una larga historia, que comienza con sus comunidades ancestrales y se extiende hasta el arribo de sus primeros pobladores nortesantandereanos, en su gran mayoría, y de otros rincones del interior del país, quienes fueron victimas del desplazamiento forzado y llegaron en busca de refugio a las tierra del Valle del río Ariguaní, en medio de la primera confrontación armada que vivió la república comenzando el Siglo XX, “La Guerra de Los Mil Días”.
Esta es a grandes rasgos la historia de esta tierra, que se vio envuelta en los cruentos hechos que marcaron al país, con la presencia nefasta de la extrema derecha paramilitar, quienes durante los últimos 15 años, llenaron de desolación este paisaje.
En la actualidad su gente está empeñada en reconstruir su tejido social fracturado, recuperar la confianza y fortalecer la institucionalidad. Así quedó en el Plan de Desarrollo: “Por el bien de todos”, como lo subraya su Alcalde, Rivelino Mendoza Ballestas.
La Escuela de Música
En el Municipio de Ariguaní, por iniciativa del Alcalde, Dr. Rivelino Mendoza Ballestas, el Honorable Concejo Municipal aprobó mediante Acuerdo No. 22 del 23 de noviembre del 2009, la creación de la Escuela de Formación Musical, Francisco Manuel Rada Batista.
Este fundamental paso, generó y estableció una política cultural, que contribuye con el fomento y la difusión de las expresiones artísticas, pero sobre todo, es el soporte para la preservación del patrimonio inmaterial como estrategia de fortalecimiento de la identidad; de ahí que, las Escuelas de Formación, se constituyen una realidad que construyen los ariguanenses.
En este marco, hay que señalar que la Casa de la Cultura de Ariguaní, en los últimos tres (3) años, ha desarrollado un amplio proceso con las Escuelas, que cuenta con cuatro (4) maestros en música, uno (1) en danzas y otro en artes plásticas, quienes a través de los diferentes talleres forman hoy a 150 niños, niñas y jóvenes, de estrato 1 y 2, en su gran mayoría.
El Proceso Pedagógico
Para todos es claro, que la identidad se expresa en nuestro patrimonio material e inmaterial. Es aquí donde la música crea esos vasos comunicantes que alimentan de lo que están hechos los ariguanenses: El Son tigre de la montaña.
Este ritmo musical que fue construido por sus primero pobladores en la montañas y colinas que circundan el Valle del Río Ariguaní y que magistralmente desarrolló Francisco Rada Batista, se ha ido enriqueciendo con el pasar del tiempo; por eso, las interpretaciones que hacen las nuevas generaciones, recogen el legado de cadencia rítmica que se acompasa con los vientos y los colores que se mezclan con este paisaje.
Por eso, en el primer momento del proceso lo dedican al acercamiento y la exploración de la música como expresión, que necesariamente pasa por el conocimiento histórico, técnico y sensible del instrumento, en toda la extensión de sus posibilidades.
En un segundo momento consiste en crear las bases de la teoría musical, necesaria por estas tierras donde la costumbre es aprender de “oído” y se apela a la memoria auditiva que se lleva en la genética del hombre caribe.
En este punto del proceso, la teoría musical, cobra gran importancia, porque con ella se forman a los jóvenes interpretes. Además, despierta al músico frente al complejo mundo de una gramática que es capaz de expresar los sonidos del universo y la infinitud de combinaciones posibles.
En esta parte abordan, paralelamente, las historia de los que nos cuentan otras historias: Los Músicos y sus creaciones.
“Pero sin olvidar lo universal, porque nuestro patrimonio inmaterial nos permite fundamentar en lo cercano para encontrarnos con sonidos de otras latitudes, lo que enriquece nuestro acervo cultural; además, aprendemos en la diferencia y se enseñan distintas formas de expresión musical”, es el eje de la propuesta de formación.
“En medio de este proceso, lo fundamental se hace a partir de la lúdica que nos posibilita la música, la que conocemos, porque son los relatos de nuestras historias, esas que andan a pie por los rincones de Ariguaní y con las que aún podemos conversar y las que nos invitan a festejar la vida, que otros perdieron en medio de la inmensidad de éste Valle”, plantea sobre el proceso el Alcalde Rivelino Mendoza Ballestas.
Fotos: Hugsh, 2010©. Escuelas de Formación Musical, El Difícil, Ariguaní, Magdalena.
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