domingo, 2 de noviembre de 2025

¡SILENCIO CÓMPLICE Y NECRO-DISCURSO: LA OFENSA DEL CNMH A LA MEMORIA Y LA VIDA!

Lo decimos con arte

En el "Día Internacional para Poner Fin a los Crímenes contra Periodistas" se convirtió en una nueva y flagrante demostración de la hipocresía institucional por parte del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). Nos "deleita" y "llena de felicidad" – con una ironía que roza lo amargo – su aparición en el debate; una intervención pulcra, perfumada y vacía, que irrumpe precisamente para ocultar los mecanismos de impunidad que esta misma entidad, bajo cuerda, parece fortalecer con su inacción calculada. 

No es un ejercicio de diálogo lo que realiza el CNMH en sus redes sociales, sino un impecable, aunque siniestro, exorcismo de conciencia. Lo hace a través de su nefasto y habitual oficio de contar muertos y elaborar frías tablas, reflejo de un necro-discurso pletórico del lánguido obituario vacío. 

El CNMH no dialoga, realiza un inventario. Su postura es la de un tecnócrata leguleyo de la muerte, que se mantiene a la espera de la próxima tragedia para salir a hacer un recuento más, con las mismas frases prefabricadas y repetitivas de siempre. 


El Espectáculo de la Indolencia 

La crítica debe ser profunda: el CNMH convierte la tragedia humana en una fría estadística para justificar su existencia y presupuesto. Vive del discurso de la muerte, pero se niega a ejercer una actitud política valiente en defensa de la vida antes de que se extinga y se convierta en dato. 

¿Dónde está la coherencia con el discurso del Gobierno Nacional? 

El CNMH prefiere siempre mirar para otro lado, con la excusa cobarde y recurrente de que "no es su competencia pronunciarse". Esta institución mostró su verdadera cara cuando fue solicitada a ejercer esa coherencia política tras la publicación de la denuncia sobre el narcoturismo en Barrancabermeja. La respuesta del CNMH fue el silencio aturdidor, obligando a quienes ejercemos el periodismo crítico a afrontar amenazas y el exilio interno. 

Desde esta perspectiva, el CNMH exhibe un presunto silencio cómplice como lo hace la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, con quienes buscan acallar las voces y cristalizar la memoria de los colombianos. Su publicación conmemorativa es, por lo tanto, una ofensa a la inteligencia y a la humanidad. Es fácil lamentar al colega caído; lo difícil, y lo que quizás se espera de un Centro de Memoria que extienda su misión y, también, se convierta en un posibilidad para detener y prevenir la caída del que está vivo y denunciando y no sea simplemente para contar muertos. 

La Tragedia del Número
Esperamos que entiendan que las palabras se han agotado. Para el periodista amenazado y silenciado, porque el CNMH es una entidad que ha capitulado ante la tecnocracia y la indiferencia, limitándose a ser el último eslabón de la burocracia de la impunidad. 

Si algo sucede, si se convierte en una cifra más, solo quedará el oprobio de ser el número que engrose un inventario hecho por quienes, en vida, prefirieron guardar silencio. Ahí les queda mi artículo: POLÉMICA POR MONUMENTO EN BARRANCABERMEJA: ¿APOLOGÍA AL NARCOTRÁFICO?. Léanlo. Es el testimonio vivo de su inacción. 

Dejen de contar muertos y empiecen a defender a quienes, hoy, arriesgan la vida por la verdad y promover el ejercicio de la memoria.

Imagenes: Still de la Red Social X @ArtistasZona