martes, 14 de mayo de 2024

EN BARRANCABERMEJA, “CÓMO UN LADRÓN EN LA NOCHE”


“Ahora bien, hermanos, con respecto a los tiempos y a las épocas, no tienen necesidad de que se les escriba nada. Pues ustedes mismos saben perfectamente que el día del Señor vendrá así como un ladrón en la noche... Pero ustedes, hermanos, no están en tinieblas, para que el día los sorprenda como ladrón” 
 1 Tesalonicenses 5:1,2-4. Biblia. 

Por. Víctor Hugo

"Una noticia mal contada es un asalto a mano armada", señala la canción "Multiviral" de Calle 13, y eso es exactamente lo que ocurrió el pasado viernes 2 de mayo en el desafortunado y muy pobre publirreportaje que le hicieron al Secretario de Cultura, Turismo y Patrimonio del Distrito de Barrancabermeja, el señor Alexis Guerrero Sánchez. Este retrosensacionalista performance es un oxímoron más del lenguaje del poder que arroja luz oscura sobre la realidad del sector cultural en el puerto petrolero. 

“Cinco semanas de “activación cultural”, desde la última semana de marzo, es decir dulce, que arrancamos en Semana Santa hasta ahorita cumpleaños y no terminamos. Hay una actividad chiquita que está andando por ahí de murales que todavía hace parte del proceso”, con estas abyectas pero muy reveladoras palabras sobre lo que significa para la alcaldía Distrital la cultura, comenzó la fascinante e infortunada publientrevista, tanto para el periodista como para el Secretario Guerrero Sánchez y sus siniestras respuestas. 

Debo agradecerle, antes de abordar los temas, a la Alcaldía Distrital de Barrancabermeja, a su secretario de Cultura, de Comunicaciones y al presentador del espacio "periodístico", porque nos deleitamos con su excelso trabajo. Aunque, algunos dirían: ¿si era tan malo por qué perdimos el tiempo? Al contrario, no subvaloramos cualquier hecho, siempre se puede encontrar algún aporte, así sea en medio de una árida experiencia como esta. Por esta razón, hay que verlo para aprender hasta dónde puede llegar la mediocridad en cualquier campo del conocimiento y atrevernos a reflexionar de ejemplos tan vacíos como este (la entrevista la dejamos al finalizar el artículo). 

Entre lo legal y lo ilegal

Lo que llamaron “estímulos” entregados por el Distrito de Barrancabermeja, en el caso de los artistas plásticos y visuales, la promesa era que sería de $1.200.000, ni siquiera un salario mínimo mensual legal vigente que es de 1,462,000.00 con el subsidio de transporte; aunque los creadores trabajaron más de un mes en el montaje y producción de sus obras. 

Al valor del estímulo le hicieron descuentos ilegales, a nuestro modo de ver según la ley (artículo 1.2.1.5.1.48 del DUT 1625 de 2016 modificado por el artículo 2 del Decreto 2250 de diciembre 20 de 2017), que oscilaron entre el 22,5 que le aplicaron a los miembros de la Asociación de Fotógrafos de Barrancabermeja o el 24% en algunos casos. Por su parte, a los artistas plásticos por participar les cancelará un total de 912.000 mil pesos. 

Ahora bien, como ya habíamos denunciado, resolvieron devolver las cuentas de cobros de algunos creadores y les obligaron adjuntar las autorizaciones para realizarle los respectivos descuentos, como nos señalaron algunos. Este gesto se convierte en una especie de extorsión y chantaje, dado que sino lo hacían jamás tendrían el acceso al estímulo. 

Por otro lado, con los mismos datos que ofreció el Secretario de Cultura, quien señaló que habían participado 1300 artistas, y si tomamos como promedio hipotético los 912.000 mil pesos cancelados (aunque algunos grupos les ofrecieron $2.400.000 de estímulo), entonces las "Fiestas del Sol" le dejaron a Barrancabermeja $1.185.600.000, que sería el monto total pagado a los productores culturales locales por su participación en las efemérides. 

Para adelantar la conmemoración, se tercerizó el contrato con la Corporación Centro Cultural del Oriente de Bucaramanga, bajo la figura de convenio interadministrativo para "brindar apoyo logístico y acompañamiento en la ejecución de las actividades que contribuyan al desarrollo de las expresiones culturales y artísticas que integran el proyecto de implementación de estrategias de apoyo para artistas, gestores y creadores culturales del Distrito de Barrancabermeja", cuyo valor ascendió a 4.690.805.358 millones de pesos. Cabe señalar que la alcaldía de la capital de Santander en manos del pastor uribista Jaime Andrés Beltrán, hace parte de la Junta Directiva del Centro Cultural del Oriente, y tal vez por eso recibimos la visita de su mandatario, quien estuvo en el concierto de los cristianos.

        
Entonces, es claro que si hacemos el simple ejercicio de sumas y restas, habrían quedado $3.505.205.358 mil millones de pesos, con los cuales se habían pagado los conciertos, los artistas invitados y alguna que otra cosa más. Es decir, esos recursos no se invirtieron en su gran mayoría en Barrancabermeja y salieron de la ciudad, lo que significa una tasa de retorno muy baja que afecta no solo las finanzas del Distrito, sino también a todos los barranqueños. 

En este mismo sentido, el Secretario de Cultura indicó que, según las cifras proyectadas por la Secretaría de Empleo, Empresa y Emprendimiento, a cargo de la funcionaria Adriana Marcela Carvajal Quintero, se estimaba que la ciudad recaudó $4.500 millones por conceptos de empleabilidad e industrias creativas. Él, como buen uribista supongo, lo llamó a esto la "Economía Naranja". Este esperpento creado por Iván Duque Márquez para favorecer al sector financiero, a los grandes capitales y distribuir pobreza entre los productores culturales del país que fracasó. 

Al flamante secretario se le olvidó que ahora el Ministerio de Cultura transformó la trampa y viabiliza las iniciativas bajo el concepto de industrias creativas. Qué no se les note tanto lo diestro de su derecha, señor Guerrero Sánchez. 

Lo siniestro 

Sí, entendemos por siniestro aquello que hace visible algo que debiera permanecer oculto. Inmediatamente aparece el término ansiedad, no porque nos enfrenta al hecho de la carencia, sino todo lo contrario: lo que falta es la carencia misma. Dado que al revelarse lo secreto, lo subrepticio o lo velado, se sobresatura la realidad porque nos parece que tenemos demasiado y es la carencia lo que hace falta. 

Entonces, ahí aparece el realismo catastrófico que aflora desde la relatividad moral de esta época y como ha pasado en todas las demás, donde el religioso o el político nos venden el fin de los tiempos, como lo están haciendo para configurar el Golpe de Estado al presidente Gustavo Petro; así nos imponen a través de sus medios de información una noción de realidad y otras bacterias más, aparte de los virus con los que nos inoculan la conciencia. 

Luego, las voces de la incertidumbre se multiplican y nos llevan siempre al dosificado borde fatal del abismo, como parte de la estrategia de contención social, que no acepta la duda pero renormaliza lo siniestro con la saturación de la información y su carga simbólica. 

Por otro lado, aprender a entender la realidad lejos de las pasiones políticas, sin mentir ni crear dudas alrededor de la verdad, no es fácil cuando el fanatismo devora nuestra conciencia y algunos colombianos aún no logran superar el trauma sadomasoquista que nos dejó la guerra y el odio inoculado por Álvaro Uribe Vélez y el Centro Democrático. 

¿Entonces la tarea de la cultura y el arte no es reconocernos desde la singularidad como una horda que ha establecido sus particulares formas de expresarse sensiblemente desde sus ritualidades donde se construyen mecanismos y dispositivos para relacionarnos con el mundo y donde configuramos nuestras utopías, esa que nos ofrecen un horizonte de futuro y nos marcan el ritmo de los tiempos? 

Ellos, como los de la alcaldía Distrital de Barrancabermeja, nos ofrecen solo la cultura de lo hedónico y narciso, la cultura líquida; así terminamos observando el decorado espejo que nos refleja, no que nos provoca, si que nos anclan en esa noción de estar asistiendo al permanente reality show de la desgracia que señala al otro no como sujeto de derechos sino como "popular", casta del "vulnerable" (como lo llama la tecnocracia neoliberal desde Bogotá para no referirse a la pobreza impuesta), es decir, quien solo está ahí para el subsidio y alucinarlo con la luz, el sonido y el cuerpo expuesto. 

El "popular" siempre estará lejos de la posibilidad de repensarse a sí mismo ni a su sociedad porque está prohibido juzgar, como dice el pastor o como está en las sagradas escrituras. De lo contrario, nunca podrá vivir en plenitud ni alcanzar el paraíso, o la Fiscalía estará presente con sus montajes judiciales.

El "popular" solo vive un espectáculo donde se le permite ser espectador del desconcierto, excluido de cualquier forma de pensamiento crítico, so pena de ser calificado como alborotador, como lo hace la derecha colombiana: "Estudien, vagos" y "polarizar" le llaman a la verdad, pero ellos sí tienen derecho a pensarnos. 

Al mismo tiempo, nos imponen una felicidad ficticia como construcción subjetiva del neoliberalismo, donde no hay sociedad sino individuos; donde la hapycracia(Edgar Cabanas y Eva Illouz) elabora los planes culturales para sus fiestas y el arte es un fetiche más. Así se configura el fin de la utopía, de una ciudad que hoy ni siquiera es capaz de definir su futuro. 

Mientras en la contemporaneidad se habla de nuevas narrativas, al "popular" se le implanta y obliga a consentir una narrativa única y definitiva, la del poder, y a someter su historia, aquella que niega sus historias; de esta forma, se construye la subjetividad neoliberal con la desmemoria. 

Recuerden bien, cómo mediante un decreto Álvaro Uribe Vélez eliminó las clases de historia en la educación básica secundaria, en un intento de borrar todo rastro, toda huella que llame a la dignidad y cómo la derecha colombiana se opuso a la Comisión de la Verdad y a su Informe Final. 

Por eso, durante las “Fiestas del Sol” no hubo espacio para reconocer, ni escenificar la participación de las lavanderas en la configuración histórica de la ciudad; pero también, la de los trabajadores petroleros, la de los movimientos sociales, la de los campesinos; la de los afrodescendientes ni de los Yariguíes, la nación ancestral que habitaban estas tierras y quienes fueron completamente exterminados por el saqueador blanco de las multinacionales extranjeras de la industria del petróleo, que aún se pasean por aquí. 

"Vivimos en una época extraordinaria en la que no existe ninguna tradición en la que podamos basar nuestra identidad; ningún marco que nos permita llevar una vida más allá de toda reproducción hedonista", como lo sostiene el filósofo Slavoj Žižek en su texto "Como un ladrón en pleno día" traducido al castellano en el 2021. 

Por esta razón, no se realizó ninguna actividad académica durante las “Fiestas del Sol” porque el encuentro es una actividad que amenaza la estabilidad. En este punto, lo más lamentable es ver una academia y una intelectualidad servil y genuflexa en la ciudad, porque nunca dijeron ni dirán nada, solo se dedicaron a guardar un ensordecedor silencio. 

Por lo que habría que preguntarse qué tipo de profesionales ofrece la Licenciatura en Artes o la Escuela de Ciencias Sociales y de las Comunicaciones del Instituto Universitario de la Paz (UNIPAZ); ¿qué tipo de investigaciones adelantan? 

Al parecer, los que menos producen conocimiento en la ciudad son precisamente sus universidades, ni mucho menos su intelectualidad, a menos que solo sean precarias canciones para los Festivales Vallenatos o cualquier otra cosa que se les ocurra en Barrancabermeja, menos una clase magistral sobre la historia de la ciudad, para no hablar de una conferencia, ya que la Cátedra Barrancabermeja fue otro espejismo más. Ahora bien, ¿por qué los movimientos sociales ni comunales organizaron una celebración alternativa a la oficial? En esta ciudad persiste el terror y se acostumbró arrodillarse fácilmente. 

¿Cuándo hacemos el foro sobre la destrucción del patrimonio material barranqueño a manos de los distintos alcaldes de la ciudad y no solo se lo dejamos a las reuniones privadas de la tecnocracia jurídica, de los llamados Vigías, la defensoría y la Procuradora 214, María Helena Vázquez, quien amenazó nueve (9) veces en tres horas con acabar una reunión si alguien decía algo distinto a ellos; evento que se llevó a cabo de espaldas a la ciudad el pasado 2 de abril en la Personería Distrital?

¿Cuándo las universidades nos convocan a una conferencia tan siquiera para no hablar de un simposio de investigación etnocultural para conocer los avances de sus investigaciones in situ o del aporte al PIB de la ciudad de sus industrias creativas en el caso de las escuelas o facultades de las ciencias económicas? Porque hasta ahora la academia guarda un ruidoso silencio, que la convirtió en un cómplice más. 

En otro aspecto, no muy menor, el secretario sostiene que: "Si quieres ver teatro de calidad, tienes que ir a Bogotá y pagar una boleta de 200 o 300 mil pesos". De este comentario se infiere: primero, que los artistas de Barrancabermeja no producen obras de calidad y se le agradece la sinceridad al funcionario; sin embargo, difiero de ese punto de vista, hemos visto unas ideas bien planteadas, pero a los creadores no se les paga bien y recuerde, por si no lo sabía, que los procesos creativos se sustentan sobre una investigación y eso cuesta. 

Por otro lado, el Distrito no tiene un nivel de estímulos que contribuya al desarrollo de los proyectos culturales ni a la producción de sus expresiones artísticas, solo se ha dedicado a pauperizar la labor cultural y la de los actores del sector que viven en condiciones deplorables porque no existe una verdadera política que estimule los procesos de creación. 

¿Entonces cómo pide calidad si los estímulos que entregaron durante las Fiestas no fueron ni un salario mínimo legal vigente? Así se cae el evanescente argumento Dos, ha sido y son inoperantes los Consejos Distritales de Cultura, jamás han velado ni reivindicado las condiciones de vida de sus representados y son cómplices de la actual realidad, sino fuera otra. Esta instancia de "participación" es una intermediaria para legitimar y legalizar las decisiones tomadas por el Distrito, que invierte el presupuesto cultural, para hacer negocios y pagar favores políticos. ¿Quién no sabe en Barrancabermeja a qué secretaría ha pertenecido y al parecer esta escriturada a uno de los financiadores permanentes de las campañas a la alcaldía? 

 En lo que respecta a su visión de las artes plásticas y visuales de la ciudad, esta frase lo dice todo: "hay una actividad chiquita que está andando por ahí de murales"; esta nefasta visión denigra conscientemente a esta expresión artística, así lo demuestra la carga simbólica que le imprime, porque no solo se construye intencionalidad en el mensaje excluyente que genera sino  en lo no enunciado. 

El espectáculo 

Lo más notable del deplorable publirreportaje, seguro pagado con los impuestos de los barranqueños, es que el periodista parecía estar pintado en la pared, impertérrito e inamovible. Así se configuró en toda regla un metarelato al estilo de Borges: un presentador soñándose como un periodista que hace un entrevista, pero se ve así mismo preguntando mientras él es el único televidente frente al televisor, porque a decir verdad sobraba en la escena, tanto así que al finalizar y ya sin tema solo dijo: ¿Qué otro tema recuerda que haya sido polémico? Aunque anteriormente había preguntado: “Están contentos desde la Alcaldía Distrital” al referirse al balance de las "Fiestas del Sol". Esto denotó la absoluta falta de preparación y displicencia con su audiencia. 

Con solo los datos esgrimidos como el gran predicamento argumentativo del secretario Guerrero Sánchez, quien manifestó que el gran aporte del Distrito “era brindarle a la ciudad una propuesta cultural gestionada de una forma distinta y la forma distinta era concentrar eventos pequeños en uno grande que era en abril y dejar de hacer 40 eventos chiquitos sino que juntarlos en uno macro”. Con semejante innovación se redescubrió la gestión cultural en la ciudad; además, descartó y rechazó de paso el sentido de lo comunitario, donde muchos hemos hecho esos "eventos chiquitos", y donde nacen los grandes artistas. Lamentable el comentario desde la institucionalidad. 

Así, el alto funcionario y responsable de las "Fiestas del Sol" brindó la evidencia de una realidad que no solo salta a la vista por el derroche semiótico, como su gestualidad, por ejemplo, con la que decía más que sus palabras; a pesar de ellos, sin importar el grado de abstracción o lucidez cognitiva que se tenga, surgirían las contrapreguntas. 

No obstante, el anfitrión, en lugar de estar "De Frente", prefirió hacerse a un lado. Aunque todos sabemos cómo opera la prensa en la ciudad y el evidente manoseo de la clase política en su afán de construir actualidad. Quizás el comunicador creyó que esta era una conversación banal y poco compleja, así lo hacen los periodistas que intentan abordar los temas culturales y en los que solo se dedican a simular una sonrisa. Sería bueno que el gremio le solicitará a Fecolper un taller de periodismo cultural, no creen. 

Teniendo en cuenta lo ya mencionado anteriormente se demuestra el fracaso de la inversión realizada por el Distrito de Barrancabermeja; porque si invertimos en el convenio interadministrativo con los bumangueses $4.690.805.358 mil millones de pesos y solo recogimos $4.500 mil millones, con las “Fiestas del Sol” solo asoleamos las finanzas para que otros se llevaran los recursos fuera de la ciudad y nos quedó una economía deficitaria. 

De esta forma, se violó el principio constitucional como lo define el artículo segundo de la Constitución Política: "Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación..."; en este sentido, la doctrina colombiana con respecto al gasto público señala que su objetivo esencial es la "actividad económica" del Estado, pero bajo la eficiente asignación de sus recursos para la satisfacción de las necesidades de la población, lo que presupone la racionalidad en la inversión pública. 

No se trata, como dijo al finalizar la publientrevista el Secretario: "Tenemos la tranquilidad de que todo se hizo en el marco de la ley de la buena fe", le recuerdo que con la buena fe los paramilitares, junto a los terratenientes y notarios cómplices, despojaron a miles de campesinos colombianos de sus tierras, al tiempo que el entonces nefasto procurador Alejandro Ordóñez, junto con Fedegan, se paseaban por el país oponiéndose a la Ley 1148 y a la restitución, mientras Mancuso mismo reconoce que fue una política sistemática de robo en la que participó el Estado; de buena fe Colombia presenció el genocidio de 6.402 jóvenes asesinados en estado de indefensión por la Seguridad Democrática de Álvaro Uribe Vélez, así mismo se exterminó sistemáticamente a la Unión Patriótica, con la asesoría militar de un judío; de buena fe se presentó en Barrancabermeja la masacre del 16 de mayo en la Comuna 7. 

Secretario de buena fe asesinaron a Jaime Garzón; de buena fe saquearon a Ecopetrol, a sus oleoductos y parte del robo está en manos de familias prestantes del país y de Santander, acaso no le suena; de buena fe usaron los recursos de Odebrecht en las campañas uribistas a la presidencia; de buena fe en manos de Karen Abudinem, del Clan Char, se robaron $70.000 mil millones del internet rural para los niños colombianos; de buena fe, uno de los hijos de Clan Gnneco quienes patrocinaron la campaña del alcalde Jonathan Stivel Vásquez Gómez, se robó los recursos del PAE del Cesar o no recuerda que Luis Alberto Monsalvo Gnneco esta condenado a 21 años de cárcel; de buena fe se destruye el patrimonio cultural de la ciudad y de muy buena fe los funcionarios públicos siguen siendo cómplices de la corrupción. 

No se trata de tener buena fe, ni mucho menos. Esa no sería la actitud proactiva de un funcionario público, porque la fe no nos sirve para alcanzar ni establecer verdaderos escenarios de desarrollo. Aunque hay que advertir también que para el Distrito, desarrollo es: "No nos imaginamos que alguien “popular” pueda acceder a un concierto de Carlos Vives". De ahí parte y hasta ahí llega la buena fe del concepto de cultura para esta administración. 

Así mismo, recordemos que ente el ordenamiento legal vigente ninguno puede admitir el desconocimiento de la ley ni tampoco es dable justificar la venta de unas boletas para entrar a un concierto que se suponían era gratis. Pero ni modos solicitar una investigación a la Personería ni a los demás organismos de control del Estado, como la Procuraduría Provincial o la Fiscalía, porque en Barrancabermeja siempre han sido parte del problema en la ciudad, no la solución, sino hablemos del patrimonio material y nos daremos cuenta que no ha habido ninguna consecuencia penal a pesar de estar contemplado en la ley cárcel para los responsables de su paulatina devastación. 

La Dignidad Histórica 

Si tanto el alcalde Jonathan Stivel Vásquez Gómez como el secretario de Cultura Alexis Guerrero Sánchez o la clase política de la ciudad conocieran algo de nuestra historia, sabrían que los líderes de los partidos tradicionales de Bucaramanga que formaban parte de la Asamblea Departamental en 1919 se opusieron firmemente al reconocimiento de Barrancabermeja como entidad territorial. 

Esto ocurrió cuando la Junta Patriótica Pro Municipio presentó la iniciativa en la capital del Departamento y fue rechazada repetidamente. El argumento era muy simple: éramos una población de negros pobres. Además, defendían los intereses de los terratenientes, tanto conservadores como liberales, que se negaban a separarnos de San Vicente de Chucurí. 

Sin embargo, la Asamblea del Departamento de Bolívar sí mostró su disposición y se ofreció a elevarnos a la categoría de municipio; pero solo cuando en Bucaramanga se entendió lo que significaba para el presupuesto de Santander las regalías del petróleo y tras la visita de los parlamentarios del Caribe Diógenes Arrieta y Ulises Osorio, en su paso hacia Bogotá, fue que reaccionó la clase política bumanguesa. 

Este hecho trajo como consecuencia que, bajo la fuerza de la Ley 5a del 27 de enero de 1922 y muy a regañadientes, el gobernador de Santander José María García Hernández protocolizara la creación del municipio un 26 de abril de 1922. Con lo que se puede señalar que la creación del municipio fue un acto de desamor, obligados por el ordenamiento jurídico y fruto de la codicia de los bumangueses por las regalías. Pero la clase política barranqueña no conoce lo que significa dignidad, solo sabe sumar los dividendos del negocio. 

Luego, dejar en manos de los bumangueses la celebración de las Fiestas por la conmemoración de la creación del municipio es un acto de desconocimiento histórico y el reflejo de la falta de dignidad de nuestra clase política, a quienes solo les interesa la burocracia y los negocios; para decirlo de otro modo, hasta eso hicieron mal en esta administración en manos del alcalde Jonathan Stivel Vásquez Gómez y su coalición de derecha.

Imagen: ©ArtistasZona, mayo de 2024.

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