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jueves, 18 de septiembre de 2025

BOGOTÁ, ANFITRIONA DEL ENCUENTRO "CIUDADES Y CULTURA EN IBEROAMÉRICA": DIÁLOGOS PARA TRANSFORMAR EL ECOSISTEMA CULTURAL


Cerca de 2.000 actores del ecosistema cultural y 300 invitados de 82 ciudades de Iberoamérica se dieron cita en el Encuentro Ciudades y Cultura en Iberoamérica, celebrado este 18 de septiembre en Bogotá. El evento, diseñado para fomentar la reflexión sobre la profunda relación entre la cultura y las urbes del continente, se desarrolló a través de diversas metodologías de conversación. 

Su acto inaugural tuvo lugar en el emblemático Teatro Jorge Eliécer Gaitán, donde gestores, productores y creadores culturales se reunieron para cuestionar el presente y el futuro del quehacer en el campo cultural. 

A continuación, te presentamos algunos fragmentos de la intervención del secretario de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá, Santiago Trujillo

“Somos muchos quienes hemos pensado en que la crisis que atraviesa nuestras democracias no son solamente políticas, económicas o institucionales. Son ante todo crisis que tienen profundas raíces en la cultura. Durante décadas hemos abrazado la idea de que la cultura tiene el poder de transformarlo todo. Esta idea, repetida una y otra vez como lema inspirador, ha servido para justificar políticas, programas e incentivos”. 

“Sin embargo, esa fe casi ciega en su potencial, es la que nos impide darnos cuenta de que la cultura no es una fuerza omnisciente y todopoderosa y que a veces se encuentra detractores que la niegan, la combaten o la manipulan. Creer que la cultura es infalible no solo puede resultar ingenuo, sino contraproducente, porque la cultura no está al margen del conflicto, del poder o la exclusión, idealizarla es desconocer su complejidad y sus límites”. 

“Quizás Todo eso ocurre porque en el fondo no hemos sido capaces de hacernos preguntas, más preguntas, nuevas preguntas, preguntas que nos fijen nuevos rumbos. ¿Y qué significa entonces la pregunta? Eso que aquí reclamaban nuestras anteriores expositoras”. 

“Tal vez significa incomodar, incomodar al poder, quizás cuestionar nuestras propias certezas, quizás desmontar los discursos establecidos, poner en duda lo que damos por hecho. Preguntar es, en esencia, un acto de profunda y poderosa libertad. Quizás la cultura no pueda transformarlo todo, pero sí puede ser el espacio donde se gesta la incomodidad necesaria para imaginar lo que aún no existe”. 

“Quizás el futuro no dependa tanto de las respuestas, sino de nuestra capacidad incesante de seguir preguntando. Vivimos, como lo advirtió el filósofo Schneider, tiempos peligrosos, donde la política de la eternidad reemplaza la política de la responsabilidad y donde el que se atreve a pensar diferente es rápidamente clasificado como traidor, hereje o enemigo interno. Hoy vemos como el extremismo se alimenta del miedo y el miedo a su vez silencia la diferencia”. 

“Por eso es tan transformador hablar del poder que hay en cada uno de los liderazgos, visiones, pensamientos y sentires que están aquí sentados y déjenme decirles, por favor, otra vez, muchas gracias por estar aquí compartiendo su historia, compartiendo su traza, compartiendo su liderazgo. No hay estrategia más retadora frente al poder de los relatos únicos que la potencia de la diversidad, de las muchas historias posibles. Un encuentro cultural siempre será esa bella polifonía, donde el contrapunto de distintas voces compone la obra maestra que da cuenta de un momento de nuestra realidad común”.

“Cuando hablamos de la cultura como bien público, estamos diciendo que no debe depender de los vaivenes del mercado, ni mucho menos de los caprichos del poder. Pero seamos francos, que tan pública es la cultura hoy, que tanto hemos cerrado las puertas aún sin querer a quienes no dominan el lenguaje de los festivales, las bienales y las curadurías, que tanto hemos contribuido incluso desde las instituciones a una cultura elitista, desconectada, encerrada en sí misma o peor aún a una cultura administrada como si fuera una cadena de favores clientelares donde los recursos se reparten cual contentillo y sin visión de largo plazo más para entender para atender urgencias que para construir procesos sostenibles”. 

Fotografía: Secretario de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá, Santiago Trujillo. Teatro Jorge Eliécer Gaitán de Bogotá, septiembre, 2025.