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sábado, 29 de agosto de 2015

COLOMBIA DESTILA ODIO, ENFERMEDAD HEREDADA A LA DERECHA



A propósito del Conflicto Fronterizo Colombo-Venezolano
Por. Victor Hugo

El pasado 25 de agosto, mientras el ESMAD de la Policía Nacional realizaba un operativo de desalojo de 150 familias desplazadas en el municipio de San Juan Nepomuceno, ubicado al norte del Departamento de Bolívar, a tan sólo 72 Kms. de Cartagena; en el occidente país, era atacado con arma de fuego por un delincuente, el arquero uruguayo Alexis Viera, perteneciente al equipo Depor FC; el desafortunado hecho, en que el deportista salió gravemente herido, sucedió delante de su esposa, cuando salía de un cajero de una sucursal bancaria, ubicada en el barrio El Caney al sur de la ciudad de Calí.

Ese mismo día, se producían infinidad de incidentes delictivos a los largo y ancho de la geografía nacional, al tiempo, que los canales comerciales de información abrían sus telenoticieros con la acostumbrada su crónica roja, porque desde hace varios años estos informativos se especializaron en hacer ese tipo de periodismo sensacionalista, con imágenes de las cámaras de vigilancia privada.

A pesar de la gravedad de los acontecimientos que transcurrían en Colombia ese día, los telenoticieros de los canales comerciales no registraron el desalojo que se escenificaba en San Juan Nepomuceno, pero dedicaron gran parte de su emisión informativa a demostrar que un grupo de colombianos eran injustamente repatriados de una invasión que habían levantado al otro lado de la frontera, en suelo venezolano. Esta ocupación ilegal viola flagrantemente la leyes de la República Bolivariana de Venezuela; además, sin contextualizar la realidad, nunca mencionaron los graves problemas de ilegalidad, que en la última década se generaron en la línea fronteriza y que tienen como epicentro la ciudad de Cúcuta y ahora se ha extendido al territorio venezolano.

Es desastroso lo que hace la delincuencia colombiana a un extranjero en nuestro país. ¿Por qué los medios no presentan las estadísticas de los presos colombianos por delitos de robo -apartamenteros, fleteo y cosquilleo; además, de tráfico de drogas, secuestro, extorsión y prestamos ilegales- que se encuentran en las cárceles extrajeras? Quizás, porque la conclusión asusta y diría mucho de nosotros mismo y, tal vez, no sería otra que el país en el mundo con más ciudadanos presos en el exterior es Colombia. Eso es una vergüenza.

No contentos con nuestros problemas internos, ahora, también exportamos la industria del terror y los neo-paramilitares o el Yihadismos que promueve el Honorable Senador Álvaro Uribe Vélez. Definitivamente es una vergüenza, ver como los medios comerciales de información -Uno abiertamente uribista como RCN de la Organización Empresarial Antioqueña Ardilla Lulle y, el otro pertenece, a la multinacional española del Grupo Prisa quien apoyará al régimen de Franco- no hacen más que atacar y criticar a los países vecinos; además, de mentir sobre la realidad, en su deseo de vender con el drama humano, crear caos para incidir en la política interna de los países limítrofes, porque son parte de la estrategia de los llamados Golpes Blandos diseñados desde los Estados Unidos.

¿Qué nos pasa? ¿Acaso somos un país de enfermos por el terror, el miedo y la guerra? Al tiempo, que al ultraderecha colombiana no hace sino promover la confrontación, el odio, la venganza y el belicismo, dándose golpes en el pecho con su supuesto patriotismo, tratando de tender nuevamente cortinas de humo sobre nuestra propia realidad y conseguir votos a costa de las desgracias de los demás.

Qué país de valientes de motosierra somos, de violadores de derechos humanos, mercaderes de la guerra, corrupción y protectores del narcotráfico. Qué valiente es un país que propone marchas con sed de venganza y guerra como lo hace el Centro Democrático de Álvaro Uribe Vélez ¿A caso no hay límites morales y éticos en esta sociedad, que abiertamente promueve el odio?

Imágenes: Captura de pantalla de la social media Facebook: la inocultable realidad colombiana.