martes, 27 de agosto de 2024
EN BARRANCABERMEJA, LA MIRADA DEL OTRO: SIMBIOGENÉSIS CULTURAL
martes, 13 de agosto de 2024
EN BARRANCABERMEJA, ¿PETRÓLEO Y AREPA PAISA? NUEVA ESTÉTICA URBANA II
Una nueva bofetada al patrimonio cultural, la memoria y los sabores de la cocina tradicional le propina el alcalde Distrital Jonathan Stivel Vásquez Gómez a la ciudad. El procaz hecho se materializó como resultado de las obras en el parque Santander, donde instalaron la arepa paisa como símbolo y mito fundante del imaginario cultural barranqueño, por lo que ahora compartirá protagonismo junto al tradicional machín, que apareció con la concesión De Mares en 1905.
Según como lo manifestó el anterior alcalde Alfonso Eljach Manrique, quien fue avalado por el Movimiento MAIS, estas obras son parte del plan de "desarrollo estratégico de renovación, preservación cultural y de gran impacto turístico", superarán los 60 mil millones y sus diseños estuvieron a cargo de la empresa barranquillera al servicio del Clan Char, Puerta de Oro, así lo anunciaba la alcaldía Distrital el pasado 28 de julio de 2021
Hoy este proyecto está bajo la práctica del ambiguo leseferismo cultural promovido por el mandatario local Vásquez Gómez, que revela el relativismo moral donde retoza la ciudad, en la que no hay un proyecto claro de territorio a largo plazo sino un Plan de Desarrollo de 2 billones de pesos aprobado por el Concejo en tan solo dos sesiones y que parece más una lista de mercado para cumplir estrictamente con lo que exige la ley, la clientela política pero que es altamente atractivo y seduce a la clase política por los negocios provenientes de su contratación.
El nuevo gesto plástico que constituye la "arepa paisa" como símbolo cultural del puerto petrolero y que ahora hará parte de su paisaje urbano, reafirma que la intención de la clase política de Barrancabermeja no es precisamente preservar su patrimonio cultural ni la memoria sino todo lo contrario, porque esta realidad es fruto de las decisiones tomadas por sus alcaldes, sus políticas públicas y las determinaciones del Concejo Distrital, es decir, es su responsabilidad que hoy sea una ciudad ocupada, humillada y silenciada.
De pura arepa
Cómo es probable que la inauguración de las obras del parque Santander coincida con la celebración del Día Mundial de la Arepa, que corresponde al segundo sábado del mes de septiembre, y para despejar dudas, hay que señalar que este tradicional alimento no es originario de Antioquia, muy a pesar de que siempre persigan ser los primeros en todo.
Esta vez, la historia nos remite al territorio venezolano, también muy desafortunado para ellos, dado que los paisas siguen alimentándose con un fantasma que proviene de las tierras del castro-chavismo que tanto aborrecen. De tal manera que, el término con el que se designa al pan de Los Andes, según señalan los cronistas, se origina con la presencia del maíz que provenía de Mesoamérica y se instaló en el Caribe entre los años 2.500 y 3.000 antes de que Jesucristo ofreciera pan durante su última cena.
Al parecer, fue la nación ancestral de los Cumanagotas de Venezuela quienes designaron con el vocablo "Erepa" al maíz. Luego, este término evolucionó para designar al alimento que en muchos países de la Patria Grande Latinoamericana pertenece a su tradición culinaria y que conocemos como arepa y que en Colombia tiene 42 variedades.
Territorio, sabor e ideología
El territorio es una construcción sociocultural que emerge en un momento histórico concreto, donde lo geomorfológico y lo biofísico reconfiguran a quienes lo habitan, genera características fenotípicas específicas, sus particulares formas de nombrar su realidad y los provee de su propia singularidad como sociedad. Por eso, no existe territorialidad que no esté anclada a la memoria, a la construcción de sus relatos, las relaciones simbólico-afectivas que nos definen, los saberes colectivos con los que gestionamos la realidad, la forma con que nos relacionamos y observamos el mundo.
Luego entonces, el territorio tiene sabor y no existe sabor sin olor, quizás algunos recuerden la novela "El Perfume" (Das Parfum, die Geschichte eines Mörders) de Patrick Süskind, quien de cierta forma nos propuso que cada época e historia entraña su propio olor. Desde este punto de vista, es posible que esa búsqueda desesperada y oscura de su protagonista, Jean-Baptiste Grenouille, por proveerse de su propia esencia no sea otra cosa que anclar su cuerpo a una territorialidad, a un momento concreto de su historia, dado que el territorio es nuestro cuerpo extendido y el olor tanto como el sabor son vitales en el entretejido de nuestra memoria.
¿Entonces, qué tiene que ver la insípida arepa paisa con las territorialidades de la memoria de los barranqueños? ¿Qué nos quieren imponer? ¿Con qué nuevos símbolos y mitos pretenden inocular nuestra memoria?
Lo primero que debemos puntualizar, antes de que alguien nos señale xenofobia, es que existen diferentes valores entre la antioqueñidad y los del paisa. Estos últimos se entienden como la expresión de la cultura traqueta o mafiosa y de los que se llenó la ciudad, tema que ya habíamos abordado en el artículo anterior sobre la nueva estática urbana en Barrancabermeja. Ahora bien, hay que recordar que la migración paisa en la ciudad comenzó con la consolidación del proyecto narcoparamilitar que legalizó Álvaro Uribe Vélez como gobernador de Antioquia y consolidó como presidente desde 2002.
Pero este rondó a Barrancabermeja, cuando por decisión del presidente, también paisa, Belisario Betancour Cuartas decidió construir la Troncal de la Paz, que curiosamente comenzaba en los predios de la Hacienda Nápoles del narcotraficante Pablo Escobar Gaviria y se extiende hasta el municipio de San Martín, Cesar. De esta forma, se le permitió una salida rápida a la producción industrial del oriente antioqueño y, también, por qué no decirlo, al negocio del narcotráfico; además, acabó con el sistema ferroviario del país (y su poderoso sindicato), con el fin de favorecer al monopolio del transporte de carga en manos de los paisas.
Así comenzó esta historia con los primeros grupos paramilitares: "los masetos" y los "tiznados" quienes obligaron a los campesinos del Magdalena Medio no solo a vender la tierra para la Troncal sino a los narcotraficantes. Grupos que fueron adiestrados en técnicas de terrorismo en Puerto Boyacá, que claro está solo podía hacer un judío, Yair Klein; además, el presidente conservador Betancur Cuarta fue asesorado por otro israelí, Rafael 'Rafi' Eitan, quien planificó el genocidio de la Unión Patriótica, que asesino a más de 5.000 de sus militantes hasta el año 2000.
Posteriormente, cuando Uribe Vélez llegó a la Casa de Nariño, el narcoparamilitarismo ya estaba consolidado y se había apoderado de la ciudad, infiltrando todo: el comercio, sus instituciones, incluyendo la Universidad, así como la política, hasta integrarse en las diferentes esferas sociales y actividades del puerto petrolero.
Pero, también, infiltró a Ecopetrol, en la que no solo ordenaba sobre su contratación sino en las empresas contratistas, al tiempo que saqueaba el combustible del tubo en complicidad con algunos funcionarios de la Refinería. Todo esto lo facilitó la decisión del Estado de traer mano de obra calificada paisa para ocupar cargos directivos y medios y como obreros del Complejo Industrial, mientras los trabajadores barranqueños quedaban en la calle y, finalmente, el fundador del Centro Democrático y expresidiario Uribe Vélez, la privatizó, no sin antes acabar con parte del sindicato petrolero (USO).
Entonces, ¿Será esto es lo que hoy quieren que olvide la ciudad? La pregunta es por qué. Todos sabemos que los paisas han hecho de Barrancabermeja su pequeño Medellín, donde viven los llamados narcos invisibles, protegidos por parte de la institucionalidad uribista. Además, sus 250 mil habitantes garantizan la dinámica económica que mantiene abierta esta gran lavandería para los recursos del narcotráfico y de cualquier otro negocio ilegal del país.
Para ello, mantienen la concentración de las tierras fértiles en el Magdalena Medio, la especulación inmobiliaria y el alto costo de vida, que se evidencia en el incremento desmedido en los precios de la canasta familiar. Mientras tanto, los emprendedores paisas se han apoderado del espacio público y la seguridad para crear este esperpento urbano: el gran bazar donde no es posible una ciudad para la vida.
El Parque
Las obras de la llamada renovación contemplan, además del Malecón del Río, el Mirador del Río (Mercado Gastronómico), el Centro de Emprendimiento “BIT”, las Obras de protección Muelle (Cormagdalena) y el Mercado Pesquero II Etapa; también contempla restaurar la Antigua Normal, la Capilla San Luis, los Parques Santander, Bolívar y el Ecológico de la Miramar; además, del Hotel Pipatón, entre otros.
Según el arquitecto del proyecto, uno de sus mayores aportes es que se trata de arquitectura bioclimática. Sin embargo, como ya hemos mencionado, esto no es algo nuevo para la ciudad, ya que Remberto Franco lo había hecho en el barrio El Parnaso. No obstante, el concepto que se debe tener en cuenta de cara a la crisis climática es la sustentabilidad, lo cual está relacionado con el uso de materiales, el manejo de aguas residuales, el tratamiento de residuos y el uso de energías limpias, etc. No obstante, este proyecto es una de las peores copias de lo que Puerta de Oro hizo en Barranquilla.
Frente a las obras restauración en el parque Santander, hay que señalar que no hay propuesta estética sino un verdadero derroche de cemento, de hecho las arepas paisas son de hormigón y, para completar, la solución técnica que se le ocurrió al arquitecto para colocar estos insípidos y nada inspiradores elementos escultóricos fue disponerlos sobre madera; para ello cubrió lo que antes era jardín, imposibilitando el contacto con la tierra y la exuberancia del color. Por lo que diseñaron una especie de tarimas, quizás pensadas para que la clase política tuviera un escenario más para sus discursos electorales.
Por otro lado, hay que advertir que las arepas paisas no dejan de ser elementos que ofrecen algún tipo de riesgo, dado que están simplemente colocadas y sin ningún tipo de anclaje, y si los niños o alguien quiere sentarse en ellas puede estar expuesto a un accidente. Esperemos que no. Además, al observar estos objetos, el arquitecto debe tener la convicción, como lo hacen desde la alcaldía, que vivimos en medio de un otoño permanente; por ello decidió que el color predominante de sus edificios, al igual que el de las arepas y demás mobiliario urbano, debía ser los inexpresivos e insustanciales tonos pasteles, como si la luz de la ciudad no fuera diferente; así mismo se deja entrever en ese continuum de su expresión arquitectónica un pésimo comentario a la obra del arquitecto Frank Ghery y muy malo por cierto.
Por otro lado, encontramos dos excéntricos kioscos metálicos cuyo techo termina al mejor estilo 'narcdéco': una hoja que no representa a la flora nativa y esperamos no sea la de coca para no mortificar a los de espíritu neoconservador de quienes ven demonios en todas partes y se rasgan sus vestiduras los sábados o los domingos en público durante los servicios espirituales como acto de contrición ante el oprobio o suscite controversia alguna porque algunos lo podrían entender en una oda al negocio del narcotráfico que usa la ciudad como una de sus rutas.
Otro aspecto que salta a la vista son sus dimensiones. Al parecer pensaron instalar verdaderos supermercados en pleno parque, porque no guardan ninguna proporción con el espacio. Además, los enfrenta, quizás para mantener la competencia por el mercado, porque no tiene ningún sentido estos aparatosos cajones en un parque tan pequeño y rodeado de tiendas, restaurantes y comercio, pero si resta espacio a los niños, a la posibilidad del encuentro y la movilidad.
Y como todo parece ser sui generis, colocaron una cómoda sala en la mitad del parque, pero eso sí, para que dure hasta la eternidad de los tiempos y la hicieron de cemento; quizás eso sea una muestra de cómo el diseñador entiende el concepto de lo bioclimático de su arquitectura, porque con el calor que hace en la ciudad, puede que muy pocos desearían sentarse sobre una brasa hirviente de cemento, además porque perjudica la salud.
Cocina tradicional
Como resultado del conflicto social derivado de la huelga de 1924, a los obreros petroleros no les quedó otra salida que echarle a la olla todo lo que tenían a su alcance. Así nació la práctica del sancocho trifásico, por lo que este sería el único plato de la culinaria tradicional barranqueña creado en la ciudad, porque el resto lo trajo el río.
Hay que anotar que con la segunda oleada migratoria llegaron los hombres de los pueblos de la ribereños en busca de trabajo a la petrolera y con ellos arribó no solo la fuerza de trabajo sino su cultura y sus sabores. De tal forma, que a fuego lento se terminó de hervir esa ecléctica mezcla que dio como resultado un encuentro entre algunos santandereanos que bajaron de las montañas de San Vicente de Chucurí debido a la relación con los primeros pobladores de la ciudad, cuando Barrancabermeja era aún corregimiento de este municipio y con quienes venían del río Magdalena.
Pero eso no fue todo, los norteamericanos de la Tropical Oil Company también trajeron lo suyo y con ellos llegaron ingleses, alemanes, italianos y todos ellos se reunían en el Club Internacional de El Centro; así todos eran extranjeros en estas tierras. Por eso, los blancos del norte trajeron a sus chefs y estos les enseñaron sus prácticas culinarias y técnicas a los cocineros de la petrolera, que como mi abuelo (Papá Chucho) y con él mi abuela (Mamá Inés) aprendieron de los extranjeros.
Ahora bien, quienes hablan hoy de la cocina tradicional sin haber leído el libro de Claude Levi-Strauss "De lo crudo a lo cocido" podrían estar hablando desde la lógica del sin sentido; porque lo primero que esto implica es una reflexión profunda sobre lo que significa la dignidad, lo que hacen y el valor de lo que defienden. Y todo esto sin literatura sería como un sancocho de pescado sin sal; por eso, se debería sumar de manera obligatoria la lectura de la novela de Laura Esquivel "Como agua para chocolate", porque aborda la pasión y el erotismo que tiene la cocina, no solo en los sabores, colores, texturas, sino también de los amores, las técnicas, la combinación de los alimentos y la historia que hay detrás de todo ello, porque no es suficiente con saber hacer, sino entender el porqué de lo que se hace, así se transforma el sabor en conjunción de identidad y territorialidad.
De otras realidades
Frente a todos estos fenómenos que subsisten en la ciudad, la pregunta obligada sería: ¿Cuál es el aporte de la universidad a la ciudad? ¿Acaso se ha hecho alguna investigación sobre las economías ilícitas, sus impactos socioeconómicos y las alternativas de salida que tiene hoy la ciudad? ¿Qué estudio se hizo sobre las consecuencias de la burbuja inmobiliaria o algún estudio comparativo sobre el encarecimiento de la canasta familiar que destruye la calidad de vida de los barranqueños y las opciones que tenemos? ¿Cuántos libros se han publicado sobre las redes de economía popular o de nuevos modelos de negocios como un acto de resistencia y de reapropiación del territorio?
¿Qué hace la universidad sus facultades de ciencias económica o la licenciatura en artes? Solo se convirtió en un dispositivo de transmisión de una tecne, porque el deber ser de los centros de estudios superiores es generar conocimiento y ser un foro para debatir sobre las realidades que enfrenta la sociedad, sino son recipientes vacíos que sirven de cajas de resonancia de la nada.
Mientras tanto, en nuestras calles, los jóvenes se dedican al sicariato, otros siguen sumidos en el abandono sin ninguna posibilidad que contribuya a transformar sus vidas, y algunos destruyen todo lo que encuentran a su paso. Recientemente, presencié cómo unas preadolescentes respondieron de forma vulgar a un padre de familia que llevaba a su pequeña hija a subirse a un columpio en un céntrico parque. Este les dijo que no los dañaran, pero ellas le gritaron de forma ofensiva e insultante que estaban en barranca, es decir, donde la gente hace lo que se les da la gana.
Tal vez, este podría ser uno de los indicadores del fracaso de nuestra educación que debería llamar la atención sobre los verdaderos impactos de la millonaria inversión de recursos que han hecho infinidad de entidades de cooperación extranjeras; sin embargo, este grotesco hecho quedará en la simple anécdota entre quienes lo presenciamos. Y entonces, ¿para qué sirve la educación estética en las instituciones educativas y qué investigaciones sobre sus verdaderos alcances y modelos pedagógicos se han desarrollado en la universidad?
Como dijo la escritora Simone de Beauvoir, "el opresor no sería tan fuerte si no tuviera cómplices entre los oprimidos". Pero aunque en Barrancabermeja conocemos bien nuestros problemas, no los abordamos en toda su complejidad de manera seria, como lo diría el psicoanálisis en términos del concepto de verleugnung (forma de negación para mentirnos a nosotros mismos).
Por eso, es mejor decirlo claramente sin sonrojarnos: hoy todo esto revela el fracaso de buena parte del movimiento cultural de la ciudad, porque a pesar de las evidencias, se arrodillan ante sus verdugos como saltimbanquis del poder y prefieren guardar silencio frente a las realidades que promueve el alcalde Distrital Jonathan Stivel Vásquez Gómez y su Secretario de Cultura, Turismo y Patrimonio Alexis Sánchez Guerrero, mientras el mandatario sigue ocupado en defenderse ante la Fiscalía.
Fotografía: ©ArtistasZona, julio, 2024.
sábado, 29 de agosto de 2015
COLOMBIA DESTILA ODIO, ENFERMEDAD HEREDADA A LA DERECHA
A propósito del Conflicto Fronterizo Colombo-Venezolano
Por. Victor Hugo
El pasado 25 de agosto, mientras el ESMAD de la Policía Nacional realizaba un operativo de desalojo de 150 familias desplazadas en el municipio de San Juan Nepomuceno, ubicado al norte del Departamento de Bolívar, a tan sólo 72 Kms. de Cartagena; en el occidente país, era atacado con arma de fuego por un delincuente, el arquero uruguayo Alexis Viera, perteneciente al equipo Depor FC; el desafortunado hecho, en que el deportista salió gravemente herido, sucedió delante de su esposa, cuando salía de un cajero de una sucursal bancaria, ubicada en el barrio El Caney al sur de la ciudad de Calí.
Ese mismo día, se producían infinidad de incidentes delictivos a los largo y ancho de la geografía nacional, al tiempo, que los canales comerciales de información abrían sus telenoticieros con la acostumbrada su crónica roja, porque desde hace varios años estos informativos se especializaron en hacer ese tipo de periodismo sensacionalista, con imágenes de las cámaras de vigilancia privada.
A pesar de la gravedad de los acontecimientos que transcurrían en Colombia ese día, los telenoticieros de los canales comerciales no registraron el desalojo que se escenificaba en San Juan Nepomuceno, pero dedicaron gran parte de su emisión informativa a demostrar que un grupo de colombianos eran injustamente repatriados de una invasión que habían levantado al otro lado de la frontera, en suelo venezolano. Esta ocupación ilegal viola flagrantemente la leyes de la República Bolivariana de Venezuela; además, sin contextualizar la realidad, nunca mencionaron los graves problemas de ilegalidad, que en la última década se generaron en la línea fronteriza y que tienen como epicentro la ciudad de Cúcuta y ahora se ha extendido al territorio venezolano.
Es desastroso lo que hace la delincuencia colombiana a un extranjero en nuestro país. ¿Por qué los medios no presentan las estadísticas de los presos colombianos por delitos de robo -apartamenteros, fleteo y cosquilleo; además, de tráfico de drogas, secuestro, extorsión y prestamos ilegales- que se encuentran en las cárceles extrajeras? Quizás, porque la conclusión asusta y diría mucho de nosotros mismo y, tal vez, no sería otra que el país en el mundo con más ciudadanos presos en el exterior es Colombia. Eso es una vergüenza.
No contentos con nuestros problemas internos, ahora, también exportamos la industria del terror y los neo-paramilitares o el Yihadismos que promueve el Honorable Senador Álvaro Uribe Vélez. Definitivamente es una vergüenza, ver como los medios comerciales de información -Uno abiertamente uribista como RCN de la Organización Empresarial Antioqueña Ardilla Lulle y, el otro pertenece, a la multinacional española del Grupo Prisa quien apoyará al régimen de Franco- no hacen más que atacar y criticar a los países vecinos; además, de mentir sobre la realidad, en su deseo de vender con el drama humano, crear caos para incidir en la política interna de los países limítrofes, porque son parte de la estrategia de los llamados Golpes Blandos diseñados desde los Estados Unidos.
¿Qué nos pasa? ¿Acaso somos un país de enfermos por el terror, el miedo y la guerra? Al tiempo, que al ultraderecha colombiana no hace sino promover la confrontación, el odio, la venganza y el belicismo, dándose golpes en el pecho con su supuesto patriotismo, tratando de tender nuevamente cortinas de humo sobre nuestra propia realidad y conseguir votos a costa de las desgracias de los demás.
Qué país de valientes de motosierra somos, de violadores de derechos humanos, mercaderes de la guerra, corrupción y protectores del narcotráfico. Qué valiente es un país que propone marchas con sed de venganza y guerra como lo hace el Centro Democrático de Álvaro Uribe Vélez ¿A caso no hay límites morales y éticos en esta sociedad, que abiertamente promueve el odio?
Imágenes: Captura de pantalla de la social media Facebook: la inocultable realidad colombiana.
jueves, 22 de enero de 2015
FOTOGRAFÍA, SENTIDO PÉSAME MUNDO
El oprobio de decirnos la verdad
Por. Victor Hugo
Nunca habíamos atravesado tiempos tan definitivos como los que hoy vivimos, aunque no ver la luz sobre el horizonte y saltar al vacío nos confiere la certeza del engaño demoledor del poder, que día tras día lanza al precipicio de la muerte a nuestra civilización y la promesa que la vida valía la pena.
Al mismo tiempo, los medios de información cristalizan los discursos apocalípticos con los que nos pretenden acomodar como espectadores impertérritos de las “tormentas inevitables”(1), para ellos somos los verdaderos culpables del pecado original por no seguir su ejemplo y conservar los supremos valores de una sociedad enferma, excluyente, decadente y xenófoba, que decidió desempolvar sus nacionalismo fascistas y las cruzadas religiosas que recorrieron a Europa en otros tiempos.
Del mismo modo, los ministros de esta fe y quienes proclaman a occidente como la verdadera utopía, nos llaman a la religiosa resignación frente a la oscura suerte que nos persigue y contra la hereje desobediencia de no repetir ni aceptar ciegamente el catecismo autorizado por las multinacionales y certificado por Discovery e History Chanel, cuyo único predicamento consiste en: solo ellos tienen derecho a la libertad.
Desde esta perspectiva, el concepto de libertad les ha servido para saquear los recursos naturales de los países que no pertenecen al poderoso club del G7 y prohibirles su desarrollo; quebrar los Estado que practiquen el principio de la soberanía y la autodeterminación; invadir, intervenir o desatar las guerras necesarias para defender sus intereses; imponer su noción de democracia, arte, actualidad y la concepción de Dios; ridiculizar al otro bajo el argumento del exotismo cultural y negarle la posibilidad tener cosmovisión propia; además, de castigar a quienes no se hinquen a sus pies ni se dejen esclavizar.
Colombia
La sombría herencia que se cierne sobre este país, donde el poder se hereda por apellidos como es costumbre en occidente, es la de perpetuar una plutocracia corrupta en el poder y, ahora, a la falange del puro cuento democrático, que se legitimó con su estrategia de miedo y muerte; además, de la compra de votos en los comicios electorales y el espionaje electrónico al que nos acostumbró el expresidente Álvaro Uribe Vélez.
Prueba de ello y la mejor evidencia de los hechos esta en como huyen “los buenos muchachos: María del Pilar Hurtado, Andrés Felipe Arias, Luis Carlos Restrepo y, el asesor espiritual Luis Alfonso Hoyos”. Los antiguos y más cercanos colaboradores del expresidente siempre han tratado de evitar la justicia para no decirle la verdad al país, así como lo hará el candidato a la presidencia por el Centro Democrático, Oscar Iván Zuluaga bajo la postura de “falta de garantías”; cuando no él mismo Uribe Vélez los extraditaba para mantenerlos lejos. Nada nueva la estrategia, porque así lo hicieron los políticos comprometidos en casos de corrupción y violación de los derechos humanos de Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Venezuela.
A pesar de todo, los nuevos yihadistas neoconservadores y neoliberales recorren los pasillos del Estado, mientras, con la fe del carbonero, se empeñan en armar todo tipo de complots contra los países suramericanos que se niegan a portar las banderas de “tradición, familia y propiedad”.
Por si fuera poco, los fanáticos de la ultraderecha latinoamericana son secundados por los medios comerciales de información, quienes los presentan como los respetables políticos e iluminados Mesías, los mismo que intentan esclavizar hasta la muerte y subyugarnos frente los intereses de las multinacionales que saquean nuestro continente.
De igual manera, nos venden la idealización de una paz como un estado catártico, mientras las condiciones objetivas que la construyan están lejos de ser una realidad. De esta forma, abren la puerta a la esperanza pírica de: silenciar los fusiles posibilita la inversión social y el enriquecimiento del país, (¿Pero de qué país?) por la vía de vender lo poco que nos queda al capital extranjero, es decir, a menor resistencia mayor crecimiento, más seguridad y certidumbre financiera, siempre y cuando los sectores populares sean fácilmente controlables mientras suben el IVA al 19%, le bajen los impuestos a los industriales, las multinacionales y continúen explotando los hidrocarburos a punta del fraking. ¿Dé qué paz estamos hablando?
Los gestos de paz deberíamos pedirsélos también al gobierno de Juan Manuel Santos, por ejemplo: salarios dignos, verdadera redistribución de la riqueza, reforma agraria que le permita a los trabajadores del agro acceso a tierras fértiles y no las desérticas e inservibles que entrega el Incoder; dejar de desmantelar nuestra economía y el aparato productivo a punta de los Tratados de Libre Comercio, TLC.
Además, de un nuevo modelo que acabe con el actual sistema de salud, educación con calidad y apoyo a la investigación que termine con el esquema que deja en manos de los gobernadores su contratación vía regalías; fortalecimiento y mayor competitividad para las deterioradas empresas estatales; precio de los combustibles de acuerdo a las fluctuaciones internacionales del crudo; protección de la biodiversidad y el banco genético, así como políticas para salvaguardar los ecosistemas estratégicos para la nación; concesiones que no regalen el carbón a Gary Drummond, el ferroniquel de Cerro Matoso a la BHP-Billiton, el oro a la Anglogold Ashanti Colombia S A. y los canadienses de la Continental Gold De Colombia ni el hidrocarburo a Pacific Rubiales Energy; un sistema bancario que no sea usurero ni este en manos de uno solo; descentralización del Estado, mayor autonomía y control de la territorialidad a los municipios; prestación eficiente de los servicios públicos y no este remedo que enriquece a los privados; lucha frontal contra el accionar delictivo de los grupos narcoparamilitares, cero impunidad, una justicia eficaz sin jueces ni magistrados que se vendan, endurecimiento de las penas y sanciones, es decir, no casa por cárcel a quienes defrauden los recursos públicos; así como la protección real de los derechos humanos, entre otros aspectos que laceran a la gran mayoría del pueblo colombiano. Esto sí serían gestos de paz.
¿Acaso no deberían ser los gestos de paz bilaterales y definitivos, es decir, de parte y parte? ¿Por qué será que los medios de información, ni la clase política ni los gremios le piden gestos de paz al gobierno de Juan Manuel Santos?
¿Y de estas realidades que ha dicho el arte? Nada. Los Mefistófeles, con una mano sostienen la camándula, la Holy Biblie y, con la otra, los contratos del Ministerio de Cultura, cuyo inefable interés consiste en solidificar una política que hace de los artistas colombianos los saltimbanquis contemporáneos del discurso del poder, mientras algunos curadores apelan al argumento “del placer estético” para legitimar sus eventos expositivos, sin abandonar, las razones comerciales y las correctas conveniencias con la que entregan premios, becas y reconocimientos.
Finalmente, los colombianos somos el pueblo más dúctil, maleable y desinformado del continente, es una vergüenza pero es la verdad, cuya única valentía consiste en sentarse frente al televisor para darse un baño del más placido sadomasoquismo de sus reality y conformarse con los melodramas que hacen “Metástasis” en su conciencia, como la historia de “Diomedes Díaz”, la precaria estética del vallenato y esa sumisión machista de la realidad, que hoy se convirtió en la hora sagrada, el prime time, de su nueva religión.
Fotografías: ©ArtistasZona. “Sentido pésame mundo”, 2014.
Notas:
1. [On Line] “Tormentas inevitables”: Sintagma cristalizado en la Declaración del Presidente Juan Manuel Santos al termino del taller con autoridades sobre el virus del chikunguña, el pasado 7 de enero del 2015.
miércoles, 10 de noviembre de 2010
PARQUE NACIONAL NATURAL TAYRONA




Las líneas del Paisaje
Por. Victor Hugo
En la falda sinuosa de la Sierra Nevada de Santa Marta, se encuentra el Parque Nacional Natural Tayrona, rodeado de las bahías de Chengue, Gayraca, Cinto, Neguanje, Concha y Guachaquita; pero uno de sus atractivos, lo constituye la imponente “Ciudad Perdida”, también llamada "Chairama", que es patrimonio cultural del caribe colombiano.
Esta área protegida dista de la capital del departamento del Magdalena a tan sólo 40 minutos por vía terrestre, por el autopista que de Santa Marta conduce a Rioacha.
Las Área Protegidas
Esta área protegida esta a cargo de la Dirección Territorial Caribe, de la Unidad Administrativa Especial del Sistema de Parques Nacionales Naturales, UAESPNN, que depende del Ministerio del Medio Ambiente; de esta forma, el Estado colombiano le da cumplimiento a los objetivos de conservación que firmó el país, en el marco del Convenio de Diversidad Biológica, Ley 165 de 1994.
Por otro lado, hay que señalar que nuestro país es uno de los cinco países del mundo con mayor diversidad biológica, por eso los Parque Nacionales Naturales, son áreas protegidas, que tienen el propósito de la conservación de la biósfera y ello implica asegurar la continuidad de los procesos ecológicos y evolutivos naturales para mantener la diversidad biológica; además, garantizar la oferta de bienes y servicios ambientales esenciales para la vida; así mismo, certificar la permanencia del medio natural, o de alguno de sus componentes, como fundamento para el mantenimiento de la diversidad cultural del país y de la valoración social de la naturaleza.
El Tayrona
El área protegida alcanza las 12.692 Ha., de la cuales el 95% están en manos privadas, lo que dificulta la labor de conservación y protección, hecho que crea grandes dificultades en el manejo del Parque.
El Tayrona se caracteriza por su flora típica del bosque húmedo premontano; de tal manera, que se convierte en un ecosistema que sirve de corredor y contenedor biológico, por eso es un importante banco genético de especies endémicas del caribe colombiano.
Por consiguiente, debido a la imponencia de su paisaje y las características de nuestro ejercicio fotográfico, realizamos un recorrido el pasado 5 de noviembre, en el sector de Cañaveral y la Piscina, con la intención de construir en imágenes las pulsaciones del color y de la forma, en las rocas milenarias que han sido modeladas permanentemente por las olas y la fuerza del viento salubre del caribe.
De tal manera, que intentamos construir un reflejo de la ecología del paisaje, de lo que significa un área protegida y la grandilocuencia de la pugnacidad de las fuerzas bióticas que se confrontan y se derrotan en un diálogo impertérrito que subliman esta mezcla de forma y color que capturan las imágenes.
Realidades
En la actualidad, el Parque Nacional Natural, enfrenta diversos peligros, después de ser expuesto durante todo el gobierno de Álvaro Uribe Vélez a la privatización de su explotación ecoturística en manos del empresario Jean-Claude Bessudo, el saqueo de los narcoparamilitares y la presión antrópica que ejercen las más “prestantes” familias de Santa Marta (Como los peligrosos Dávila, protagonistas del escándalo de corrupción de Agroingreso Seguro), quienes convirtieron al Tayrona en su finca privada.
Mientras que hoy las multinacionales del turismo y algunos empresarios samarios están empeñados en destruir y cercar este ecosistema estratégico con el beneplácito y la protección del Estado y la mirada impasible de los organismos encargados de velar por la conservación del patrimonio natural de los colombianos.
Fotografías: Hugsh, 2010©. El Tayrona
jueves, 15 de enero de 2009
EN CALI, LA CUESTIÓN DE LA IMAGEN: 41 SALÓN “NACIONAL” DE ARTISTAS


Por. Victor Hugo
“La memoria es un proceso abierto de reinterpretación del pasado, que deshace y rehace sus nudos para que se ensayen de nuevo sucesos y comprensiones. Es la laboriosidad de una memoria insatisfecha la que no se da nunca por vencida, la que perturba la voluntad de sepultar oficialmente el recuerdo como depósito fijo de significaciones inactivas: una memoria tironeada entre la petrificación nostálgica del ayer en la repetición de lo mismo y la coreografía publicitaria de lo nuevo que se agota en las variaciones fútiles de la serie-mercado”. Nelly RichardLa obra “Compasión histérica” [1] nos muestra una serie de rostros en primer plano de actrices reconocidas de melodramas (Telenovelas), con un apasionado entusiasmo por la fervorosa histeria o la impostura ficticia que arde en el anhelo por pretender una demostración de su codicia histriónica, como seguramente se lo demanda el libreto y la caracterización que el personaje hace en ese momento preciso de la escena.
Por su parte, “Retrato Colectivo Presidentes”, también nos acerca a los rostros en primer plano de quienes han sido los últimos huéspedes de la Casa de Nariño y caníbales del poder en nuestro país, quienes nunca posaron colectivamente para su retrato, porque mantienen un enconado odio y las más irreconciliables disputas ideológicas, aunque siempre sirvieron y servirán a los mismos intereses, no importa que se llamen: Gaviria, Samper, Pastrana o Uribe.
Melodrama y política
Estas obras, también, nos recuerdan un capítulo más de la novela política nacional: el Proceso 8000, que sólo dejó algunas canciones que le hiciera el compositor Jairo Valera a los señores del narcotráfico; además, de dudas y un manto de impunidad que encubrió a sus verdaderos responsables.
Mientras los único que conocen la verdad, los Rodríguez Orejuela, guardan silencio porque al parecer negociaron sus condenas en las Cortes norteamericanas con la información de los políticos colombianos involucrados con el Cartel de Cali.
En este melodrama uno de sus protagonistas fue Fernando Botero Zea, hoy refugiado en el Distrito Federal de Ciudad de México y prófugo de la justicia colombiana por ser, según él, perseguido político. Al tiempo, que su padre, el Maestro Fernando Botero, esta empeñado que el país olvide, mientras realiza uno de sus mejores negocios: las donaciones.
Por un lado, hace un ejercicio de asepsia sobre el apellido de su grupo familiar y, por otro, recibe por partida doble jugosas ganancias económicas, con las exenciones de impuestos por sus donaciones y vuelve a ser titular de primera plana en la prensa especializada.
Todos estos hechos, que parecen los típicos de una campaña de marketing, sin duda volverán a cotizar su obra en los mercados internacionales, a raíz del más afanado acto de “altruismo” artístico que en los últimos años haya protagonizado artista alguno en nuestro país. Buen negocio.
Así tal vez logremos olvidar y ser indulgentes con los actos de su hijo, Fernando Botero Zea, hoy prófugo, y con la lavandería de dólares que instalaron en la Campaña de Samper Presidente, durante 1994.
Colombia olvidará pronto la cajas forradas en papel regalo repletas de millones de pesos que entregaban en la Campaña, para comprar votos y aceitar la maquinaria electoral del Partido Liberal, con los dineros del Cartel de Cali; por esos días el compositor caleño Jairo Valera y su Grupo Niche cantaban al país de las fiestas, el olvido y la doble moral; al tiempo que escuchábamos la defensa del entonces Ministro del Interior Horacio Serpa Uribe ante la amenaza de destitución cargo del Presidente y su exaltado show retórico, que terminó con la cómplice absolución de Ernesto Samper Pizano por parte del Congreso de la República, cuando la evidencia era contundente.
Histerias en primer plano
Son dos obras diferentes, que se encontraban una al lado de la otra, planteándose sus propio dialogo y esquivándose la mirada. Al tiempo, el público se preguntaba que tenía que ver una actriz con los presidentes.
Tal vez no falto la señora que pensó, que la obra desenmascaraba un idilio amoroso entre alguno de estos personajes públicos o que seguramente nos mostraba una historia idílica no contada al país ni registrada por la sección ligth de algún noticiero o revistas de farándula. Quizás, una de esas damas evocaba algún capítulo de la telenovela que vio la noche anterior.
No obstante alguien pudo asomarse a la reciente y desastrosa historia en la que nos encontramos sumergidos, en medio de las trampas del poder, la más absoluta impunidad y el encubrimiento de los medios de información.
Eso sería mucho pedir, pero es posible que hayan aflorado de la memoria la provocación a la que nos expusieron las dos obras; mientras, que para algunos todo sigue igual y nada pasa en el país de la Seguridad Democrática, mientras los medios trasmiten la guerra y cuentan diariamente palestinos asesinados, el presidente Álvaro Uribe Vélez recibe en Washington, de las manos de Bush, su condecoración a la obediencia infame y al encubrimiento homicida.
A la vez, la iglesia colombiana sigue el juego cómplice, porque sobre ella también recae la responsabilidad histórica de la violencia, pero sigue empeñada en esconderlo elaborando discursos sobre la paz y reparte bendiciones a los dueños del país, los mismos que siempre han negado la subsistencia digna de los trabajadores colombianos y los esclavizan con salarios de hambre.
Pero no importa, que todo siga igual y más bien cállese antes que vengan por usted y se configure otra ejecución extrajudicial (falso positivo), porque aquí se premian las canciones de Jairo Varela como antídoto contra el dolor de la muerte que promueven el consumo ligero; además, de las masacres, los asesinatos selectivos, las andanzas políticas con los narcoparamilitares, bajo el abrazo encubridor del Estado paisa, obstinado indefinidamente a la pirámide que en la actualidad se encuentra en el poder. ¡Qué vergüenza!
41 Salón Nacional de Artistas: Carolina Zuluaga. Obra: Compasión histérica(Izquierda). Video instalación, 2007 (Colegio la Sagrada Familia, calle 3 oeste No. 3-21, Cali). Intervención: Victor Hugo Pablo Tamayo. Obra: Retrato Colectivo Presidentes (Derecha). Video instalación, 2007 (Colegio la Sagrada Familia, calle 3 oeste No. 3-21, Cali).
Fotografía: ©Hugsh, 2009. En primer plano.
Nota
[1] La obra “Composición histérica” hacen parte de la investigación curatorial de la zona centro, realizada por los curadores Claudia Salamanca y Andrés Gaitán: “El espejo ni sí ni no sino todo lo contrario” y se encuentra dentro del eje de la “Imagen En Cuestión” del 41 Salón “Nacional” de Artista, Urgente Cali.
domingo, 14 de diciembre de 2008
41 SALÓN NACIONAL, A LA SAGA: DEAMBULANDO POR LOS BARRIOS DE MI CIUDAD

En pocas palabras
Por. Rafaela Gómez
Señora Laura Barrientos:
Estoy acabando de colgar en mi ventana parte de mi vida, pero no sé si esta es mi vida.
Sabe, es una tarde de domingo, en la que los trapitos no salen al sol, en la que celebramos la Inmaculada Concepción, y coloque en la puerta de mi casa la bandera de la Virgen, porque la de Colombia en las fiestas patria me da miedo sacarla no va y sea que me cueste la vida; porque en mi barrio el tricolor no se sabe aún a que bando pertenece desde la campaña del presidente Álvaro Uribe Vélez, aunque yo vote por él. Se veía tan lindo.
Ahora lo único que veo es la mano firme que nos mantiene en la pobreza y su corazón blando con quienes se llevaron muchos niños del barrio para después aparecer en las fosas comunes, eso que le llaman falsos positivos o como nos dijo el abogado ejecuciones extrajudiciales; como la del hijo de Doña Toña, que aún se niega a ser un muerto más para nosotros, el fue encontrado en Ocaña con una bala en la cabeza, vestido con prendas militares y botas de un número menor al que calzaba.
Imagines usted, como debería un muchacho andar si su número eran 41 y las botas de caucho con que lo mandaron a ese hueco eran 38. Lo recuerdo bien, porque acompañe a su mamá hasta Ocaña. Quien más sino yo, que soy una madre cabeza de familia con dos bebes y que por semanas no consigo que hacer, pero mis vecinas me ayudan y de vez en cuando me mandan la media libra de arroz y los $500 pesos de aceite para que comamos con mis niños.
Señora Laura, el señor Victor llegó a mi casa con la cámara y me dio desconfianza, pero me mostró su ropita colgada en un puente, dizque era una obra de arte. Francamente me reí mucho. Debiera venir a mi barrio y para que se diera cuenta de las miles de obras que tenemos para mostrarle. Eso de la policía lo entiendo, porque ellos siempre andan ofendidos con nosotros. Cuando pasan por el frente de mi casa me miran feo, no sé de que sospechan de mi, pero sospechan.
El señor Victor, dijo que su ropita era una obra de un Salón de Artista, déjeme decirle, que no he visto eso en las noticias y que lo que más me entretiene son los chisme de los artistas, pero no he visto nada de esos artistas a los que usted pertenece. Me da risa, es que si usted es artista con esas ropas y no se le ocurrió más que colgarla en un puente, por eso salieron los del CAI enseguida. No se de que artista es usted.
Pero el señor me dijo que le escribirá algo para ponerlo en internet y yo lo acompañe a la sala de computadores del barrio para que lo hiciera, pensé que me estaba mamando gallo; además, pude ver la fotografía de mi casa ahí y me pareció linda con ropa y todo. Así que escribí algo para usted. Es que esas cámaras ya no son las de antes, toman una foto y las podemos ver de unas.
Bueno señora Laura, creo que me alargue, yo la invitaría a mi barrio para que tomara las obras que tenemos colgadas en las ventanas y nos riéramos juntas de eso que ustedes le llaman arte.
Fotografía: ©Hugsh, 2008. “Trapitos en mi ventana”. Barrio Café-Madrid, Ciudad Norte de Bucaramanga. Referencia a la obra de la Maestra Laura Barrientos, “Trapitos al Sol”. 41 Salón Nacional de Artistas, Urgente-Cali.
miércoles, 3 de diciembre de 2008
Un hecho urgente:






Trapitos al río (Reportaje gráfico)
Por Victor Hugo
Urgente y sin mediar palabra, en un acto típico de la Seguridad Democrática del actual gobierno de Álvaro Uribe Vélez, dos unidades motorizadas de la policía, llegaron el día 19 de noviembre a uno de los puentes de la Quinta con sexta, y descolgaron afanosamente la obra de la artista antioqueña, Laura Barrientos, que hace parte de la curaduría Confluencias Arte-Ciudad, de la zona centro occidente. Así se inauguró el 41 Salón “Nacional” de Artistas.
En ese preciso momento, un grupo de creadores de la zona oriente pasamos por el sector y en un acto de solidaridad apoyamos a la artista. Ella, en un diálogo de sordos, le intentaba explicar a la policía, de qué se trataba la obra y cuál era su intención. Igualmente, que su acción plástica, hacia parte del 41 S“N”A. Pero, entre más se le explicaban a los funcionarios policiales, menos entendían y en una actitud de dura cerviz, se negaron a dejar a la Maestra Laura Barrientos a continuar con su intervención en el puente.
Minutos más tarde, arribó un funcionario de la Alcaldía, quien también infructuosamente, trato de advertirles a los guardianes del orden de la seguridad democrática, que esta acción estaba contemplada dentro del evento del Salón “Nacional”. Sin embargo, los policías ya habían descolgado gran parte de la ropa, que fue arrojada al rio, en uno de sus típicos gestos de prepotencia y negligencia en cumplimiento de sus funciones. No satisfechos con eso, su extralimitación fue más allá, porque en un acto de urgente labor, regalaron parte de las piezas de la obra a un recliclador que pasaba por el sector, según denunció la artista.
Después de varias horas de discusión, los policías no dieron un paso atrás. A pesar de todo, ya el Alcalde, Jorge Iván Ospina, en la rueda de prensa que se desarrollaba en ese mismo momento en el Colegio La Sagrada Familia, había hecho referencia de este cuestionable momento a los periodistas; al tiempo, que los funcionarios de la convivencia pacífica, gendarmes del orden y el respeto (los policías), se negaron a dejar a la artista Laura Barrientos a concluir su obra.
Mientras tanto, nosotros los creadores de la zona oriente, estuvimos atentos a brindarle el apoyo y nuestra solidaridad a la artista, dado lo arbitrario y el desproporcionado uso de la fuerza del que hicieron gala los funcionarios adscritos al Comando de Policías de Cali, que de forma urgente, con este hecho participaron el 41 Salón “Nacional” de Artistas.
Sin embargo, y a pesar del denodado empeño de los policías, la artista Laura Barrientos, logró cumplir su cometido, exhibir, aunque no todos, sus trapitos al sol.
Fotografía: ©Hugsh, 2008, Trapitos al sol.