miércoles, 27 de mayo de 2009
13 SALONES REGIONALES: CURADURÍA HACER DEL CUERPO
La Región Caribe: Este lado de arriba
Por. Grupo de Investigación Curatorial Este Lado Arriba
En la vasta región del norte colombiano, en el lado septentrional de lo que comprende nuestra soberanía, se extiende la Región Caribe, este lado de arriba poseedor de una gran complejidad social y cultural. Todas las actividades de quienes habitamos esta región se concentran en el uso que se hace del lenguaje oral y corporal. La gastronomía, la costura, el baile, la artesanía, las tertulias alrededor de una partida de dominó, el turismo, las fiestas patronales, los carnavales y las expresiones coloquiales, entre otros muchos aspectos que identifican a esta región, tienen como contenedor o atraviesan de una u otra manera el concepto de Cuerpo Caribe. La plasticidad asombrosamente poética, sensual y desbordante de vida que encontramos da pie para especular sobre cómo la influencia climática, geográfica, geopolítica y el mestizaje racial moldearon el Cuerpo Caribe de hoy.
Es este Cuerpo Caribe actual el pretexto para abordar el presente proyecto curatorial titulado Hacer del Cuerpo, a través del cual se busca desentramar, descifrar y desplegar las manifestaciones artísticas que, desde la plástica y su relación con otras disciplinas, abordan las diferentes concepciones y representaciones que se tienen del cuerpo en la Costa Caribe colombiana. Es así que se busca interpelar las diferentes lecturas que se generan a partir, alrededor del y con el cuerpo valiéndose de lo alternativo, lo efímero, lo excéntrico, lo marginal, lo no convencional, lo híbrido, lo inmerso en el rebusque, lo móvil, lo que se encuentra en proceso de adaptación, lo intermitente, lo contradictorio, lo interdicto, lo itinerante, lo volátil y lo invisible, lo que se encuentra en la ruptura, sea en su concepto, en su técnica, en su divulgación, así como en su interacción con el espacio de exhibición y con el espectador.
Hacer del Cuerpo, más allá de ser un juego de palabras con un doble sentido, es un proyecto que busca generar una estructura que incluya, además de la muestra y acopio de obra y la realización de laboratorios y proyectos de creación con ciertas características específicas, un componente pedagógico que interactúe con el proceso y que sirva de apoyo a la reflexión artística que pueda generar la curaduría.
Hacer del Cuerpo: Configuración desde la(s) mirada(s) caribe(s)
El concepto de cuerpo es uno de los temas más recurrentes en el arte. No sería pertinente abordarlo si no fuera necesario sentar un esquema que nos ayude a visibilizar sus mecanismos de inserción dentro de la sociedad contemporánea. En el último siglo, el cuerpo ha sido sublimado, fragmentado, deformado, canonizado, se han subvertido los paradigmas de su armonía. El cuerpo rebasa actualmente el aspecto de lo biológico para desintegrarse como imagen social, libre de límites anatómicos, donde factores como la memoria y las emociones toman un lugar preponderante. Es necesaria la búsqueda por parte del artista que trabaja con el cuerpo en sus diferentes dimensiones, con el fin de que pueda contestarse a la pregunta de qué significa pertenecer al Caribe y, aun más, qué significa ser Caribe.
El cuerpo, con sus características anatómicas y su información genética, da forma a la cultura tomando las nociones corporales, como punto de partida para llegar a conocer valores y actitudes sociales. Pero igualmente, la concepción de cuerpo depende del contexto en el que éste se desarrolla. El cuerpo es entonces, además de un resultado efecto de un contexto definido, provocador de dinámicas que transforman su entorno, constructor de cultura y de sociedad; un mecanismo complejo que funciona de nodo, donde confluyen y de donde se desprenden procesos simples y complejos que, como en este caso, sirven de guía para la construcción de la identidad de los pueblos.
Específicamente, el Cuerpo Caribe es un cuerpo (o muchos cuerpos) producto del sincretismo, del mestizaje, de la diáspora, de la sutura, de la otredad, de la fragmentación. Como objeto de investigación, se vuelve un cuerpo difícil de discernir por sus múltiples dimensiones y, por eso mismo, es campo de exploración, donde se puede someter a la experimentación, sea sólo de su imagen o también de su fisicidad. Para esto, Este lado arriba propone seis ejes de exploración, con el fin de crear un tejido que vislumbre (y si es posible, defina) los diferentes niveles de relación existentes entre el Cuerpo Caribe y todo lo que lo afecta. Estos son:
1. Cipote entongada/El cuerpo sagrado: La superficie, lo externo, el culto a la apariencia corporal hace que el cuerpo sea endiosado, perdiéndose en la fina línea de lo sagrado, sucumbiendo en la iconicidad donde la imagen que hay que adorar se hace carne. Se observa lo sagrado desde diferentes puntos de vista y sus posibles relaciones:
Primero, el cuerpo desde el punto de vista religioso (incluso dentro de la sociedad Caribe, donde la fe se ha edificado a través del sincretismo) es considerado como el templo donde reposan los dioses, por lo tanto su representación partiría, en un principio, de lo espiritual a lo físico, pero también de lo tectónico, de la fuerza creadora cosmogónica que une al hombre con la naturaleza. De la misma manera, este ejercicio espiritual para el cuerpo no está lejos de ser semejante al ejercicio físico rutinario que ejerce aquel que fielmente acude a un gimnasio para fortalecer su apariencia muscular. Es el espacio del exhibicionista, del que posa en la foto, del que se muestra en la playa, el canal donde el cuerpo muestra su materia, su estructura y su imagen diseñada para la exposición.
También es aquí en donde abordamos el tema de la estética predominante en la mayoría de las señoritas del Caribe, que buscan transformar sus crespos en lisas cabelleras estándar, y de las tendencias de moda en el vestir que buscan estandarizar la belleza del hombre y la mujer bajo los cánones de belleza internacional. Es el cuerpo ubicado en el altar o en el trono, con su báculo sanador o con su cetro cautivador, el del cuerpo restaurado sólo para ser canonizado, no sólo bajo el carácter de lo santo, sino también como el paradigma de lo bello.
2. Cortá con tijera e palo/Cuerpo fragmentado: Actualmente el cuerpo se expone de múltiples maneras: se muestra públicamente vivo, muerto, mutilado y muchas veces, a través de la ausencia y del vacío que dejan los cuerpos al desaparecer (ya sea con la muerte o el olvido), se manifiesta por la huella que ha dejado. En estos parámetros sociales en donde el “cómo es” es menos importante que el “cómo debe ser” y en donde la apariencia rige los cánones tanto de belleza como de moral, se expone el cuerpo a una carnicería sin precedentes. Es en este afán de satisfacer el gusto a los demás en que se violenta y se trepana el cuerpo prefabricándolo y refabricándolo, para satisfacer el gusto y las necesidades de los otros.
Es bien sabido que en el Caribe colombiano los cuerpos son bien dimensionados y que es motivo de orgullo mostrar sus partes: las nalgas de 14 quilates que se cultivan, los falos enormes, el garbo al caminar y muchas otras características son motivo de admiración, burla, comercio, frustración y violencia. El cuerpo se fragmenta en territorios para conquistar, transformar, en una constante refabricación de su geografía.
3. Da que te vienen dando/Cuerpo fetiche: El Cuerpo Caribe es objeto si se compra, se vende o se intercambia. Producto de la prostitución, el cuerpo se transa a cambio de dotes o de contrabando. Cuerpo que es secuestrado y adquiere un precio, que se tortura y se encadena. El Cuerpo Caribe entonces se desintegra, transforma, muestra, maltrata, exhibe y se convierte en pedazos de nada.
4. Ni fu ni fa/Cuerpo travestido: La hibridación propia del territorio caribeño, producto del cruce de culturas, es uno de los tantos motivos por los cuales la identidad de esta región es difícil de definir. La imagen del travesti, que se liga al territorio del Caribe a través de la metáfora, contiene elementos como el exotismo, la sensualidad, el deseo, el paraíso ideal y el paraíso sexual, la fiesta y el carnaval, que a su vez se disfrazan con los estereotipos (verdaderos o infundados) de la bulla, la parranda, la alegría, la malandrería, la corronchera, el vacile efectivo, la lisura, el perreo, el flow, el brillo y el exceso de color. Si esto es así, el Caribe podría ser una región formada por meras apariencias, reafirmando su trasfondo travesti: el de algo que desea escabullirse de su propio ser para refugiarse en la otredad.
El Cuerpo Travesti representaría no literalmente un espectáculo carnavalesco, resultado de la liberación de un dominio jerárquico, en el que la teatralidad de la realidad se hace notar en un sinnúmero de representaciones de la carne que se desborda, sino también un cuerpo político, entendiéndolo como las posiciones, actitudes y gestos que adopta el cuerpo según el estrato social en que viven, el trabajo que desempeñan o la relación que tiene con su entorno.
5. Del timbo al tambo/Cuerpo itinerante: El cuerpo que se desplaza es un cuerpo que construye, desde su experiencia de descubrimiento, nuevas cartografías sociales. Producto de diásporas, invasiones y migraciones, el Cuerpo Caribe es un crisol de culturas conformado por un proceso de miscegenación en constante ruptura histórica: desde los indígenas que buscaban refugio, los europeos que invadían territorios, los africanos que huían a los palenques por su libertad o los árabes y gitanos que veían una oportunidad de negocio en cualquier lugar del trópico; hasta los nuevos conceptos de desplazamiento y flujo producto de la violencia, el turismo o del comercio. La errancia y el exilio (incluso a esferas virtuales) han sido en el Caribe símbolo de libertad y de construcción de identidad.
6. El contra-cuerpo/La mirada ajena: Para una persona ajena a la cultura caribeña, su primera asociación con el Cuerpo Caribe es un negro en una hamaca haciendo pereza. Esta imagen cliché que persiste en existir en el inconsciente colectivo del “cachaco” ha limitado las percepciones entre las dos culturas. Pero las nuevas prácticas artísticas nos proponen la reconstrucción de nuestro inconsciente colectivo a partir del contacto directo y el conocimiento más profundo de las diferentes prácticas culturales, artísticas y sociales de la región, al mismo tiempo que nos invita al autodescubrimiento a partir de la mirada ajena. Así es que el Contra- Cuerpo se proyecta como una propuesta para entender mejor el Cuerpo Caribe desde su contrario, develando los elementos intrínsecos y ancestrales que justamente, por estar tan insertados en nuestra cotidianidad, no los vemos como aportes artísticos, pero que al ser afectados por un contacto externo los evidencia complementando así el concepto de esta curaduría.
Foto: Encuentro de Equipos de Investigación Curatorial, 13 SRA, Bogotá, 21 y 22 de mayo. Grupo de Investigación Curatorial Este Lado Arriba (Joyce Paola Moreno, Juan Fernando Cáceres, Yannis Anillo Batista y Miguel Ángel Pazos y Roberto Carlos Pérez).
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1 comentario:
Por lo que pude leer, suena muy interesante. Me gustaría poder ver fotografías, imágenes sobre las exposiciones, ya que me interersa mucho analizar nuestro mundo a partir de lo que creamos.
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