viernes, 17 de agosto de 2012
EN NEW YORK, INSTALACIÓN “NIDO DE CUERVOS” DE JANET CARDIFF Y GEORGE BURES MILLER
No sólo se trata de reproducir el sonido
Por. Victor Hugo
Son 98 parlantes los que cautivan a sus espectadores y los llevan una extrema experiencia auditiva, como lo proponen por estos días los artistas canadienses Janet Cardiff y George Bures Miller, en el Park Avenue Armory de New York.
Este paisaje sonoro construye la textura de sus colores auditivos con agitadas voces y sonidos, que irrumpe como un altisonante mantra en la mitad de un gran sala, con la que traslapa la realidad y la yuxtapone hasta el cansancio del sueño alterado.
La instalación “Nido de cuervos”, podría señalar ese espacio de cita terrorífica, que saluda a la muerte o la exorciza, deteniéndola a través del rito de la espera durante el tiempo de trance hipnótico al que son sometidos sus espectadores, en medio de una sociedad contemporánea inmersa en sus propios sueños de guerra y conquista neocolonizadoras.
Los artistas señalan que el referente de su instalación es la alucinante obra “Los Caprichos” de Goya, quien en sus 80 grabados plantea su propio manifiesto frente a las intestinas guerras como inalienable testigo de una época de la que no logró sobreponerse la historia. Hoy, tampoco lo han hecho nuestras sociedades ante los repetidos actos de barbarie producidos por el odio y la muerte, decretados o manipulados desde los escritorios donde jamás se sacia la antropofagia del poder.
Por eso, hoy la historia sigue repitiendo ese mortífero coro “El sueño de la razón” donde se mantiene el sopor de nuestras conciencias y abiertos los negocios de las maquinas de guerra. Esa es la condena autoflagelante de una civilización decadente y sedienta de la seducción de sus olvidos e ignorancias.
De tal forma, que nada más sedicioso que enfrentarnos a las consecuencias éticas de lo que hemos construido como sociedad y de la que todos somos responsables por las perdidas o el abandono que nos enrostra Goya y que nos recuerdan los artistas canadienses en su instalación sonora.
Este “Nido”, montado con un cerco de sillas donde están colocados los parlantes negros como “cuervos”, deja a la deriva a sus espectadores que devoran los 30 minutos de voces, música y ese entramado de sonidos que substancian la instalación.
En la obra los cuervos somos nosotros en estado de duermevela en medio de un decorado mundo soñoliento y por ratos medio sonámbulo, de enfermos mentales necesitados de una canción perturbadoramente apabullante, no como terapia contra el desquicio indolente sino que nos desafía frente a la muerte, de este largo duelo que aún persiste en mantenerse.
Mayores informes: Park Avenue Armory, 643 Park Avenue, Manhattan, New York NY 10065. Tel.: (212) 616-3930. Web: armoryonpark. ©Imágenes captura de vídeo.
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