sábado, 6 de diciembre de 2008

EN CALI, 41 SALÓN NACIONAL: LOS LUGARES DEL CUERPO

 
Intervenciones y acciones: El arte y sus complicidades  
Por. Victor Hugo

Mi intención era redimensionar las obras, dejarlas pétreas, alucinantes y sin la avalancha de palabras y habladurías, negociando con el instante de su captura, como delincuente que atrapa su botín en medio de su clan-destina compañía: el artificio tecnológico, la cámara, y parte de mis fuerzas perceptivas, que se disputaban los lugares, las sensaciones y sus propias significaciones.

Este clandestino dejado a su intuición, historias y prejuicios, con la necesidad voyerista de copular la luz con la forma y mi desconsolada percepción de una obra, que me des-obra, me perseguía hasta los límites de lo legal, el texto curatorial, el que no me dejaba pensar y me intimidaba hasta el cansancio en medio de su metadiscurso. Alrededor, de la presa, de mi ansiedad, la exposición, que muchas veces fue ambigua, detenidamente ausente, localmente triste y macabramente grandilocuente, intentaba dejar una marca indeleble en mi retina y en mi cámara.

Mientras, que luchaba contra el supremo fascismo, el lenguaje corto y racional, con visos poéticos de unos curadores que siempre sentí lejos, afortunadamente. Creo haberme salvado de tanta reverencia y comunión.

Menos mal que antes de entrar a cada sala pronuncie la letanía que me enseñó mi primer muerto: Dale Señor el descanso eterno… Brille para ellos la luz acuesta… Dale Señor el descanso eterno… Brille para ellos la luz que cuesta (Así la pague la Alcaldía de Cali)… Dale Señor el descanso eterno... Brille para ellos la verdad que cuesta... Dale Señor la curaduría perfecta… Brille para ellos no más que esta. Amen  

Clandestino

Proponer imágenes y otras lecturas de las obras exhibidas en el 41 Salón “Nacional” de Artistas, necesariamente era la determinación, después que nos vimos siempre en la frontera del evento Internacional de Arte, desalojados de su significación e intervenidos meticulosamente por la mirada de quienes nunca se atrevieron a observar los lenguajes del país.

No obstante, también quedaba intervenir las obras quinésica y proxemicamente en su entorno, su acto hiperlocutivo, desde donde se pronuncian los primeros monosílabos que se objetivizan en la telúrica presencia de lo indecible, lo innombrable pero lo definitivamente deseable, cuando abre la antorcha Venus a la conquista ancestral de su luz cósmica, esa que no nos permite caer en la ceguera ni en la multitud analfabeta de la imagen, sino en los intersticios por donde conquistamos los lugares insospechados al deambular, sin la invitación trémula de quien quiere aventarnos al abismo de sus significaciones.  

En la escena

Mientras se inauguraba la obra E-flux Video Rental(EVR), de Anton Vidokle y Julieta Aranda, que nos invitaba a llevarnos a casa videos de alquiler gratuito, o observarlos en una sala de proyecciones públicas, en una videoteca que tiene por lo menos 850 videoarte que se han acopiado gracias a la colaboración de 400 artistas, curadores y críticos.

Fue ahí donde me detuve con la imagen marginal, la del entorno. Esa le dio la significación primigenia del cine-vientre-casa, el regreso, la luz ciega, el silencio y la palabra a media voz. La silueta que presagia la matiné, la calle meditabunda a la salida que me atrapa de tu mano, del resto de tu cuerpo, en el ritual donde desespero, que aún no entiendo, pero que por tiempos, me llevó los domingos reiteradamente a comprar las historias para que yo te viera a los ojos y me acercara al infinito pliegue de la curvatura de tus cuerdas, a la singularidad del universo con la que hoy se disputa mi recuerdo… 41 SNA, Urgente Cali.

Obra: E-flux Video Rental(Instituto Departamental de Bellas Artes de Cali, Av 2 Norte No.7N-28.  

Fotografía: ©Hugsh, 2008. Los lugares del cuerpo.

No hay comentarios: