miércoles, 26 de noviembre de 2025

EL ESCUDO PATRIMONIAL DE TEUSAQUILLO: ¿PODRÁ UN PLAN DE 20 AÑOS SALVAR EL PARKWAY Y LA GENTRIFICACIÓN?


La asamblea convocada por el Consejo Local de Cultura y Patrimonio (CLACP) el pasado 20 de noviembre, sirvió como escenario para una inmersión crítica en la gestión del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC) en la Localidad 13. La entrevista con Mónica María Mercado Díaz, de la Oficina de Gobernanza y Participación de esta entidad, arrojó luz sobre los avances del Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP) de Teusaquillo, una herramienta de largo aliento que busca blindar la memoria material e inmaterial de uno de los sectores más icónicos de Bogotá. 

Un Marco Normativo Joven para una Ciudad Ancestral 

El primer punto a destacar es la juventud del andamiaje legal que soporta la conservación patrimonial en Colombia. Como bien lo señaló Mercado Díaz, la Ley General de Cultura data de 1997 y sus modificaciones (como la Ley 1185 de 2008) son estructuras recientes al compararlas con los 500 años de historia de la ciudad. Esta "novedad" en la normatividad implica que la institucionalidad aún está en proceso de adecuación y comprensión de los roles necesarios para la conservación y el diálogo sobre el patrimonio. 

El PEMP de Teusaquillo surge precisamente como el instrumento de gestión clave, amparado en esta legislación. Sorprendentemente, el PEMP no es un apéndice del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), sino un instrumento de mayor jerarquía. Esto no implica conflicto, sino una necesaria articulación para garantizar que, además de las directrices de ordenamiento general, exista una "mirada mucho más juiciosa" sobre el patrimonio específico del sector. 

El PEMP de Teusaquillo: Un Proyecto de Larga Duración 

Adoptado mediante la Resolución 943 del 18 de diciembre de 2023 (Descargar Aquí), el PEMP de Teusaquillo abarca un área de 285 hectáreas. De estas, 198 hectáreas (el área afectada, marcada en color rojo en los mapas institucionales) concentran la mayor densidad de Bienes de Interés Cultural (BIC) materiales y las prácticas inmateriales. 

"Esto es una apuesta de largo plazo, son 20 años. Nosotros vamos a necesitar alinear muchas administraciones..." puntualizó Mónica María Mercado Díaz. 

El PEMP se estructura en cuatro grandes componentes: programático, normativo, de divulgación, y de participación y gobernanza. El componente programático se despliega en cuatro líneas estratégicas, 12 programas, 36 proyectos y 78 acciones que van desde la reactivación económica en articulación con el uso residencial, hasta la movilidad y el medio natural. Dentro de esto, se destacan cuatro Proyectos Urbanos Especiales: el Río Arzobispo, la Calle 45, el Parkway (que recibe una atención especial) y la Casa Museo Jorge Gaitán. 

El éxito de este proyecto depende de la alineación de múltiples administraciones y la priorización presupuestal de otras entidades, lograda gracias a la articulación del IDPC como ente gestor. 


La Gobernanza: Un Comité en Búsqueda del "Mundo Ideal" 

El componente de Gobernanza se materializa en el Comité Único de Participación Integral (CUPI), que congrega a representantes de Juntas de Acción Comunal, instituciones educativas, consejeros de patrimonio, y más. El CUPI tiene roles claros: formular recomendaciones, gestionar iniciativas privadas, hacer seguimiento y apoyar la divulgación. Sin embargo, el proceso no está exento de desafíos. 

El primero de ellos es la Rotación Institucional, debido a la alta rotación de funcionarios (contratistas) hace que cada inicio de año el IDPC deba "volver a identificar quién es el par" y se pierda conocimiento acumulado. 

Otro reto es la Representación Ciudadana, que se expresa en la conformación del CUPI, especialmente en el sector de Santa Fe. Además, la alta demanda de participación debe ser canalizada mediante la rotación de representantes para garantizar la inclusión. 

El tercero es la gestión del tiempo, dado que la ciudadanía demanda resultados de los 20 años de plan "ya materializados", pero la consolidación y ejecución de proyectos toma tiempo. Y. finalmente, es la necesidad de incentivos para los poseedores de Bienes de Interés Cultural (BIC), buscando una "compensación de esas cargas y beneficios" para que el cuidado del patrimonio no recaiga solo en el ciudadano. 

El Caso Emblemático del Parkway 

El Parkway (ubicado en la Avenida Carrera 24 -Calle 45/ Carrera 20, en el barrio La Soledad), es uno de los Proyectos Urbanos Especiales, ha visto un avance significativo. El IDPC logró su declaratoria como parque y espacio público patrimonial mediante la Resolución 83 del 19 de febrero de 2025, del Instituto Distrital de Recreación y Deporte. 

Esta administración busca resolver la falta de un "doliente directo" que generaba usos no regulados. El IDRD, en alianza con el Jardín Botánico (bajo la estrategia de Bosque Urbano del PEMP), debe ahora desarrollar la zonificación y los protocolos de uso. 

La protección contra la gentrificación es abordada desde la prioridad normativa al tejido residencial y el estudio de figuras como la subdivisión de inmuebles para acomodar nuevas realidades familiares, aunque se reconoce que el PEMP necesita el respaldo de grandes políticas de ciudad para la protección de moradores. 


La Urgente Necesidad de "Dientes" en la Norma 

El componente normativo, que regula usos y alturas, es vital para evitar perjuicios a los bienes patrimoniales. Sin embargo, la mayor frustración ciudadana radica en la falta de control urbano efectivo y la ausencia de "dientes" para hacer cumplir la norma. 

En este sentido, según Mercado Díaz, el IDPC está trabajando en: la agilización de procedimientos a través de asesorías permanentes a los ciudadanos para facilitar los permisos de intervención. 

Así mismo, indicó que adelanta un trabajo de articulación con la Secretaría de Cultura, Alcaldías e inspectores de policía para unificar la respuesta ante el incumplimiento. Y, en capacitar con el fin de sensibilizar y proporcionar herramientas obre los alcances de la norma, porque su desconocimiento sigue siendo un gran obstáculo. 

El PEMP no es una panacea; no se le pide que resuelva problemas estructurales de ciudad como la seguridad, la habitabilidad en calle o la cultura ciudadana, aspectos que trascienden su alcance territorial. 

Finalmente, el PEMP de Teusaquillo, con su ambición de 20 años, es un documento esperanzador, pero su éxito real pende de un hilo como lo señalan algunos líderes de la Localidad. La frustración ciudadana es palpable: mientras el IDPC insiste en la nobleza del diálogo institucional y los comités de participación, los habitantes de Teusaquillo esperan avances materializados en la calle y no solo en las resoluciones, como opinaron varios de sus habitantes.


Fotografía: ©ArtistasZona, noviembre de 2025. Imágenes Instituto Distrital de Patrimonio Cultural de Bogotá (IDPC).

sábado, 15 de noviembre de 2025

DE LA MALOKA CUÁNTICA AL DISEÑO DE INTENCIÓN: LA GEOMETRÍA ANCESTRAL MUISCA EN EL ÍCONO DE TEUSACÁ

"El Cháak (dios de la lluvia) y el P'úul (vasija) nos dan la vida. El agua no cae, sube de la tierra al cielo y vuelve." Fragmento de rituales Mayas de petición de lluvia (Ch'a' Cháak). Documentado por Diego de Landa (*) 

 "Las lagunas son casas de los dioses, donde el hombre debe entrar y transformarse. 
Son el sexo de la tierra"
Citado en diversas etnografías de los Andes
Siglo XX/XXI 
(Recolección de tradiciones orales).
 
Este icono es un manifiesto visual que traza una línea ininterrumpida entre la cosmogonía Muisca de Bacatá y las vanguardias del arte contemporáneo que se resisten a la amnesia histórica. Este puente conceptual se cimenta explícitamente en la obra del artista y diseñador santandereano Antonio Grass, cuya investigación sobre la geometría ancestral se convierte en el cimiento teórico de la pieza. 

La Raíz: Antonio Grass y la Vasija Ancestral 

El punto de partida conceptual del ícono es una investigación anclada en la obra del diseñador gráfico santandereano Antonio Grass (autor de "La marca mágica: diseño precolombino colombiano"). Grass decodificó los patrones Muiscas, Taironas y Quimbayas, demostrando que eran códigos semánticos sofisticados y estructurados. 

El ícono toma como centro la vasija, un objeto que trasciende su función utilitaria para convertirse en un "continente". Esta forma de naranja terracota (que evoca la arcilla y la creatividad) simboliza: El Territorio y la Nacionalidad en su sentido más originario; la Comunidad y la Tradición Oral (el objeto que se pasa de mano en mano) y un acto de resistencia visual que afirma la dignidad del legado de las naciones originarias frente al neocolonialismo cultural. 

La Geometría: De la Maloka Sagrada al Horizonte de Sucesos 

Los patrones geométricos que envuelven la vasija son el motor cinético y conceptual del diseño, revelando no solo movimiento y geometría, sino proponiéndose como un salto cuántico en el pensamiento. 

Desde el Movimiento y Fluidez, sus líneas simbolizan la vibración perpetua, el cambio incesante y la movilidad social. Esta fluidez se ancla en la cosmogonía Muisca: la cita, "las lagunas son casas de los dioses, donde el hombre debe entrar y transformarse. Son el sexo de la tierra," propone el agua como un espacio sagrado donde los rituales (como "Correr la Tierra") buscaban el equilibrio cósmico y la purificación. 

Por su parte, el Círculo y la Maloka son la geometría que personifica la unidad y representa la perfecta unión entre el ser humano y el cosmos. Así mismo, el salto cuántico es la interpretación más radical que, desde el lenguaje de la física, la concibe como un "horizonte de sucesos de conexión indivisible entre pensamiento y materialización". De esta manera, el ícono transforma la sabiduría ancestral en una estructura para moldear la realidad. 

La Sombra: Un Dispositivo para el Redescubrimiento 

Un elemento crucial es la técnica de la sombra proyectada, que genera la ilusión de capas superpuestas. Esta no es una decisión estética, sino una metáfora de la memoria social donde las capas encarnan el acumulado histórico de cada territorio, entendido no solo como lugar de intercambio económico, sino del material simbólico-afectivo que lo habita y configura la realidad social. 

Esta es una exhortación al acto de develar como un proceso de "levantar" estas capas visuales. De esta forma, se invita a redescubrir lo que se ha perdido o se ha olvidado, conectando con la memoria y la narración de nuevas historias. 

Todo esto nos obliga a enfrentar la sombra. El ícono actúa como un dispositivo para promover nuevas mentalidades y ciudadanías conscientes de su pasado y su multidimensionalidad. 

El Territorio Sagrado: La Laguna de Teusacá 

El nombre mismo de la localidad, Teusacá (originalmente "cercado prestado" en chibcha), se conecta directamente con el territorio ceremonial Muisca. La Ruta de Purificación llevaba a la Laguna de Teusacá (identificada con la Laguna del Verjón, donde nace el río Arzobispo), que se encontraba en el cuarto punto de devoción en la peregrinación del ritual del "Correr la Tierra"

Este ritual de movimiento no solo era una ofrenda de oro y esmeraldas al agua (lo femenino y dador de vida), sino un acto de transformación espiritual, donde los participantes podían ascender a un estado de liderazgo (jeques). 

La memoria de la laguna y el movimiento ritual del agua son la base histórica que dota de profundidad al concepto. El ícono es una declaración de principios anclada en el pasado sagrado y proyectada hacia un futuro de consciencia y creación. 

En última instancia, el ícono de Teusacá es una propuesta de la identidad visual contemporánea. No es solo un objeto de diseño que hace parte de una colección de cinco piezas más que serán materializadas por los ceramistas artesanales de Raquira, sino un espejo que, a través de la herencia de Antonio Grass y la sabiduría Muisca, nos recuerda que el arte más relevante es aquel capaz de nombrar el territorio, sanar la memoria y atreverse a observar el futuro. Es una invitación urgente a dejar de ser meros observadores para convertirnos en los creadores conscientes de un nuevo ciclo vital para Bogotá. 

(*) Ciclo Cósmico y Petición: Los Mayas entendían el agua como parte de un ciclo cósmico dinámico, no lineal. El ritual Ch'a' Cháak se realiza para honrar al dios de la lluvia, reconociendo que la vida depende de la correcta interacción entre el inframundo y el cielo. 

Proyecto: ©ArtistasZona, Laboratorio de Creación, noviembre de 2025.

lunes, 10 de noviembre de 2025

EN CONEXIONES CREATIVAS: ELSA YRANZO ABORDÓ LA SOSTENIBILIDAD Y EL ARTISTA COMO AGENTE TRANSFORMADOR


Bogotá vibró el pasado sábado 8 de noviembre con un encuentro que trascendió la simple efeméride. En la Casa de la Felicidad, la conmemoración de los 12 años de Conexiones Creativas se convirtió en un escenario para los mejores talentos. El evento fue un punto de convergencia donde artistas, diseñadores de moda y joyas, artesanos, chefs, músicos y diversos productores culturales se dieron cita para un ejercicio de escucha y diálogo. Esta interacción posibilitó la vital "polinización cruzada" de las industrias culturales y creativas de la capital del país, generando un intercambio de ideas que promete fertilizar nuevos proyectos colaborativos.

La estrella del encuentro fue, sin duda, la maestra Elsa Yranzo, diseñadora, directora de arte y referente del food design (diseño alimentario), cuya conferencia no solo inspiró, sino que sentó las bases para un profundo debate sobre el rol del arte en la contemporaneidad. 

Un Proyecto Monumental: "In The Bauhaus Kitchen" 

Uno de los proyectos presentados por la maestra Yranzo durante su conferencia fue "In The Bauhaus Kitchen" (En la Cocina de la Bauhaus), el ejemplo paradigmático del arte relacional que profesa. Curado junto a Sebastián Alberdi, este proyecto nació en 2019 para celebrar el centenario de la histórica escuela de diseño. 

Lejos de ser una simple exhibición, se trató de una experiencia artístico-gastronómica performativa que tuvo lugar en el emblemático Pabellón Barcelona de Mies van der Rohe y Lilly Reich. En este espacio, un grupo selecto de comensales experimentó una velada que desdibujó las fronteras entre arte, diseño, gastronomía y happening. 

Lo más notable fue el esfuerzo interdisciplinario que movilizó a más de 60 artistas y creativos de la escena barcelonesa, incluyendo arquitectos, chefs (como Carme Ruscalleda), diseñadores de producto, poetas, artesanos y cineastas. Cada uno de ellos colaboró en la creación de una parte del banquete o de los utensilios, desde tenedores construidos in situ hasta porrones de vino soplados para la ocasión y platos comunales de travertino. 

El documental sobre "In The Bauhaus Kitchen" (dirigido por Joan Simó) es un elemento crucial de la obra total. El hecho de que la pieza haya circulado por diversos festivales de cine internacionalmente demuestra una de las tesis centrales de Yranzo: el arte debe ser un vehículo de divulgación y reflexión masiva. 

La película convierte en un registro perdurable que lleva el debate sobre la funcionalidad, la estética y la alimentación a nuevas audiencias. Esto refuerza la idea de que la creación contemporánea no solo se valida en galerías, sino en la capacidad de generar conversaciones culturales a través de distintos formatos (arte, diseño, gastronomía, cine). 

Aunque no se ha identificado la disponibilidad específica de este documental en plataformas colombianas, su itinerancia en el circuito de festivales lo consolida como un ejemplo de arte relacional con vocación de impacto global.


La Instalación: Ciencia, Arte y el Pecado Dulce

"Sugar Detox Clinic" surge como una colaboración innovadora entre la artista Elsa Yranzo, BCC Innovation (el centro tecnológico del Basque Culinary Center) y Tabakalera (Centro Internacional de Cultura Contemporánea). 

La instalación se concibe como una clínica ficticia que diagnostica y trata la "adicción a la dulzura", una problemática central en la salud contemporánea. Se enmarcó dentro de la exposición "Máquinas de ingenio. Jakintzen bidegurutzean", donde se exploró la convergencia entre arte, ciencia y tecnología para abordar desafíos actuales. 

Esta experiencia está diseñada para demostrar cómo la percepción del gusto está influenciada por los cinco sentidos. Los "tratamientos" ofrecidos son unas gominolas diseñadas en colaboración con el colectivo Food Hack Lab, que son a la vez un prototipo de innovación alimentaria y una pequeña obra de arte. El azúcar es abordado desde su dimensión sensorial, pero también desde su papel cultural. 

Al mismo tiempo, la clínica se centra en el producto "Ominol", una gominola que simboliza la complicada relación de la sociedad con el azúcar, el "peor de los peores" en términos de adicción. 

El Diseño Especulativo como Motor de Conciencia 

"Sugar Detox Clinic" es un ejemplo magistral del diseño especulativo que defiende Yranzo, una disciplina que no busca crear productos para el mercado, sino proponer preguntas y experiencias que amplíen las perspectivas sobre un problema. 

La clínica utiliza la estética de lo clínico para forzar al visitante a confrontar su relación con el azúcar.  La instalación artística actúa como un espejo de la sociedad de consumo, utilizando el humor y la interacción para generar una reflexión seria sobre la salud pública y los hábitos alimentarios.

"Sugar Detox Clinic" consolida la visión de Elsa Yranzo respecto al arte: es una herramienta de vanguardia que debe ser incómoda, incisiva e inevitablemente ética para impulsar un futuro más saludable y consciente.

 
La Trascendencia del Acto de Comer

Su enfoque en el Food Design eleva la alimentación a un espacio de alta reflexión cultural. Para ilustrar los límites éticos de la tecnología, la artista retoma la propuesta desarrollada por el diseñador y futurista argentino Federico Parra, presentada en su proyecto "The Future of Human Rights".

Parra, desde su trabajo en diseño especulativo y critical design, propone siete nuevos derechos, no para ser legislados inmediatamente, sino para generar un debate urgente sobre cómo la tecnología emergente podría alterar radicalmente nuestra biología, nuestra identidad y nuestra interacción con el mundo. Estos son el Derecho a la Inmortalidad Biológica, a la Omnisciencia. (Capacidad de acceder a todo el conocimiento), a la Teletransportación, a la Modificación Genética Proactiva, a la Memoria Compartida, a la Creación de Vida Sintética y al Diseño de la Felicidad

En esta perspectiva, "comer no solo nos confronta a la existencia, sino que nos conduce al centro de la cultura". El diseño debe interrogar nuestros hábitos de consumo, la cadena de producción alimentaria y el despilfarro. Es un acto de ética del civismo, donde la belleza de la comida se une a su funcionalidad y a su impacto social y medioambiental (como también mostró con su colectivo "La Imperfecta Belleza", al usar alimentos estéticamente "feos"). 

El Artista como Provocador de Consciencia 

El arte debe "transformar, inspirar, hacer reflexionar, divulgar y generar nuevos vínculos". Mediante la interacción sensorial, la obra obliga al público a cuestionar sus preconceptos, a pensar en la procedencia de lo que consume y a ser, en la filosofía del proyecto, "el artista" que completa la experiencia, tal como se reveló en "In The Bauhaus Kitchen". 

Elsa Yranzo no solo ha creado una obra de gran relevancia estética; ha diseñado una potente metodología creativa donde el artista asume el rol de agente de transformación. Desde desintoxicar nuestra relación con el azúcar hasta especular sobre el derecho a la omnisciencia, la maestra catalana nos recuerda que el arte no es un adorno, sino una herramienta de vanguardia, profundamente ética y cívica. El banquete de "Conexiones Creativas" terminó, pero la digestión del mensaje apenas comienza: es imperativo que los creadores seamos los primeros en interrogar y cuestionar el futuro, antes de que este nos arrolle. 


Fotografía: ©ArtistasZona, Conferencia de Elsa Yranzo en Conexiones Creativas, Bogotá, noviembre 8 de 2025. Casa de la Felicidad. Web de la Artista(Aquí). 

martes, 4 de noviembre de 2025

LA CASA FLOTANTE Y LA RAÍZ PERDIDA: CRÍTICA A "ARRANCADO DE RAÍZ" DE LEANDRO ERLICH

"—No nos iremos —dijo [Úrsula]—. Aquí nos quedamos,
 porque aquí hemos tenido un hijo. —Todavía no tenemos un muerto —dijo él—. Uno no es de ninguna parte mientras no tenga un muerto bajo la tierra."
Gabriel García Márquez. “Cien años de soledad”.
 
"Los bogotanos tienen la manía de disimular la pobreza con una puerta grande y un juego de sala que nadie usa. La casa es una vitrina para los visitantes y una cárcel cómoda para los habitantes. Los mejores muebles están en el 'salón de recibo', donde uno solo entra si se ha muerto alguien o si va a pedir la mano de la hija."
Daniel Samper Pizano. “Los abuelos y el computador y otras crónicas”.
 
"Un silencio de agua helada, de paredes gruesas que no dejaban pasar el aire, un silencio de cuartos vacíos donde el tiempo se había detenido antes de que todo pudiera contarse. La casa se había quedado flotando en su propia soledad."
Álvaro Cepeda Samudio. “La Casa Grande”.

Atrévete a mirar al firmamento 

Mientras unos opinan que Bogotá es una ciudad de fantasmas con horarios de oficina, otros sostienen que no hay nada más terrorífico que pasar una noche dentro del confesionario de una iglesia. Este mito urbano aún deambula por sus calles y tal vez llegó a nosotros como el susurro de un oráculo roto en medio de la bruma del invierno que nos cegó el alma y detuvo por un instante el péndulo del tiempo; a pesar de todo, siempre doblamos la última esquina antes de llegar a casa. Pero la verdad es otra, mucho más viscosa y real: el horror no está dentro, sino en lo que dejamos escapar de lo sagrado, en la divinidad que se desprende de la custodia de su fe y astilla nuestras entrañas. 

La Noche, el Suspenso y la Fuga 

En el último día de octubre, como todos los viernes, algunos decidieron trasnochar en la banca frente a la Basílica Menor. Mientras se repartían el botín de druidas bogotanos y calentaban con un brandy barato la garganta, escucharon los murmullos, el eco de una acalorada conversación que parecía divagar como el viento en el parque. 

Minutos más tarde, observaron cómo se encendían, una tras otra, las luces de la fantasmagórica casa suspendida delante de la iglesia. Nadie dijo nada; solo se cruzaron miradas antes de juntarse para salir despavoridos, como si un fantasma neogótico se hubiera escapado y estuviera al acecho. ¿Realmente fue un espíritu que huyó de la iglesia? No, peor aún: era arte contemporáneo. 

El Arte, el Estigma y la Eternidad Inconclusa 

Espejismo o no, la obra "Pulled by the Roots" (Arrancado de raíz) del artista argentino Leandro Erlich reaparece. Anteriormente, en 2015, se colgó de una grúa durante cuatro meses en la Marktplatz de Karlsruhe, una población con escasos trescientos mil habitantes en Alemania. Luego, la misma intervención se repitió en Buenos Aires (2016). Sin embargo, esta vez, en medio de los espectáculos de la Bienal Internacional de Arte y Ciudad, BOG25, la instalación está superpuesta a la Basílica Menor de Nuestra Señora de Lourdes. Esta Basílica, cuyo diseño neogótico morisco fue iniciado un 8 de diciembre de 1875 por el arquitecto bogotano Julián Lombana Herrera, nunca fue terminada por él, quien murió en 1916. Solo se concluyó setenta años después. Es por esto que la obra se constituyó en el estigma de la ciudad: todos sabemos el día en que las cosas comienzan, pero nadie sabe cuándo, realmente, terminarán.

El transeúnte bogotano, el verdadero sujeto del desarraigo, se ve asaltado por este artefacto. En lugar de interpelar el conflicto del "espacio público" (la violencia, la gentrificación, el desplazamiento), la obra lo adorna. El drama de la migración y la pérdida de la raíz, que es la realidad cotidiana de Bogotá, se convierte en un atrezzo monumental para un acto de pura reapropiación capitalista e idealista de la ciudad. 

La obra de Erlich se transforma en una instalación muda que no grita ni perturba. En lugar de exigir resistencia, convierte a los habitantes en simples turistas de su propia miseria, que transitan la ciudad sin interpelarla, cumpliendo el sueño dorado de todo funcionario público: crear un mitodato visual sin valor ideológico real. 

Quizás Bogotá, incluso con la promesa del Metro que duró ochenta años y la fugaz alegría de una Bienal de la Felicidad, seguirá siendo un censo de ausencias con carné corporativo. Un laberinto de oficinas donde las sombras marcan tarjeta y la única cita con el destino es, al final, solo un buzón de voz sin respuesta. Allí se revela que ningún desarraigo es autónomo; todo se sostiene precariamente de algo más, aunque ese algo sea una infraestructura temporal y pagada por el establishment, como la obra de Leandro Erlich. Su casa se eleva como una oración surrealista que solo muestra "lo que algún día fue", a pesar del relato oficial. 

Así, la verdad de la ciudad no residía en las sombras que esperaban la hora pico ni en las plegarias heladas de la Basílica. No. La verdad, viscosa y real, se había manifestado en un acto de insolencia estética. La casa suspendida sobre el templo —ese hogar profano y liviano sostenido por una grúa— era el espejo de la crisis: la arquitectura de la fe confrontada por el arte de la huida. La instalación es la negación absoluta. Es la divinidad que logramos desprender de su custodia, el acto final de la astilla que perfora nuestras entrañas para recordarnos que el horror no está en lo que nos persigue, sino en lo que, finalmente, dejamos escapar de lo sagrado: el grito de nuestra propia y terrible humanidad, o tal vez la promesa del refugio. Y la noche, en Bogotá, siempre será más fría para los que no tienen a dónde volver; a ese cosmos y cuna de la ensoñación, la trinchera que construimos diariamente con la vida.


Detén los relojes, quita los espejos.
Cubre todos los muebles con sábanas blancas.
Abandona la idea del hogar
protegiéndola del polvo que baila en el haz de sol desde la infancia.
Congela las luces de la casa
y pon todo el sonido dentro del silencio.
Álvaro Hernando Freile. Exilio(Fragmento) Del libro Mar de Varna, 2021.

Fotografía: ©ArtistasZona, octubre de 2025. "Pulled by the Roots" (Arrancado de raíz -Instalación-), Leandro Erlich. Bienal Internacional de Arte y Ciudad, BOG25.

domingo, 2 de noviembre de 2025

¡SILENCIO CÓMPLICE Y NECRO-DISCURSO: LA OFENSA DEL CNMH A LA MEMORIA Y LA VIDA!

Lo decimos con arte

En el "Día Internacional para Poner Fin a los Crímenes contra Periodistas" se convirtió en una nueva y flagrante demostración de la hipocresía institucional por parte del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). Nos "deleita" y "llena de felicidad" – con una ironía que roza lo amargo – su aparición en el debate; una intervención pulcra, perfumada y vacía, que irrumpe precisamente para ocultar los mecanismos de impunidad que esta misma entidad, bajo cuerda, parece fortalecer con su inacción calculada. 

No es un ejercicio de diálogo lo que realiza el CNMH en sus redes sociales, sino un impecable, aunque siniestro, exorcismo de conciencia. Lo hace a través de su nefasto y habitual oficio de contar muertos y elaborar frías tablas, reflejo de un necro-discurso pletórico del lánguido obituario vacío. 

El CNMH no dialoga, realiza un inventario. Su postura es la de un tecnócrata leguleyo de la muerte, que se mantiene a la espera de la próxima tragedia para salir a hacer un recuento más, con las mismas frases prefabricadas y repetitivas de siempre. 


El Espectáculo de la Indolencia 

La crítica debe ser profunda: el CNMH convierte la tragedia humana en una fría estadística para justificar su existencia y presupuesto. Vive del discurso de la muerte, pero se niega a ejercer una actitud política valiente en defensa de la vida antes de que se extinga y se convierta en dato. 

¿Dónde está la coherencia con el discurso del Gobierno Nacional? 

El CNMH prefiere siempre mirar para otro lado, con la excusa cobarde y recurrente de que "no es su competencia pronunciarse". Esta institución mostró su verdadera cara cuando fue solicitada a ejercer esa coherencia política tras la publicación de la denuncia sobre el narcoturismo en Barrancabermeja. La respuesta del CNMH fue el silencio aturdidor, obligando a quienes ejercemos el periodismo crítico a afrontar amenazas y el exilio interno. 

Desde esta perspectiva, el CNMH exhibe un presunto silencio cómplice como lo hace la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, con quienes buscan acallar las voces y cristalizar la memoria de los colombianos. Su publicación conmemorativa es, por lo tanto, una ofensa a la inteligencia y a la humanidad. Es fácil lamentar al colega caído; lo difícil, y lo que quizás se espera de un Centro de Memoria que extienda su misión y, también, se convierta en un posibilidad para detener y prevenir la caída del que está vivo y denunciando y no sea simplemente para contar muertos. 

La Tragedia del Número
Esperamos que entiendan que las palabras se han agotado. Para el periodista amenazado y silenciado, porque el CNMH es una entidad que ha capitulado ante la tecnocracia y la indiferencia, limitándose a ser el último eslabón de la burocracia de la impunidad. 

Si algo sucede, si se convierte en una cifra más, solo quedará el oprobio de ser el número que engrose un inventario hecho por quienes, en vida, prefirieron guardar silencio. Ahí les queda mi artículo: POLÉMICA POR MONUMENTO EN BARRANCABERMEJA: ¿APOLOGÍA AL NARCOTRÁFICO?. Léanlo. Es el testimonio vivo de su inacción. 

Dejen de contar muertos y empiecen a defender a quienes, hoy, arriesgan la vida por la verdad y promover el ejercicio de la memoria.

Imagenes: Still de la Red Social X @ArtistasZona