viernes, 26 de septiembre de 2025

EL PEDESTAL VACÍO Y LA CULTURA DEL TRÁNSITO EN BOGOTÁ


BOG25: El Vértigo de la Exposición

La imagen que nos ocupa, capturada en un espacio peatonal y arquitectónicamente significativo como la Plaza San Francisco en pleno centro de Bogotá, se revela como un encuentro fortuito y cargado de tensión entre lo permanente, lo efímero y lo ausente. Esta fotografía no es solo un registro, sino un comentario incisivo sobre la permeabilidad del espacio público y la naturaleza de la "exposición" en la sociedad contemporánea y configura una colisión silenciosa: Estructura, Consumo y el Pedestal Vacío.

El Contrapunto del Pedestal y la Cartelera

El elemento más potente y, paradójicamente, menos activado es el bloque de hormigón en primer plano. Este objeto, tosco, pesado y anclado al suelo por su propia masa, con una corona de pernos oxidados que sobresalen, funciona como un pedestal interrumpido o un cimiento fallido. Su propósito anterior o futuro es irrelevante; en la imagen, es un símbolo de lo olvidado, lo inerte y lo funcionalmente obsoleto. Es la memoria cruda del urbanismo, el esqueleto desnudo que se opone a la pulcritud del entorno. Su posición central y baja lo convierte en un obstáculo estético y físico, una herida en la alfombra de ladrillos. 

Justo detrás, en una posición más elevada y con una escala que intenta dominar la vista, se alza el cartel de la Bienal Internacional, un estandarte pulcro y patrocinado que promociona un evento cultural. Este cartel, con su sofisticado diseño gráfico y su contenido que sugiere "arte y ciudad", representa la cultura oficial, mercantilizada y efímera. Es el polo opuesto al hormigón: ligero, móvil, temporal, enfocado al consumo visual rápido. La fotografía enmarca estos dos elementos —el fundamento brutal (el pedestal de hormigón) y la propaganda cultural (el cartel BOG25)— en una colisión silenciosa que resume la dinámica de la ciudad moderna: la cultura como producto que se superpone a una realidad urbana subyacente y a menudo ignorada. 

La Multitud como Espectáculo y Consumidora 

En el plano medio, el movimiento de un grupo de jóvenes mujeres introduce la dimensión humana y social. Estas figuras no interactúan con los elementos centrales de la composición (ni el pedestal ni el cartel), sino que transitan por el espacio, absortas en sus propias dinámicas: el uso del móvil, la conversación, el simple caminar. Son las consumidoras de la ciudad, el público al que van dirigidos tanto la arquitectura histórica (el fondo) como los eventos culturales (el cartel), pero que en este momento están distraídas o enfocadas en la micro-cultura de lo personal (el smartphone). La figura en el extremo derecho, un anuncio en alto, se distingue como productor de su propio contenido. El fotógrafo ausente con la necesidad de documentar, de transformar la vivencia en una imagen para ser compartida, creando una espiral de "ser visto" y "registrar lo que es digno de ser visto". 

Reflexión de Crítica Social 

Esta fotografía critica la falta de anclaje real de la cultura patrocinada. El arte se anuncia en un cartel, pero el pedestal de la ciudad está vacío o, peor aún, ocupado por un vestigio industrial sin gracia. El arte se ha convertido en una superficie lisa y brillante (el cartel), fácilmente transportable y reemplazable, que flota sobre un suelo rugoso e inamovible (el pedestal). 

La crítica social reside en la indiferencia que cruza la escena. Los transeúntes pasan sin reparar en la incongruencia del pedestal mutilado, lo que sugiere una ceguera selectiva ante las cicatrices de la ciudad. Vemos una sociedad que se mueve rápidamente, cuyo foco está dirigido hacia lo nuevo (el evento promocionado) o lo personal (el móvil), mientras que los cimientos de su propia historia material permanecen como escombros monumentales en su camino. 

La imagen es, en última instancia, una metáfora de la atención dispersa y la superficialidad del compromiso cívico. El verdadero "arte" —la reflexión sobre el espacio, la historia y la comunidad— está precisamente en el rústico bloque de hormigón que todos evitan, en el silencio de lo que una vez sostuvo algo y que ahora solo sostiene la pregunta sobre qué valoramos realmente colocar en nuestros pedestales. 

Fotografía: ©ArtistasZona. Bienal Internacional Arte y Ciudad BOG25, Septiembre, 2025.

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