martes, 29 de noviembre de 2016

FASHION DAY OF PEACE

Los gestos y la moda hacen tendencia dentro de la clase política colombiana y los altos funcionarios del Estado; mientras algunos no desaprovecharon el momento para disfrutar del encanto de la popularidad como los hacen las fulgurantes estrellas de la farándula criolla, otros decidieron tomar distancia y pasaron raudos frente a la multitud que se agolpó para pedirles un autógrafo o simplemente observarlos, cual si se tratara de la realeza o la rareza, dado que en las regiones tampoco pueden hacerlo y son inaccesible, como lo hacen los tecnócratas del poder.

Deluxe Men and Women in the Political Colombia
(El Toque Chic)
Por. Víctor Hugo

Al mejor estilo de las pasarelas de Londres, Paris o New York, el pasado jueves 24 los colombianos presenciamos uno de los días más variopintos de la moda y los modos que hacen tendencia en la clase política colombiana y los altos funcionarios del Estado.

Dentro del “Fashion Day of Peace”, cabe remarcar su absoluta conexión con la temporalidad colombiana; sin embargo, este pre-fall anuncia lo que nos depara el futuro próximo, es decir, más de lo mismo.

Sí, el mismo del que somos testigos en estos días, ante la mirada impasible del Estado frente a los 126 muertos, las múltiples amenazas y los atentados contra los líderes sociales y defensores de derechos humanos. Así arrancan los procesos de paz que se desarrollan en el país.

A pesar de ello, continua el paso firme de las instituciones, para salvaguarda la democracia colombiana, la que ocupa el tercer puesto dentro del Índice Global de Impunidad 2015, con un 75,6 y por debajo de México, uno de los países más corruptos según la investigación de la Universidad de la Américas de Puebla.
Al tiempo que en los rostros de los generales, se percibe esa mirada de pocos amigos, ante la coyuntura del país, sino juzguen ustedes, como en el “Fashion Day of Peace” sólo se vieron los adustos semblantes que hacían juego con el mate de los uniformes, que en cierta medida reflejan la moda republicana, que configura el eclecticismo minimalista de la neoinstitucionalidad y sus modos de acercarse a la realidad.

Es estos días Bogotá esta teñida por un pertinaz invierno, como ocurre en el resto del país, aunque no tan intenso como en el Choco y otras regiones marginales de la que es mejor no acordarse; este significativo hecho del ciclo atmosférico, le dio un tinte cromático y emocional a una calle pasmosamente gris como el aspecto que se dibujaba en algunos de los semblantes de los más connotados de sus protagonistas, que resulta ser una muestra representativa del país. No obstante, en medio de tanta personalidad llegó el Niño Dios a la capital de Colombia, con su acostumbrado paseo navideño. Eso sí, custodiado por las fuerzas del orden, por si acaso.

Uno de los primeros al que nos referiremos, por la distancia a la que se sitúa de la realidad, es al Ministro estrella, que de soslayo parece alcanzar a observar solo los negocios que fabrican las EPS con el dolor de los colombianos. Hablamos del Dr. Alejandro Gaviria Uribe, un economista conservador y como lo señala su reconocida humildad, nadie como él para entender los problema sociales del país; por eso mantiene su postura: alejado lo que más se pueda de la vox populi, a pesar de ello logramos captar su look al estilo James Bond.

El primero saludo a la multitud para dejar constancia de paso fugaz y quizás porque aún el Gobierno Nacional no responde por los últimos asesinatos de los miembros de la Marcha PatrióticaAdiós Ministro.

El segundo, Rodrigo Lara, se nota en su encantadora y displicente mirada, su discrepancia con la muchedumbre y era mejor resguardarse ante alguna pregunta incomoda sobre la reciente condena al exgobernador de La Guajira, Juan Francisco “Kiko” Gómez Cerchar y las amistades peligrosas que mantiene su partido, Cambio Radical, con algunas cuestionadas familias y políticos del Caribe colombiano.

El más sorprendido en la pasarela del “Fashion Day of Peace”, fue el político Liberal santandereano, Horacio Serpa Uribe, cuando alguien le reclamó, porque según el coterráneo del senador,su paso por la Gobernación de Santander no fue “ni chicha ni limoná”. De tal manera, que para salir del momento perturbador, intentó sus acostumbrados pases hilarantes; aunque no salió bien librado porque nadie entendió si se estaba burlando de la bandera blanca de la paz o de él mismo.

A Clara Rojas, le fue muy bien. La senadora, con sus acostumbrados sastres, su tímida sonrisa y su inalterable compostura, fue recibida por su fanaticada, pero eso no fue suficiente para acercarse a los de las barras.

Al mismo tiempo, el senador Antonio Navarro Wolf, hacia sus propios esfuerzos por la paz. Igualmente, hay que anotar, como lo dice el escritor colombiano Rafael Pombo en su Renacuajo Paseador, que toda la clase política estaba muy tiesa y muy maja.

Por otro lado, pasaron quienes le ponen su toque de originalidad a los eventos, apesar que algunos opinen que están en el lugar equivocado. De todas maneras hay que tener una férrea personalidad para usar atuendos un tanto llamativos como las medias negras de la señora, eclipsadas por el tradicional vestido caucano y la pinta étnica, donde se destaca la infaltable mochila aruhaca.

Claro que no faltaron los afrocolombianos con su impecable blanco, que imponía el épico momento.

Por otro lado, estuvieron los que se saludaron al vulgo, para solazarse y disfrutar del cautivador toque de popularidad, atendiendo el clamor ciudadano. Por ejemplo, como el senador de Cambio Radical, Juan Fernando Galán o el infaltable Roy Barrera, que no se pierde ni la corrida de un catre, pero que brilla con luz de la Unidad Nacional.


Y como siempre, fueron apareciendo uno a uno los senadores y representante de la izquierda colombiana, quienes tampoco perdieron el tiempo ni se hicieron rogar de ese puñado de colombianos que querían tocarlos a ver si eran de carne y hueso

El simbólico senador Iván Cepeda y para que no quedará la menor duda, en un acto fortuito o del más fino ilusionismo hizo aparecer una paloma frente a los ojos de un público que necesitaba entretención. Ojala nos enseñará el truco.

Y los demás con su sello particular animaron la espera como el Representante Inti Asprilla, Aida Abella que arribó con su consignas y el pedagógico Representante Víctor Correa, quien se dedicó a explicarle a la gente como iba ser el tramite vía fast track del Acuerdo de Paz, que se acaba de firmar.



Cabe resaltar las insospechadas combinaciones del Representante Germán Navas Talero, quien esta vez sorprendió no exactamente por su sagacidad jurídica, sino por la combinación de ocres y azules de su atlética figura, que hacían juego con las iluminaciones de su pelo.

Cerrando la pasarela del “Fashion Day of Peace” paso sigilosamente, como si quisiera pasar inadvertido y muy entretenido con su celular, el Director de la Unidad de Víctimas, Alan Edmundo Jara Urzola. Así evitó que le preguntáramos porque la Dirección Territorial del Magdalena persigue a los periodistas que dicen la verdad sobre su entidad

Pero, el Ministro del Medio Ambiente, Luis Gilberto Murillo, observaba con mucho detenimiento la posibilidad de implementar el Fracking en el centro de Bogotá, como lo pretende hacer en San Martín, a través de las licencias ambientales que sin ningún tipo de miramiento expide a diestra y siniestra para la multinacionales petroleras, sin importar que lesione los recursos naturales y los ecosistemas estratégicos de las comunidades colombianas. Business is business, no ministro…!

Definitivamente, el que atrajo las miradas desesperadas y contradictorias algunas, fue el exalcalde de Cúcuta y senador del Partido de la Unidad Nacional, Manuel Guillermo Mora Jaramillo, con su moda retro vintage; al mejor estilo de las terlenkas de los 70´s, creó la ruptura y expresó una comprensión de la moda colombiana que se niega a morir en los baúles de los abuelos. La saco del estadio Dr. Mora; nótese como le huían y las miradas que hechizó y como provocó la hipnosis colectiva. Afortunadamente, logre capturar el emblemático momento del Pret-à-Porter criollo.

Para finalizar, es muy significativo que en dentro de la cultura líquida contemporánea, el filosofo francés Gilles Lipovetsky se haya detenido en la moda, porque como dicen los entendidos del tema es una declaración que expresa al que la usa o simula sus propias debilidades en medio de un sociedad de la mirada opulenta. Esperemos que en el próximo evento tengamos mucho más señalar de las tendencias de la moda, los modos y el particular lenguaje de la clase política colombiana.

Fotografías: Artistas Zona, 2016©