lunes, 26 de agosto de 2024

EN BARRANCABERMEJA, EL TEATRO COMO LA VIDA: ENTRE EL HUMOR Y LA CRUELDAD

 

Humor e ironía son los ingredientes en la adaptación de la obra "Tren hacia la dicha" que se mezclan con una cierta estética de la crueldad y logran sumergir al espectador en lo inesperado y el acecho de esos imperativos categóricos de la vida; quizás por eso el público barranqueño disfrutó de una experiencia reveladora de esta nueva puesta en escena minimalista pero de hondo calado emocional donde pudimos apreciar una exquisita actuación del actor Jean Sebastián Bello Sabalza, bajo la dirección de Mónica Mejía y la producción de Paula López. 

Con este exitoso montaje del dramaturgo cubano Amado del Pino, que parece transitar entre el Stand Up y el monologo, cerró este domingo 25 de agosto de 2024 en la Casa del Libro Total de Barrancabermeja, la participación del A Ver Teatro en el Festival Internacional de Cultural de Santander (FICUS).

Además, durante la velada se presentó por segunda ocasión la obra “La maestra” del dramaturgo caleño Nicolás Buenaventura, que cuenta con la actuación de la actriz barranqueña, Lingds Says Fuentes Quiñones.


Fotografía: ©ArtistasZona, agosto, 2024.

martes, 13 de agosto de 2024

EN BARRANCABERMEJA, ¿PETRÓLEO Y AREPA PAISA? NUEVA ESTÉTICA URBANA II

Homenaje a Jaime Garzón
Asesinado por narcoparamilitares paisas 
en complicidad con altos mandos militares 
y la clase política de la derecha colombiana.
 Día Nacional de la Esperanza

Hace 25 años fue asesinado[Jaime Garzón], 
apagando su humor que hacía reflexionar 
a las clases populares sobre las realidades del país. 
En Colombia no se puede seguir usando la violencia 
para callar la diferencia. 
Gustavo Petro, Presidente de Colombia 

 Conocimiento= crimen de pensamiento 
Libertad de expresión= Terrorismo 
Empatía= antisemitismo 
Verdad= desinformación 
Bienvenido al final del juego 
¿Estas listo para jugar? 
@Kim Dotcom (Plataforma X)

Una nueva bofetada al patrimonio cultural, la memoria y los sabores de la cocina tradicional le propina el alcalde Distrital Jonathan Stivel Vásquez Gómez a la ciudad. El procaz hecho se materializó como resultado de las obras en el parque Santander, donde instalaron la arepa paisa como símbolo y mito fundante del imaginario cultural barranqueño, por lo que ahora compartirá protagonismo junto al tradicional machín, que apareció con la concesión De Mares en 1905. 

Según como lo manifestó el anterior alcalde Alfonso Eljach Manrique, quien fue avalado por el Movimiento MAIS, estas obras son parte del plan de "desarrollo estratégico de renovación, preservación cultural y de gran impacto turístico", superarán los 60 mil millones y sus diseños estuvieron a cargo de la empresa barranquillera al servicio del Clan Char, Puerta de Oro, así lo anunciaba la alcaldía Distrital el pasado 28 de julio de 2021 

Hoy este proyecto está bajo la práctica del ambiguo leseferismo cultural promovido por el mandatario local Vásquez Gómez, que revela el relativismo moral donde retoza la ciudad, en la que no hay un proyecto claro de territorio a largo plazo sino un Plan de Desarrollo de 2 billones de pesos aprobado por el Concejo en tan solo dos sesiones y que parece más una lista de mercado para cumplir estrictamente con lo que exige la ley, la clientela política pero que es altamente atractivo y seduce a la clase política por los negocios provenientes de su contratación. 

El nuevo gesto plástico que constituye la "arepa paisa" como símbolo cultural del puerto petrolero y que ahora hará parte de su paisaje urbano, reafirma que la intención de la clase política de Barrancabermeja no es precisamente preservar su patrimonio cultural ni la memoria sino todo lo contrario, porque esta realidad es fruto de las decisiones tomadas por sus alcaldes, sus políticas públicas y las determinaciones del Concejo Distrital, es decir, es su responsabilidad que hoy sea una ciudad ocupada, humillada y silenciada. 

De pura arepa 

Cómo es probable que la inauguración de las obras del parque Santander coincida con la celebración del Día Mundial de la Arepa, que corresponde al segundo sábado del mes de septiembre, y para despejar dudas, hay que señalar que este tradicional alimento no es originario de Antioquia, muy a pesar de que siempre persigan ser los primeros en todo. 

Esta vez, la historia nos remite al territorio venezolano, también muy desafortunado para ellos, dado que los paisas siguen alimentándose con un fantasma que proviene de las tierras del castro-chavismo que tanto aborrecen. De tal manera que, el término con el que se designa al pan de Los Andes, según señalan los cronistas, se origina con la presencia del maíz que provenía de Mesoamérica y se instaló en el Caribe entre los años 2.500 y 3.000 antes de que Jesucristo ofreciera pan durante su última cena. 

Al parecer, fue la nación ancestral de los Cumanagotas de Venezuela quienes designaron con el vocablo "Erepa" al maíz. Luego, este término evolucionó para designar al alimento que en muchos países de la Patria Grande Latinoamericana pertenece a su tradición culinaria y que conocemos como arepa y que en Colombia tiene 42 variedades. 

Territorio, sabor e ideología 

El territorio es una construcción sociocultural que emerge en un momento histórico concreto, donde lo geomorfológico y lo biofísico reconfiguran a quienes lo habitan, genera características fenotípicas específicas, sus particulares formas de nombrar su realidad y los provee de su propia singularidad como sociedad. Por eso, no existe territorialidad que no esté anclada a la memoria, a la construcción de sus relatos, las relaciones simbólico-afectivas que nos definen, los saberes colectivos con los que gestionamos la realidad, la forma con que nos relacionamos y observamos el mundo. 

Luego entonces, el territorio tiene sabor y no existe sabor sin olor, quizás algunos recuerden la novela "El Perfume" (Das Parfum, die Geschichte eines Mörders) de Patrick Süskind, quien de cierta forma nos propuso que cada época e historia entraña su propio olor. Desde este punto de vista, es posible que esa búsqueda desesperada y oscura de su protagonista, Jean-Baptiste Grenouille, por proveerse de su propia esencia no sea otra cosa que anclar su cuerpo a una territorialidad, a un momento concreto de su historia, dado que el territorio es nuestro cuerpo extendido y el olor tanto como el sabor son vitales en el entretejido de nuestra memoria. 

¿Entonces, qué tiene que ver la insípida arepa paisa con las territorialidades de la memoria de los barranqueños? ¿Qué nos quieren imponer? ¿Con qué nuevos símbolos y mitos pretenden inocular nuestra memoria? 

Lo primero que debemos puntualizar, antes de que alguien nos señale xenofobia, es que existen diferentes valores entre la antioqueñidad y los del paisa. Estos últimos se entienden como la expresión de la cultura traqueta o mafiosa y de los que se llenó la ciudad, tema que ya habíamos abordado en el artículo anterior sobre la nueva estática urbana en Barrancabermeja. Ahora bien, hay que recordar que la migración paisa en la ciudad comenzó con la consolidación del proyecto narcoparamilitar que legalizó Álvaro Uribe Vélez como gobernador de Antioquia y consolidó como presidente desde 2002. 

Pero este rondó a Barrancabermeja, cuando por decisión del presidente, también paisa, Belisario Betancour Cuartas decidió construir la Troncal de la Paz, que curiosamente comenzaba en los predios de la Hacienda Nápoles del narcotraficante Pablo Escobar Gaviria y se extiende hasta el municipio de San Martín, Cesar. De esta forma, se le permitió una salida rápida a la producción industrial del oriente antioqueño y, también, por qué no decirlo, al negocio del narcotráfico; además, acabó con el sistema ferroviario del país (y su poderoso sindicato), con el fin de favorecer al monopolio del transporte de carga en manos de los paisas. 

Así comenzó esta historia con los primeros grupos paramilitares: "los masetos" y los "tiznados" quienes obligaron a los campesinos del Magdalena Medio no solo a vender la tierra para la Troncal sino a los narcotraficantes. Grupos que fueron adiestrados en técnicas de terrorismo en Puerto Boyacá, que claro está solo podía hacer un judío, Yair Klein; además, el presidente conservador Betancur Cuarta fue asesorado por otro israelí, Rafael 'Rafi' Eitan, quien planificó el genocidio de la Unión Patriótica, que asesino a más de 5.000 de sus militantes hasta el año 2000. 

Posteriormente, cuando Uribe Vélez llegó a la Casa de Nariño, el narcoparamilitarismo ya estaba consolidado y se había apoderado de la ciudad, infiltrando todo: el comercio, sus instituciones, incluyendo la Universidad, así como la política, hasta integrarse en las diferentes esferas sociales y actividades del puerto petrolero. 

Pero, también, infiltró a Ecopetrol, en la que no solo ordenaba sobre su contratación sino en las empresas contratistas, al tiempo que saqueaba el combustible del tubo en complicidad con algunos funcionarios de la Refinería. Todo esto lo facilitó la decisión del Estado de traer mano de obra calificada paisa para ocupar cargos directivos y medios y como obreros del Complejo Industrial, mientras los trabajadores barranqueños quedaban en la calle y, finalmente, el fundador del Centro Democrático y expresidiario Uribe Vélez, la privatizó, no sin antes acabar con parte del sindicato petrolero (USO). 

Entonces, ¿Será esto es lo que hoy quieren que olvide la ciudad? La pregunta es por qué. Todos sabemos que los paisas han hecho de Barrancabermeja su pequeño Medellín, donde viven los llamados narcos invisibles, protegidos por parte de la institucionalidad uribista. Además, sus 250 mil habitantes garantizan la dinámica económica que mantiene abierta esta gran lavandería para los recursos del narcotráfico y de cualquier otro negocio ilegal del país. 

Para ello, mantienen la concentración de las tierras fértiles en el Magdalena Medio, la especulación inmobiliaria y el alto costo de vida, que se evidencia en el incremento desmedido en los precios de la canasta familiar. Mientras tanto, los emprendedores paisas se han apoderado del espacio público y la seguridad para crear este esperpento urbano: el gran bazar donde no es posible una ciudad para la vida. 

El Parque 

Las obras de la llamada renovación contemplan, además del Malecón del Río, el Mirador del Río (Mercado Gastronómico), el Centro de Emprendimiento “BIT”, las Obras de protección Muelle (Cormagdalena) y el Mercado Pesquero II Etapa; también contempla restaurar la Antigua Normal, la Capilla San Luis, los Parques Santander, Bolívar y el Ecológico de la Miramar; además, del Hotel Pipatón, entre otros. 

Según el arquitecto del proyecto, uno de sus mayores aportes es que se trata de arquitectura bioclimática. Sin embargo, como ya hemos mencionado, esto no es algo nuevo para la ciudad, ya que Remberto Franco lo había hecho en el barrio El Parnaso. No obstante, el concepto que se debe tener en cuenta de cara a la crisis climática es la sustentabilidad, lo cual está relacionado con el uso de materiales, el manejo de aguas residuales, el tratamiento de residuos y el uso de energías limpias, etc. No obstante, este proyecto es una de las peores copias de lo que Puerta de Oro hizo en Barranquilla. 

Frente a las obras restauración en el parque Santander, hay que señalar que no hay propuesta estética sino un verdadero derroche de cemento, de hecho las arepas paisas son de hormigón y, para completar, la solución técnica que se le ocurrió al arquitecto para colocar estos insípidos y nada inspiradores elementos escultóricos fue disponerlos sobre madera; para ello cubrió lo que antes era jardín, imposibilitando el contacto con la tierra y la exuberancia del color. Por lo que diseñaron una especie de tarimas, quizás pensadas para que la clase política tuviera un escenario más para sus discursos electorales. 

Por otro lado, hay que advertir que las arepas paisas no dejan de ser elementos que ofrecen algún tipo de riesgo, dado que están simplemente colocadas y sin ningún tipo de anclaje, y si los niños o alguien quiere sentarse en ellas puede estar expuesto a un accidente. Esperemos que no. Además, al observar estos objetos, el arquitecto debe tener la convicción, como lo hacen desde la alcaldía, que vivimos en medio de un otoño permanente; por ello decidió que el color predominante de sus edificios, al igual que el de las arepas y demás mobiliario urbano, debía ser los inexpresivos e insustanciales tonos pasteles, como si la luz de la ciudad no fuera diferente; así mismo se deja entrever en ese continuum de su expresión arquitectónica un pésimo comentario a la obra del arquitecto Frank Ghery y muy malo por cierto. 


Por otro lado, encontramos dos excéntricos kioscos metálicos cuyo techo termina al mejor estilo 'narcdéco': una hoja que no representa a la flora nativa y esperamos no sea la de coca para no mortificar a los de espíritu neoconservador de quienes ven demonios en todas partes y se rasgan sus vestiduras los sábados o los domingos en público durante los servicios espirituales como acto de contrición ante el oprobio o suscite controversia alguna porque algunos lo podrían entender en una oda al negocio del narcotráfico que usa la ciudad como una de sus rutas. 

Otro aspecto que salta a la vista son sus dimensiones. Al parecer pensaron instalar verdaderos supermercados en pleno parque, porque no guardan ninguna proporción con el espacio. Además, los enfrenta, quizás para mantener la competencia por el mercado, porque no tiene ningún sentido estos aparatosos cajones en un parque tan pequeño y rodeado de tiendas, restaurantes y comercio, pero si resta espacio a los niños, a la posibilidad del encuentro y la movilidad. 

Y como todo parece ser sui generis, colocaron una cómoda sala en la mitad del parque, pero eso sí, para que dure hasta la eternidad de los tiempos y la hicieron de cemento; quizás eso sea una muestra de cómo el diseñador entiende el concepto de lo bioclimático de su arquitectura, porque con el calor que hace en la ciudad, puede que muy pocos desearían sentarse sobre una brasa hirviente de cemento, además porque perjudica la salud. 

Cocina tradicional 

Como resultado del conflicto social derivado de la huelga de 1924, a los obreros petroleros no les quedó otra salida que echarle a la olla todo lo que tenían a su alcance. Así nació la práctica del sancocho trifásico, por lo que este sería el único plato de la culinaria tradicional barranqueña creado en la ciudad, porque el resto lo trajo el río. 

Hay que anotar que con la segunda oleada migratoria llegaron los hombres de los pueblos de la ribereños en busca de trabajo a la petrolera y con ellos arribó no solo la fuerza de trabajo sino su cultura y sus sabores. De tal forma, que a fuego lento se terminó de hervir esa ecléctica mezcla que dio como resultado un encuentro entre algunos santandereanos que bajaron de las montañas de San Vicente de Chucurí debido a la relación con los primeros pobladores de la ciudad, cuando Barrancabermeja era aún corregimiento de este municipio y con quienes venían del río Magdalena. 

Pero eso no fue todo, los norteamericanos de la Tropical Oil Company también trajeron lo suyo y con ellos llegaron ingleses, alemanes, italianos y todos ellos se reunían en el Club Internacional de El Centro; así todos eran extranjeros en estas tierras. Por eso, los blancos del norte trajeron a sus chefs y estos les enseñaron sus prácticas culinarias y técnicas a los cocineros de la petrolera, que como mi abuelo (Papá Chucho) y con él mi abuela (Mamá Inés) aprendieron de los extranjeros. 

Ahora bien, quienes hablan hoy de la cocina tradicional sin haber leído el libro de Claude Levi-Strauss "De lo crudo a lo cocido" podrían estar hablando desde la lógica del sin sentido; porque lo primero que esto implica es una reflexión profunda sobre lo que significa la dignidad, lo que hacen y el valor de lo que defienden. Y todo esto sin literatura sería como un sancocho de pescado sin sal; por eso, se debería sumar de manera obligatoria la lectura de la novela de Laura Esquivel "Como agua para chocolate", porque aborda la pasión y el erotismo que tiene la cocina, no solo en los sabores, colores, texturas, sino también de los amores, las técnicas, la combinación de los alimentos y la historia que hay detrás de todo ello, porque no es suficiente con saber hacer, sino entender el porqué de lo que se hace, así se transforma el sabor en conjunción de identidad y territorialidad. 

De otras realidades 

Frente a todos estos fenómenos que subsisten en la ciudad, la pregunta obligada sería: ¿Cuál es el aporte de la universidad a la ciudad? ¿Acaso se ha hecho alguna investigación sobre las economías ilícitas, sus impactos socioeconómicos y las alternativas de salida que tiene hoy la ciudad? ¿Qué estudio se hizo sobre las consecuencias de la burbuja inmobiliaria o algún estudio comparativo sobre el encarecimiento de la canasta familiar que destruye la calidad de vida de los barranqueños y las opciones que tenemos? ¿Cuántos libros se han publicado sobre las redes de economía popular o de nuevos modelos de negocios como un acto de resistencia y de reapropiación del territorio? 

¿Qué hace la universidad sus facultades de ciencias económica o la licenciatura en artes? Solo se convirtió en un dispositivo de transmisión de una tecne, porque el deber ser de los centros de estudios superiores es generar conocimiento y ser un foro para debatir sobre las realidades que enfrenta la sociedad, sino son recipientes vacíos que sirven de cajas de resonancia de la nada. 

Mientras tanto, en nuestras calles, los jóvenes se dedican al sicariato, otros siguen sumidos en el abandono sin ninguna posibilidad que contribuya a transformar sus vidas, y algunos destruyen todo lo que encuentran a su paso. Recientemente, presencié cómo unas preadolescentes respondieron de forma vulgar a un padre de familia que llevaba a su pequeña hija a subirse a un columpio en un céntrico parque. Este les dijo que no los dañaran, pero ellas le gritaron de forma ofensiva e insultante que estaban en barranca, es decir, donde la gente hace lo que se les da la gana. 

Tal vez, este podría ser uno de los indicadores del fracaso de nuestra educación que debería llamar la atención sobre los verdaderos impactos de la millonaria inversión de recursos que han hecho infinidad de entidades de cooperación extranjeras; sin embargo, este grotesco hecho quedará en la simple anécdota entre quienes lo presenciamos. Y entonces, ¿para qué sirve la educación estética en las instituciones educativas y qué investigaciones sobre sus verdaderos alcances y modelos pedagógicos se han desarrollado en la universidad? 

Como dijo la escritora Simone de Beauvoir, "el opresor no sería tan fuerte si no tuviera cómplices entre los oprimidos". Pero aunque en Barrancabermeja conocemos bien nuestros problemas, no los abordamos en toda su complejidad de manera seria, como lo diría el psicoanálisis en términos del concepto de verleugnung (forma de negación para mentirnos a nosotros mismos). 

Por eso, es mejor decirlo claramente sin sonrojarnos: hoy todo esto revela el fracaso de buena parte del movimiento cultural de la ciudad, porque a pesar de las evidencias, se arrodillan ante sus verdugos como saltimbanquis del poder y prefieren guardar silencio frente a las realidades que promueve el alcalde Distrital Jonathan Stivel Vásquez Gómez y su Secretario de Cultura, Turismo y Patrimonio Alexis Sánchez Guerrero, mientras el mandatario sigue ocupado en defenderse ante la Fiscalía. 

Fotografía: ©ArtistasZona, julio, 2024.

lunes, 5 de agosto de 2024

EN BARRANCABERMEJA, ARRANCÓ TEMPORADA 2024 DE A VER TEATRO

Con el monólogo "La Maestra" del dramaturgo caleño Enrique Buenaventura, arrancó este domingo 4 de agosto la temporada 2024 de A Ver Teatro en la Casa del Libro Total, que contó con la masiva participación del público barranqueño. 

La obra, dirigida por Mónica Mejía e interpretada por la actriz barranqueña Lingds Says Fuentes Quiñones, fue la primera puesta en escena de la nueva temporada, que se extenderá hasta el mes de diciembre. Asimismo, la productora general de A Ver Teatro, Paula López Arciniegas, indicó que el primer domingo de cada mes a las 6:30 p.m. se realizará un estreno. 

El grupo en la actualidad está conformado por 15 integrantes y cuenta con el Taller Comuna Teatro, que es un espacio abierto de formación permanente y gratuito para todos los barranqueños de diferentes edades interesados en las artes escénicas. De tal manera, que en los últimos seis (6) años, se ha desarrollado un proceso que se refleja hoy en sus nuevas propuestas escénicas. 

El Público 

En la inauguración de la temporada de A Ver Teatro 2024, quedó demostrado que al público barranqueño no solo le interesa la cultura reality o espectáculo que promueve el alcalde del Distrito de Barrancabermeja, Jonathan Vázquez Gómez, y ejecuta su Secretario de Cultura, Turismo y Patrimonio, Alexis Guerrero Sánchez, con el vallenato, el reguetón o el tradicional fandango. Hoy hay nuevos públicos que buscan nuevas alternativas y ofertas culturales en la ciudad, donde sean escuchados y tengan la oportunidad de expresarse.;

Así lo manifestó en sus diferentes intervenciones, un público ávido de nuevas experiencias estéticas, quienes al finalizar la obra, extendieron un apoteósico y caluroso aplauso. Esta vez, los porteños no solo fueron espectadores, sino también protagonistas de una obra que culminó con sus apreciaciones críticas y reflexiones alrededor de la dramaturgia.

"Más allá de la puesta en escena y la actuación, la obra nos acerca a este presente que vivimos en la región; además, nos propone una mirada introspectiva sobre nuestra realidad, esa que agota las contradictorias sensibilidades a las que cualquiera puede verse expuesto, por la incertidumbre que destruyó, literalmente, hasta el puerto, pero donde es necesario navegar para preguntarnos sobre nuestro papel como actores sociales en una ciudad silenciada como lo es Barrancabermeja". 

martes, 23 de julio de 2024

EN BARRANCABERMEJA, ENTRE LOS HÉROES DE LA MITOLOGÍA PAISA Y NUEVA ESTÉTICA URBANA



Con la soberbia delirante que produce la victoria, el alcalde de Barrancabermeja, Jonathan Stivel Vásquez Gómez, anunciaba el pasado 11 de julio que, a pesar de "los enemigos del progreso", las "mentiras y la persecución", había salido ileso frente a las acciones judiciales de los ciudadanos Edwin Valderrama Pico y Álvaro Reatiga Rincón. Al mismo tiempo, los señaló sin decirlo de ser parte de las "mafias políticas" por haberse atrevido a demandar su elección por presunta corrupción al sufragante y tráfico de votos. Mientras tanto, en las calles del puerto petrolero se impone la "cultura traqueta", prueba de ello son los 83 muertos que van del 2024 y las evidencias claras se manifiestan en su nueva estética urbana. Todo esto hace que sea una ciudad ocupada, humillada y silenciada. 

Hoy, sin ningún pudor por la memoria de los miles de colombianos asesinados a manos de los sicarios, los narcoparamilitares, las bombas y la adicción a las drogas que dejó “el patrón” Pablo Emilio Escobar”, aparece una especie de arco del triunfo de los nostálgicos de los “pujantes” héroes del emprendimiento paisa para imponérselos a la ciudad, en su intento de consolidar un solo imaginario colectivo. 

Estas declaraciones de afecto histórico por la "cultura traqueta" en el puerto petrolero ya no se hacen en los altares privados, sino que usan el espacio público para ideologizarlo simbólicamente y normalizar la muerte como único valor sobre el que emerge esta sociedad en abierta decadencia, donde su clase política nunca ha dado verdaderas respuestas a los requerimientos de sus ciudadanos, pero mantienen el poder con estructuras clientelares y los negocio por cuenta del presupuesto Distrital; por eso, siempre ha estado inmersa en escándalos de corrupción, como lo demuestran los serios líos jurídicos enfrentados por sus alcaldes en los últimos 23 años (Julio César Ardila Torres, Edgard Cote Gravino, Carlos Alberto Contreras López, Elkin Bueno Altahona, Darío Echeverri Serrano y Alfonso Eljach Manrique); quizás este hecho también evidencie la crisis en todos los órdenes que vive esta territorialidad donde no existe ninguna noción de autoridad ni de justicia, porque desde finales de 1980 ha sido paraestatal. 

Y para completar el oscuro panorama, nos asalta un aterrador hecho estético en la esquina de la carrera 24 con calle 58 del tradicional barrio Galán: la glorificación del terrorismo paisa. Este sector era habitado hace escasos 16 años por trabajadores petroleros (Ver imagen) y antes de que el narco Estado uribista impusiera la burbuja inmobiliaria que golpeó la ciudad. La misma que paulatinamente convirtieron en una mixtura kitsch y revoltijo de capas eclécticas que traslapan esta noción de bazar residencia donde intentan sobrevivir sus habitantes; realidad creada por las decisiones administrativas de sus alcaldes, quienes abandonaron los conceptos básicos del urbanismo dando como resultado este esperpento. 
 
Todo esto ha generado serios problemas que imposibilitan la vida, la convivencia y el bienestar, donde la agresión comienza en el espacio público y su desastrosa arquitectura deja más problemas que soluciones; no se trata de tener edificaciones al estilo de Bjarke Ingels, Santiago Calatrava, Zaha Hadid, Carme Pigem o Clara de Solà-Morales ni mucho menos, pero sí algo decente: estéticamente y conceptualmente robusto, para no hablar de lo bioclimático, tema que ya había abordado el arquitecto Remberto Franco en los años 60, en sus propuestas arquitectónicas.

Fotografía de 2013. ©Google Maps
 
Fotografía 2023. ©Google Maps
 
De la única mafia de la que no habla el burgomaestre es la que se manifiesta en las calles de Barrancabermeja, donde la violencia toca nuevamente a la puerta por el permisivo avance de los narcoparamilitares. Mientras tanto, la Magistrada Francy Pinilla Pedraza del Tribunal Administrativo de Santander, en decisión de primera instancia decidió mantener en el cargo a Vásquez Gómez y de paso le hizo un favor al negar la solicitud de la causa jurídica y lo mantiene en el poder; al tiempo que crecen las versiones de estar vinculado económicamente al Clan Gnecco; este es el secreto a voces mejor ventilado en todos los círculos políticos del puerto petrolero, tal como lo señalan los barranqueños desde el inicio de su mandato.


La cultura traqueta 

Desde finales de 1990 en Colombia se habla de la "cultura traqueta", el fenómeno se reveló ante los colombianos el 30 de abril de 1984, cuando un jovencito de la Comuna Nororiental de Medellín, de tan solo 16 años, Iván Darío Guisado, integrante de la red de "Los Priscos", junto con otro de 18, Byron Velásquez Arenas, asesinaron en Bogotá al exministro de justicia Rodrigo Lara Bonilla por orden del Cartel de Medellín. Esto ocurrió tres años después de que Álvaro Uribe Vélez, como Director de la Aerocivil, expidiera múltiples licencias de operación a las aeronaves al servicio del narcotráfico, según lo concluyeron algunas investigaciones de periodistas independientes que conocen ampliamente los colombianos. Debido a estos hechos, el gobierno de la época le pidió su renuncia, pero el negocio ya estaba hecho. 

En ese momento el país conoció cómo los jóvenes de Medellín asesinaban por un par de zapatillas deportivas de marca o una moto y dinero en efectivo, no sin antes arrodillarse frente a la "vigencita", para pedir que les fuera bien. Pero mucho tiempo después, el libro "Pablo Escobar, in fraganti. Lo que mi padre nunca me contó", escrito por el hijo del capo Juan Pablo Escobar, confirmaría estas realidades, que narraría en imágenes el cineasta antioqueño Víctor Gaviria

La palabra "traqueto" nació en los mismos barrios de Medellín y busca intimidar al otro y darle un puesto en el emprendimiento delincuencia paisa al sicario; pero como sucede en el "Encanto" de la fantasílandia colombiana donde convirtieron el genocidio de los 6402 jóvenes dentro de la política de la Seguridad Democrática de Uribe Vélez en la dulce versión de un falso positivo; finalmente, terminó por imponerse con las narconovelas y los melodramas de los medios corporativos de información en el país.

Este vocablo del bajo mundo del narcotráfico y el paramilitarismo, que corresponde al sonido los disparos de las ametralladoras del sicario, se identifica a la subcultura del mafioso. Todo esto, se desató, tras el intenso adiestramiento que recibieron los "paras" de manos de los mercenarios judíos en las fincas del Magdalena Medio, que luego extendieron a las escuelas de sicarios de la capital de Antioquia. Y, claro está, contó y cuenta con la complicidad del sustento ético que expresan las narrativas de los sectores políticos que se sirven del narcotráfico. 

Luego entonces, la "cultura traqueta o mafiosa" define a quienes apelan al dinero fácil venga donde provenga (sino lo tenemos lo conseguimos), la chica plástica, la extravagante opulencia, la exacerbación de la violencia, la amenaza permanente, la maximización del regionalismo paisa y la discriminación a las otras regiones del país; sin embargo, se apropiaron de ritmos como el vallenato y los corridos mexicanos, conocidos hoy como "música popular urbana" para que le suene bien a la mediocracia y se venda como producto entre emprendedora clase media paisa; además de la industria de lo banal, el reguetón. Así la vida es sinónimos ostentación y sus vecinos los distinguen por sus escandalosas parrandas y otros por sus prósperos negocios de microprestamos: "pagadario o gota a gota". 

El politólogo León Valencia, en un artículo publicado en el periódico El Tiempo del 3 de mayo de 2008 con el título "El 'narcdéco', inadvertida revolución cultural", lo describía así, y nada alejado de la realidad que vive Barrancabermeja: “Aquí, en estas tierras ubérrimas, en este desbordado río de la imaginación, ha nacido el narc déco [Refiriéndose al Art Decó]. Hay un eco francés en esta corriente criolla; también acá su influencia trasciende las artes y se afinca con una fuerza en la vida cotidiana. Pasa con fluidez de la literatura, la música y la arquitectura al cuerpo exuberante de las niñas de 15 años; se detiene juguetona en la pintura, avanza hacia la manera de vestir de los señores y descansa, por fin, en las salas de cine. Pero los franceses van a palidecer cuando se den cuenta de que sus ‘años locos’, su belle epoque fue un juego de niños comparado con nuestro estridente cambio de milenio, con nuestra era de carteles, ‘paras’ y águilas. Van a ver que nuestro arte decorativo no se detuvo en los interiores de casas y edificios y, con gran audacia, se metió con el cuerpo y se propuso moldear senos y culos, cincelar caderas y muslos, corregir labios y respingar narices”. 

Ciudad ocupada 

Hoy, en este cruce de caminos de los emprendedores del narcotráfico, los paisas de la "cultura traqueta" revelan la verdadera naturaleza y objetivo de su estrategia: volver a hacer de Colombia el próspero Narco-Estado de los tiempos uribistas, porque en la actualidad son golpeados económicamente por la política de interdicción del gobierno de Gustavo Petro que persigue a los nuevos capos, quienes a su vez invierten en la política para mantener sus privilegios. 

Por esta razón, es necesario ocupar abiertamente la ciudad, para lo cual comenzaron a mover sus ejércitos paramilitares en el Magdalena Medio como lo reveló la Revista Raya (Ver artículo aquí), con el fin de seguir controlando este territorio que ya está en manos al parecer de los terratenientes emergentes que dejó posicionados Álvaro Uribe Vélez tras la masiva compra de tierras despojadas a miles de campesinos, por compradores "de buena fe" con ellos se definen. 

Esta siempre ha sido la estrategia, desde los tiempos inmemoriales de la hegemonía de los terratenientes conservadores (1900 - 1930); sin embargo, en la actualidad, y de manera procaz, la objetivizan y la enseñan en las calles a los barranqueños y de alguna forma impulsan el narcoturismo. 

Asimismo, es probable que vuelvan a crear una nueva burbuja económica como ya lo consiguieron con el apoyo del expresidente sub judice Uribe Vélez, luego de las decisiones con las que la ultraderecha empobreció a los habitantes del puerto petrolero; no hay que olvidar que fue en este tiempo y por decisión del Estado que se produjo una fuerte especulación financiera en el sector inmobiliario, jugada económica que le impusieron a la ciudad como mecanismo de control. 

Finalmente, con el movimiento económico de la especulación inmobiliaria que persiste hasta nuestros días, los emergentes e invisibles capos del narcotráfico crearon una forma eficaz para lavar grandes fortunas provenientes del negocio de la droga. Todo esto ha generado una ciudad costosa y encarecida por los cientos de narcos invisibles que viven hoy en Barrancabermeja camuflados como "inversionistas emprendedores", quienes se han apoderado del espacio público y hacen imposible sobrevivir. Por eso, aquí es mejor no mirar a nadie, pasar inadvertido y permanecer en silencio.



Fotografía: ©Artistas Zona, julio 2024.

domingo, 21 de julio de 2024

EN BARRANCABERMEJA, PRIMER LABORATORIO DE FORMULACIÓN DE PROYECTOS DEL MINCULTURA



Con una magistral intervención musical de niños barranqueños de la Escuela Rivearte, concluyó el primer Laboratorio para la Formulación de Proyectos convocado por el Ministerio de Cultura, dentro de las actividades de fortalecimiento de la gestión de los creadores y productores culturales del Pacto por la Cultura, Por la Vida y la Paz de Barrancabermeja. 

Bajo la coordinación de la especialista en proyectos Mayerlis Beltrán Viloria, del 17 al 20 de julio, dos grupos diferentes de productores culturales del puerto petrolero y del municipio de Yondo, que alcanzaron los 52 participantes, desarrollaron un ejercicio de aproximación al diseño de propuestas con la metodología Dragon Dreaming, creada por Gaia Foundation y que de alguna forma va más allá del marco lógico y promueve espacios de trabajo colaborativo. 

Esta iniciativa del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes busca mejorar la capacidad instalada en 75 municipios del país, generar nuevos escenarios de desarrollo cultural y dignificar a los actores sociales del sector. Antes de concluir el evento, se propició, bajo la dinámica "el tenderete", un espacio colaborativo de intercambio de saberes entre los creadores barranqueños. 

Finalmente, creemos que en el corto plazo, este espacio podría reforzar y ampliar nuevos escenarios para la gestión de iniciativas culturales de verdadero impacto social, en contraposición a la simple propaganda institucional con la que se retribuyen los favores políticos electorales a través de la tercerización de las fiestas o cualquier otro evento y donde se traslada el pago de impuestos a los gestores con cobros ilegales en detrimento de los procesos de creación y circulación de la oferta cultural, como parece ser la estrategia de las instituciones que manejan recursos públicos en Barrancabermeja.



Fotografía: ©ArtistasZona, Julio de 2024.

viernes, 12 de julio de 2024

EN BARRANCABERMEJA, NOCHE DE NOVELA Y CABRAS CON LA ESCRITORA KARIN QUIROGA

Las lectoras barranqueñas tuvieron la oportunidad de tener un cara a cara con la autora de la novela "Diario de una Cabra", la escritora santandereana Karin Quiroga, durante la acostumbrada sesión del club de lectura Cuentos de Mujeres para Mujeres, que se reúne en la Casa del Libro Total del puerto petrolero. 

Como pocas veces sucede en la ciudad, la noche de este jueves 11 de julio y con las emociones que impulsan a organizar lo caótico bajo una luna en cuarto creciente, las lectoras con el libro en la mano indagaron sobre los inquietantes enredos de Conchita, la protagonista de la novela erótica y romántica, como la define su autora. 

Al tiempo que la reconocida escritora del "Retrato de un amante Holandés", por momentos se vio sorprendida por las preguntas e interpretaciones que surgieron en el encuentro; no obstante, como si se tratara de una conversación cotidiana entre amigas de toda la vida, Quiroga, con la pasión de una ávida escritora y la osadía de su atrevimiento, las respondió una a una, mientras su insistente público le planteaba sugerentes puntos de vista que cuestionaban los diferentes personajes del melodrama. 

Antes de concluir el evento, la narradora firmó libros y nos señaló que una de sus influencias más notables era la poetisa argentina de origen suizo, Alfonsina Storni. Asimismo, mencionó que "Diario de una Cabra", de cierta forma, era una profunda exploración de las sensaciones que provoca el deseo y su escenificación en la vida de una mujer. También nos comentó que se encuentra trabajando en una nueva novela, la que seguramente encontrará muchas lectoras. Al finalizar y después de escuchar a Karin, no queda más que leer su novela. 

Fotografía: ©ArtistasZona. Barrancabermeja, julio de 2024.

miércoles, 10 de julio de 2024

EN BARRANCABERMEJA, XXV CONCURSO INTERCOLEGIADO DE CUENTO ECOLÓGICO

Este 21 de julio cierra la convocatoria del XXV Concurso Intercolegiado de Cuento Ecológico que organiza el Instituto Técnico en Comunicación Barrancabermeja, INTECOBA, bajo el lema "Paz con la Naturaleza, Agua para la paz". 

El certamen, que cumple 25 años ininterrumpidos, es parte de las actividades pedagógicas que desarrolla la profesora Alcira Blanco Páez en el área de ciencias naturales. De igual manera, la propuesta incluye un semillero de investigación con los estudiantes de la institución educativa, que ya han representado a la ciudad en escenarios internacionales y este año viajarán a Perú con el fin de compartir la experiencia investigativa en temas ambientales de la juventud barranqueña.

En esta nueva versión del 2024, la extensión de los cuentos no debe ser superior a cinco (5) cuartillas y cada autor puede enviar hasta tres relatos en cada una de las categorías: infantil y juvenil; asimismo, en la inclusiva, dirigida a la población escolar en condición de discapacidad (de primaria o bachillerato) y quienes estén interesados en enviar sus propuestas literarias. 

Cada concursante debe enviar sus cuentos en un sobre cerrado, escritos a mano en hojas tamaño carta y también en un sobre cerrado. Además, deben adjuntar una hoja con sus datos personales, el nombre de las narraciones y la institución educativa a la que pertenecen, junto con el correo institucional del plantel. 

Por otro lado, se puede participar en formato audiovisual con cuentos de una duración de tres (3) minutos, que pueden ser a través de la plataforma de la red social TikTok, donde deben aparecer los datos de cada narrador. 

Finalmente, las propuestas se reciben en la secretaría de INTECOBA de la carrera 24 No. 26-27, donde se pueden entregar en horario de oficina en formato PDF los textos escritos o en AVI o MP4 los audiovisuales; pero también está la opción de enviarlos vía correo electrónico al 22cuentoecologico@gmail.com. 

 BASES DEL CONCURSO 

martes, 14 de mayo de 2024

EN BARRANCABERMEJA, “CÓMO UN LADRÓN EN LA NOCHE”


“Ahora bien, hermanos, con respecto a los tiempos y a las épocas, no tienen necesidad de que se les escriba nada. Pues ustedes mismos saben perfectamente que el día del Señor vendrá así como un ladrón en la noche... Pero ustedes, hermanos, no están en tinieblas, para que el día los sorprenda como ladrón” 
 1 Tesalonicenses 5:1,2-4. Biblia. 

Por. Víctor Hugo

"Una noticia mal contada es un asalto a mano armada", señala la canción "Multiviral" de Calle 13, y eso es exactamente lo que ocurrió el pasado viernes 2 de mayo en el desafortunado y muy pobre publirreportaje que le hicieron al Secretario de Cultura, Turismo y Patrimonio del Distrito de Barrancabermeja, el señor Alexis Guerrero Sánchez. Este retrosensacionalista performance es un oxímoron más del lenguaje del poder que arroja luz oscura sobre la realidad del sector cultural en el puerto petrolero. 

“Cinco semanas de “activación cultural”, desde la última semana de marzo, es decir dulce, que arrancamos en Semana Santa hasta ahorita cumpleaños y no terminamos. Hay una actividad chiquita que está andando por ahí de murales que todavía hace parte del proceso”, con estas abyectas pero muy reveladoras palabras sobre lo que significa para la alcaldía Distrital la cultura, comenzó la fascinante e infortunada publientrevista, tanto para el periodista como para el Secretario Guerrero Sánchez y sus siniestras respuestas. 

Debo agradecerle, antes de abordar los temas, a la Alcaldía Distrital de Barrancabermeja, a su secretario de Cultura, de Comunicaciones y al presentador del espacio "periodístico", porque nos deleitamos con su excelso trabajo. Aunque, algunos dirían: ¿si era tan malo por qué perdimos el tiempo? Al contrario, no subvaloramos cualquier hecho, siempre se puede encontrar algún aporte, así sea en medio de una árida experiencia como esta. Por esta razón, hay que verlo para aprender hasta dónde puede llegar la mediocridad en cualquier campo del conocimiento y atrevernos a reflexionar de ejemplos tan vacíos como este (la entrevista la dejamos al finalizar el artículo). 

Entre lo legal y lo ilegal

Lo que llamaron “estímulos” entregados por el Distrito de Barrancabermeja, en el caso de los artistas plásticos y visuales, la promesa era que sería de $1.200.000, ni siquiera un salario mínimo mensual legal vigente que es de 1,462,000.00 con el subsidio de transporte; aunque los creadores trabajaron más de un mes en el montaje y producción de sus obras. 

Al valor del estímulo le hicieron descuentos ilegales, a nuestro modo de ver según la ley (artículo 1.2.1.5.1.48 del DUT 1625 de 2016 modificado por el artículo 2 del Decreto 2250 de diciembre 20 de 2017), que oscilaron entre el 22,5 que le aplicaron a los miembros de la Asociación de Fotógrafos de Barrancabermeja o el 24% en algunos casos. Por su parte, a los artistas plásticos por participar les cancelará un total de 912.000 mil pesos. 

Ahora bien, como ya habíamos denunciado, resolvieron devolver las cuentas de cobros de algunos creadores y les obligaron adjuntar las autorizaciones para realizarle los respectivos descuentos, como nos señalaron algunos. Este gesto se convierte en una especie de extorsión y chantaje, dado que sino lo hacían jamás tendrían el acceso al estímulo. 

Por otro lado, con los mismos datos que ofreció el Secretario de Cultura, quien señaló que habían participado 1300 artistas, y si tomamos como promedio hipotético los 912.000 mil pesos cancelados (aunque algunos grupos les ofrecieron $2.400.000 de estímulo), entonces las "Fiestas del Sol" le dejaron a Barrancabermeja $1.185.600.000, que sería el monto total pagado a los productores culturales locales por su participación en las efemérides. 

Para adelantar la conmemoración, se tercerizó el contrato con la Corporación Centro Cultural del Oriente de Bucaramanga, bajo la figura de convenio interadministrativo para "brindar apoyo logístico y acompañamiento en la ejecución de las actividades que contribuyan al desarrollo de las expresiones culturales y artísticas que integran el proyecto de implementación de estrategias de apoyo para artistas, gestores y creadores culturales del Distrito de Barrancabermeja", cuyo valor ascendió a 4.690.805.358 millones de pesos. Cabe señalar que la alcaldía de la capital de Santander en manos del pastor uribista Jaime Andrés Beltrán, hace parte de la Junta Directiva del Centro Cultural del Oriente, y tal vez por eso recibimos la visita de su mandatario, quien estuvo en el concierto de los cristianos.

        
Entonces, es claro que si hacemos el simple ejercicio de sumas y restas, habrían quedado $3.505.205.358 mil millones de pesos, con los cuales se habían pagado los conciertos, los artistas invitados y alguna que otra cosa más. Es decir, esos recursos no se invirtieron en su gran mayoría en Barrancabermeja y salieron de la ciudad, lo que significa una tasa de retorno muy baja que afecta no solo las finanzas del Distrito, sino también a todos los barranqueños. 

En este mismo sentido, el Secretario de Cultura indicó que, según las cifras proyectadas por la Secretaría de Empleo, Empresa y Emprendimiento, a cargo de la funcionaria Adriana Marcela Carvajal Quintero, se estimaba que la ciudad recaudó $4.500 millones por conceptos de empleabilidad e industrias creativas. Él, como buen uribista supongo, lo llamó a esto la "Economía Naranja". Este esperpento creado por Iván Duque Márquez para favorecer al sector financiero, a los grandes capitales y distribuir pobreza entre los productores culturales del país que fracasó. 

Al flamante secretario se le olvidó que ahora el Ministerio de Cultura transformó la trampa y viabiliza las iniciativas bajo el concepto de industrias creativas. Qué no se les note tanto lo diestro de su derecha, señor Guerrero Sánchez. 

Lo siniestro 

Sí, entendemos por siniestro aquello que hace visible algo que debiera permanecer oculto. Inmediatamente aparece el término ansiedad, no porque nos enfrenta al hecho de la carencia, sino todo lo contrario: lo que falta es la carencia misma. Dado que al revelarse lo secreto, lo subrepticio o lo velado, se sobresatura la realidad porque nos parece que tenemos demasiado y es la carencia lo que hace falta. 

Entonces, ahí aparece el realismo catastrófico que aflora desde la relatividad moral de esta época y como ha pasado en todas las demás, donde el religioso o el político nos venden el fin de los tiempos, como lo están haciendo para configurar el Golpe de Estado al presidente Gustavo Petro; así nos imponen a través de sus medios de información una noción de realidad y otras bacterias más, aparte de los virus con los que nos inoculan la conciencia. 

Luego, las voces de la incertidumbre se multiplican y nos llevan siempre al dosificado borde fatal del abismo, como parte de la estrategia de contención social, que no acepta la duda pero renormaliza lo siniestro con la saturación de la información y su carga simbólica. 

Por otro lado, aprender a entender la realidad lejos de las pasiones políticas, sin mentir ni crear dudas alrededor de la verdad, no es fácil cuando el fanatismo devora nuestra conciencia y algunos colombianos aún no logran superar el trauma sadomasoquista que nos dejó la guerra y el odio inoculado por Álvaro Uribe Vélez y el Centro Democrático. 

¿Entonces la tarea de la cultura y el arte no es reconocernos desde la singularidad como una horda que ha establecido sus particulares formas de expresarse sensiblemente desde sus ritualidades donde se construyen mecanismos y dispositivos para relacionarnos con el mundo y donde configuramos nuestras utopías, esa que nos ofrecen un horizonte de futuro y nos marcan el ritmo de los tiempos? 

Ellos, como los de la alcaldía Distrital de Barrancabermeja, nos ofrecen solo la cultura de lo hedónico y narciso, la cultura líquida; así terminamos observando el decorado espejo que nos refleja, no que nos provoca, si que nos anclan en esa noción de estar asistiendo al permanente reality show de la desgracia que señala al otro no como sujeto de derechos sino como "popular", casta del "vulnerable" (como lo llama la tecnocracia neoliberal desde Bogotá para no referirse a la pobreza impuesta), es decir, quien solo está ahí para el subsidio y alucinarlo con la luz, el sonido y el cuerpo expuesto. 

El "popular" siempre estará lejos de la posibilidad de repensarse a sí mismo ni a su sociedad porque está prohibido juzgar, como dice el pastor o como está en las sagradas escrituras. De lo contrario, nunca podrá vivir en plenitud ni alcanzar el paraíso, o la Fiscalía estará presente con sus montajes judiciales.

El "popular" solo vive un espectáculo donde se le permite ser espectador del desconcierto, excluido de cualquier forma de pensamiento crítico, so pena de ser calificado como alborotador, como lo hace la derecha colombiana: "Estudien, vagos" y "polarizar" le llaman a la verdad, pero ellos sí tienen derecho a pensarnos. 

Al mismo tiempo, nos imponen una felicidad ficticia como construcción subjetiva del neoliberalismo, donde no hay sociedad sino individuos; donde la hapycracia(Edgar Cabanas y Eva Illouz) elabora los planes culturales para sus fiestas y el arte es un fetiche más. Así se configura el fin de la utopía, de una ciudad que hoy ni siquiera es capaz de definir su futuro. 

Mientras en la contemporaneidad se habla de nuevas narrativas, al "popular" se le implanta y obliga a consentir una narrativa única y definitiva, la del poder, y a someter su historia, aquella que niega sus historias; de esta forma, se construye la subjetividad neoliberal con la desmemoria. 

Recuerden bien, cómo mediante un decreto Álvaro Uribe Vélez eliminó las clases de historia en la educación básica secundaria, en un intento de borrar todo rastro, toda huella que llame a la dignidad y cómo la derecha colombiana se opuso a la Comisión de la Verdad y a su Informe Final. 

Por eso, durante las “Fiestas del Sol” no hubo espacio para reconocer, ni escenificar la participación de las lavanderas en la configuración histórica de la ciudad; pero también, la de los trabajadores petroleros, la de los movimientos sociales, la de los campesinos; la de los afrodescendientes ni de los Yariguíes, la nación ancestral que habitaban estas tierras y quienes fueron completamente exterminados por el saqueador blanco de las multinacionales extranjeras de la industria del petróleo, que aún se pasean por aquí. 

"Vivimos en una época extraordinaria en la que no existe ninguna tradición en la que podamos basar nuestra identidad; ningún marco que nos permita llevar una vida más allá de toda reproducción hedonista", como lo sostiene el filósofo Slavoj Žižek en su texto "Como un ladrón en pleno día" traducido al castellano en el 2021. 

Por esta razón, no se realizó ninguna actividad académica durante las “Fiestas del Sol” porque el encuentro es una actividad que amenaza la estabilidad. En este punto, lo más lamentable es ver una academia y una intelectualidad servil y genuflexa en la ciudad, porque nunca dijeron ni dirán nada, solo se dedicaron a guardar un ensordecedor silencio. 

Por lo que habría que preguntarse qué tipo de profesionales ofrece la Licenciatura en Artes o la Escuela de Ciencias Sociales y de las Comunicaciones del Instituto Universitario de la Paz (UNIPAZ); ¿qué tipo de investigaciones adelantan? 

Al parecer, los que menos producen conocimiento en la ciudad son precisamente sus universidades, ni mucho menos su intelectualidad, a menos que solo sean precarias canciones para los Festivales Vallenatos o cualquier otra cosa que se les ocurra en Barrancabermeja, menos una clase magistral sobre la historia de la ciudad, para no hablar de una conferencia, ya que la Cátedra Barrancabermeja fue otro espejismo más. Ahora bien, ¿por qué los movimientos sociales ni comunales organizaron una celebración alternativa a la oficial? En esta ciudad persiste el terror y se acostumbró arrodillarse fácilmente. 

¿Cuándo hacemos el foro sobre la destrucción del patrimonio material barranqueño a manos de los distintos alcaldes de la ciudad y no solo se lo dejamos a las reuniones privadas de la tecnocracia jurídica, de los llamados Vigías, la defensoría y la Procuradora 214, María Helena Vázquez, quien amenazó nueve (9) veces en tres horas con acabar una reunión si alguien decía algo distinto a ellos; evento que se llevó a cabo de espaldas a la ciudad el pasado 2 de abril en la Personería Distrital?

¿Cuándo las universidades nos convocan a una conferencia tan siquiera para no hablar de un simposio de investigación etnocultural para conocer los avances de sus investigaciones in situ o del aporte al PIB de la ciudad de sus industrias creativas en el caso de las escuelas o facultades de las ciencias económicas? Porque hasta ahora la academia guarda un ruidoso silencio, que la convirtió en un cómplice más. 

En otro aspecto, no muy menor, el secretario sostiene que: "Si quieres ver teatro de calidad, tienes que ir a Bogotá y pagar una boleta de 200 o 300 mil pesos". De este comentario se infiere: primero, que los artistas de Barrancabermeja no producen obras de calidad y se le agradece la sinceridad al funcionario; sin embargo, difiero de ese punto de vista, hemos visto unas ideas bien planteadas, pero a los creadores no se les paga bien y recuerde, por si no lo sabía, que los procesos creativos se sustentan sobre una investigación y eso cuesta. 

Por otro lado, el Distrito no tiene un nivel de estímulos que contribuya al desarrollo de los proyectos culturales ni a la producción de sus expresiones artísticas, solo se ha dedicado a pauperizar la labor cultural y la de los actores del sector que viven en condiciones deplorables porque no existe una verdadera política que estimule los procesos de creación. 

¿Entonces cómo pide calidad si los estímulos que entregaron durante las Fiestas no fueron ni un salario mínimo legal vigente? Así se cae el evanescente argumento Dos, ha sido y son inoperantes los Consejos Distritales de Cultura, jamás han velado ni reivindicado las condiciones de vida de sus representados y son cómplices de la actual realidad, sino fuera otra. Esta instancia de "participación" es una intermediaria para legitimar y legalizar las decisiones tomadas por el Distrito, que invierte el presupuesto cultural, para hacer negocios y pagar favores políticos. ¿Quién no sabe en Barrancabermeja a qué secretaría ha pertenecido y al parecer esta escriturada a uno de los financiadores permanentes de las campañas a la alcaldía? 

 En lo que respecta a su visión de las artes plásticas y visuales de la ciudad, esta frase lo dice todo: "hay una actividad chiquita que está andando por ahí de murales"; esta nefasta visión denigra conscientemente a esta expresión artística, así lo demuestra la carga simbólica que le imprime, porque no solo se construye intencionalidad en el mensaje excluyente que genera sino  en lo no enunciado. 

El espectáculo 

Lo más notable del deplorable publirreportaje, seguro pagado con los impuestos de los barranqueños, es que el periodista parecía estar pintado en la pared, impertérrito e inamovible. Así se configuró en toda regla un metarelato al estilo de Borges: un presentador soñándose como un periodista que hace un entrevista, pero se ve así mismo preguntando mientras él es el único televidente frente al televisor, porque a decir verdad sobraba en la escena, tanto así que al finalizar y ya sin tema solo dijo: ¿Qué otro tema recuerda que haya sido polémico? Aunque anteriormente había preguntado: “Están contentos desde la Alcaldía Distrital” al referirse al balance de las "Fiestas del Sol". Esto denotó la absoluta falta de preparación y displicencia con su audiencia. 

Con solo los datos esgrimidos como el gran predicamento argumentativo del secretario Guerrero Sánchez, quien manifestó que el gran aporte del Distrito “era brindarle a la ciudad una propuesta cultural gestionada de una forma distinta y la forma distinta era concentrar eventos pequeños en uno grande que era en abril y dejar de hacer 40 eventos chiquitos sino que juntarlos en uno macro”. Con semejante innovación se redescubrió la gestión cultural en la ciudad; además, descartó y rechazó de paso el sentido de lo comunitario, donde muchos hemos hecho esos "eventos chiquitos", y donde nacen los grandes artistas. Lamentable el comentario desde la institucionalidad. 

Así, el alto funcionario y responsable de las "Fiestas del Sol" brindó la evidencia de una realidad que no solo salta a la vista por el derroche semiótico, como su gestualidad, por ejemplo, con la que decía más que sus palabras; a pesar de ellos, sin importar el grado de abstracción o lucidez cognitiva que se tenga, surgirían las contrapreguntas. 

No obstante, el anfitrión, en lugar de estar "De Frente", prefirió hacerse a un lado. Aunque todos sabemos cómo opera la prensa en la ciudad y el evidente manoseo de la clase política en su afán de construir actualidad. Quizás el comunicador creyó que esta era una conversación banal y poco compleja, así lo hacen los periodistas que intentan abordar los temas culturales y en los que solo se dedican a simular una sonrisa. Sería bueno que el gremio le solicitará a Fecolper un taller de periodismo cultural, no creen. 

Teniendo en cuenta lo ya mencionado anteriormente se demuestra el fracaso de la inversión realizada por el Distrito de Barrancabermeja; porque si invertimos en el convenio interadministrativo con los bumangueses $4.690.805.358 mil millones de pesos y solo recogimos $4.500 mil millones, con las “Fiestas del Sol” solo asoleamos las finanzas para que otros se llevaran los recursos fuera de la ciudad y nos quedó una economía deficitaria. 

De esta forma, se violó el principio constitucional como lo define el artículo segundo de la Constitución Política: "Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación..."; en este sentido, la doctrina colombiana con respecto al gasto público señala que su objetivo esencial es la "actividad económica" del Estado, pero bajo la eficiente asignación de sus recursos para la satisfacción de las necesidades de la población, lo que presupone la racionalidad en la inversión pública. 

No se trata, como dijo al finalizar la publientrevista el Secretario: "Tenemos la tranquilidad de que todo se hizo en el marco de la ley de la buena fe", le recuerdo que con la buena fe los paramilitares, junto a los terratenientes y notarios cómplices, despojaron a miles de campesinos colombianos de sus tierras, al tiempo que el entonces nefasto procurador Alejandro Ordóñez, junto con Fedegan, se paseaban por el país oponiéndose a la Ley 1148 y a la restitución, mientras Mancuso mismo reconoce que fue una política sistemática de robo en la que participó el Estado; de buena fe Colombia presenció el genocidio de 6.402 jóvenes asesinados en estado de indefensión por la Seguridad Democrática de Álvaro Uribe Vélez, así mismo se exterminó sistemáticamente a la Unión Patriótica, con la asesoría militar de un judío; de buena fe se presentó en Barrancabermeja la masacre del 16 de mayo en la Comuna 7. 

Secretario de buena fe asesinaron a Jaime Garzón; de buena fe saquearon a Ecopetrol, a sus oleoductos y parte del robo está en manos de familias prestantes del país y de Santander, acaso no le suena; de buena fe usaron los recursos de Odebrecht en las campañas uribistas a la presidencia; de buena fe en manos de Karen Abudinem, del Clan Char, se robaron $70.000 mil millones del internet rural para los niños colombianos; de buena fe, uno de los hijos de Clan Gnneco quienes patrocinaron la campaña del alcalde Jonathan Stivel Vásquez Gómez, se robó los recursos del PAE del Cesar o no recuerda que Luis Alberto Monsalvo Gnneco esta condenado a 21 años de cárcel; de buena fe se destruye el patrimonio cultural de la ciudad y de muy buena fe los funcionarios públicos siguen siendo cómplices de la corrupción. 

No se trata de tener buena fe, ni mucho menos. Esa no sería la actitud proactiva de un funcionario público, porque la fe no nos sirve para alcanzar ni establecer verdaderos escenarios de desarrollo. Aunque hay que advertir también que para el Distrito, desarrollo es: "No nos imaginamos que alguien “popular” pueda acceder a un concierto de Carlos Vives". De ahí parte y hasta ahí llega la buena fe del concepto de cultura para esta administración. 

Así mismo, recordemos que ente el ordenamiento legal vigente ninguno puede admitir el desconocimiento de la ley ni tampoco es dable justificar la venta de unas boletas para entrar a un concierto que se suponían era gratis. Pero ni modos solicitar una investigación a la Personería ni a los demás organismos de control del Estado, como la Procuraduría Provincial o la Fiscalía, porque en Barrancabermeja siempre han sido parte del problema en la ciudad, no la solución, sino hablemos del patrimonio material y nos daremos cuenta que no ha habido ninguna consecuencia penal a pesar de estar contemplado en la ley cárcel para los responsables de su paulatina devastación. 

La Dignidad Histórica 

Si tanto el alcalde Jonathan Stivel Vásquez Gómez como el secretario de Cultura Alexis Guerrero Sánchez o la clase política de la ciudad conocieran algo de nuestra historia, sabrían que los líderes de los partidos tradicionales de Bucaramanga que formaban parte de la Asamblea Departamental en 1919 se opusieron firmemente al reconocimiento de Barrancabermeja como entidad territorial. 

Esto ocurrió cuando la Junta Patriótica Pro Municipio presentó la iniciativa en la capital del Departamento y fue rechazada repetidamente. El argumento era muy simple: éramos una población de negros pobres. Además, defendían los intereses de los terratenientes, tanto conservadores como liberales, que se negaban a separarnos de San Vicente de Chucurí. 

Sin embargo, la Asamblea del Departamento de Bolívar sí mostró su disposición y se ofreció a elevarnos a la categoría de municipio; pero solo cuando en Bucaramanga se entendió lo que significaba para el presupuesto de Santander las regalías del petróleo y tras la visita de los parlamentarios del Caribe Diógenes Arrieta y Ulises Osorio, en su paso hacia Bogotá, fue que reaccionó la clase política bumanguesa. 

Este hecho trajo como consecuencia que, bajo la fuerza de la Ley 5a del 27 de enero de 1922 y muy a regañadientes, el gobernador de Santander José María García Hernández protocolizara la creación del municipio un 26 de abril de 1922. Con lo que se puede señalar que la creación del municipio fue un acto de desamor, obligados por el ordenamiento jurídico y fruto de la codicia de los bumangueses por las regalías. Pero la clase política barranqueña no conoce lo que significa dignidad, solo sabe sumar los dividendos del negocio. 

Luego, dejar en manos de los bumangueses la celebración de las Fiestas por la conmemoración de la creación del municipio es un acto de desconocimiento histórico y el reflejo de la falta de dignidad de nuestra clase política, a quienes solo les interesa la burocracia y los negocios; para decirlo de otro modo, hasta eso hicieron mal en esta administración en manos del alcalde Jonathan Stivel Vásquez Gómez y su coalición de derecha.

Imagen: ©ArtistasZona, mayo de 2024.