Por. Wilmer Alonso Peñaranda Soto(*)
“Nuestro saber es el mapa de la realidad y cada línea que se separe de él solo puede ser imaginaria o algo peor:
voluntariamente torcida por inconfesables intereses”
E. Zuleta
E. Zuleta
El día 14 de diciembre del 2011 se inauguró la exposición del Plan Reapertura del Museo Norte de Santander, con el fin de abrir este espacio a los cucuteños, exhibiendo tres muestras plásticas(1) de las obras de Nelyda Amparo Cárdenas y Marta Combariza.
Es preciso señalar que las exposiciones se encontraban en diferentes salas de la ciudad; la “singular” estrategia fue desarrollada por la curaduría “Caminos Reales”, investigación becada por el Ministerio de Cultura, de la que hacen parte Luis Miguel Brahim, Susana Quintero Borowiak y Carlos Torres Muñoz, bajo la tutoría de Nydia Gutiérrez Moros, quienes tienen a su cargo una parte de los 14 Salones Regionales de Artistas, Zona Oriente.
Este equipo se planteó desarrollar una propuesta, que según ellos, empezará el tránsito de la improvisación a la profesionalización, así bautizan una guía museográfica, de carácter crítico de los circuitos expositivos de Cúcuta: "algo más que poner clavos", donde resalta el carácter formativo y ciertas necesidades en el campo del arte regional.
Es así, como esta guía formativa, frente a la improvisación de procesos de producción, propone la profesionalización en las labores implicadas en una exposición, como las del registro, embalaje de obras, acciones administrativas, seguros, etc.; así mismo, la importancia de establecer vínculos con las comunidades, el diálogo del curador, el manejo museográfico y el diseño del espacio.
¿Cuál Es El Fin De Una Exposición?
La problemática, estudiada por la curaduría "Caminos Reales", a partir de diferentes eventos expositivos en nuestra región, les permite sugerir la reapertura del Museo Norte de Santander de Cúcuta, resaltan con acento en la guía pedagógica, así enmarcan nuestro arbitrario fanatismo a los salones, que iguala su condición precaria en el campo de acción.
A partir de su análisis, el equipo de investigación curatorial plantea una salida: formular para el público una exposición donde la comprensión vaya mucho más que una instalación de objetos en una sala, porque es una narración articulada entre objetos, espacio, textos y visitantes.
¿Cómo Puedo Ver La Exposición?
La exposición se sirve de un amplio conjunto de recursos que reconstituyen el proceso de producción de los objetos, potenciando sus cualidades simbólicas y su valor estético dentro de una cultura específica.
¿Cuál Cultura Específica?
La distribución espacial, la producción discursiva, los apoyos museográficos, los elementos de diseño y las actividades de formación dentro de cada muestra, son los aspectos visibles públicamente, los que se desarrollan pensando en los visitantes que el museo o la sala recibirá, pero debajo de ellos subyace un complejo proceso, que hacen posible la puesta en escena.
¿Cómo Puedo Entrar A La Sala?
¿Cómo puedo observar, la exposición de carácter profesional, si la sala central que está ubicada en las instalaciones de la Corporación Cultural Biblioteca Julio Pérez Ferrero, permanece cerrada diariamente?
En el diseño propuesto por el equipo de investigación curatorial "Caminos Reales" del 14 Salón Regional de Artistas, participan: el Grupo Salvador Moreno, la Fundación de Estudios Superiores de Confanorte, FESC, Casa La Bagatela y la Corporación Cultural Biblioteca Julio Pérez Ferrero.
¿Qué tipo de profesionalismo encontramos en el diseño del catálogo, la cartilla didáctica y de gestión? En la cartilla didáctica No. 1 “Algo más que poner clavos”, se repite muchas veces la palabra profesionalismo y se intenta abordar esta problemática.
De ahí que, comparan su plan de trabajo con el de un reality show: ¿Es el arte un espectáculo y están las obras expuestas como en una comedia televisiva? ¿Qué tipo de discurso compara una expresión sublime con algo tan vacío y comercial como un reality show?
Mientras, visitaba Cúcuta, después de 15 años de ausencia, al concurrir a los espacios públicos y la oferta cultural de la ciudad, encuentro programas excluyentes: una sala cerrada y llena de polvo, al tiempo que un vigilante me vende un catálogo de una muestra plástica que se encuentra infranqueable a la mirada.
Sin embargo, el catálogo parece ser la evidencia de una ignominiosa propuesta de lo que se conoce como cultura; en el texto se superponen bien una necesidad, que resaltan los mismos defectos en varios párrafos seguidos y muestran soluciones teóricas con un respaldo de instituciones respetables comprometidas con el quehacer cultural de la región. Finalmente, el planteamiento del problema es falta de profesionalismos, la solución: es una intervención elite, donde participan sólo 15 creadores.
¿En dónde se encuentran los procesos de formación de públicos?
Proponen para el público, una exposición donde la comprensión va mucho más allá de una instalación de objetos en una sala, porque una exposición es una narración articulada entre objetos, espacio, textos y visitantes, donde su sentido debe “resonar” en las comunidades.
¿Qué tipo de narración tiene la exposición? ¿Quién me explica el sentido? El catálogo refleja la perspectiva de curador y el artista; pero el espectador debería encontrar la sala abierta: ¿Cómo puedo generar un debate con diversas miradas de la muestra, sí ni siquiera se puede entrar?
Además, en el catálogo no encuentro las direcciones donde están ubicadas las otras salas en la “ciudad de todos”; de tal manera, que cualquiera se preguntaría: ¿Cómo ubico la Casa La Bagatela? ¿Dónde puedo tener acceso a la información cómo público o turista? Ni siquiera se encuentra un correo electrónico de contacto. En fin, sí este fue un proyecto manejado por profesionales y precisamente lo que más se denota es la falta de profesionalismo.
¿Por qué la formación de públicos en su esquema multidisciplinario, se redujo a la fantasía inocente e inocua, inversamente proporcional a los modelos del sentido práctico? Aquí hay un proyecto de inexistencia cotidiana donde queda el estalcito, instalado en un reino de mentiras, con intereses individuales, donde sólo se ocupan de colgar cuadros para gestionar recursos del Estado.
Así, el público quedó nuevamente olvidado en las soluciones definitivas de demostraciones teóricas, expresadas en cifras y palabras repetidas, como en sus intenciones cristalizadas. ¿Cómo “algo más que poner clavos”, habla idealmente de un profesionalismo del montaje en un circuito expositivo, sin las paredes de la sala y como una "metáfora de enfrente"?
Luego de preguntarle a mí familia, como turista, y recordar la hermosa Casa La Bagatela, impulsado por la pasión que tanto critican en la segunda página de la cartilla, en el diálogo de cómo un taller de prácticas museológicas concluyen con una guía de inducción, me acerque con mi sobrino a la muestra antológica de Nelyda Amparo Cárdenas para conocer el arte regionalista y me encontré con media muestra expositiva.
Minutos más tardes, después de un largo y tedioso interrogatorio me abrieron las puertas para observar una serie de piezas en cerámicas que abarcan la moda y la iluminación de los reflectores resaltaban el polvo de los módulos. ¿Es así cómo se habla de profesionalismo y de estados de conservación de las obras?
Todo se convirtió en un simple discurso curatorial de cartilla. Ahora bien: ¿Qué tipo de profesional supervisa el estado de conservación? ¿Qué tipo de museografía expone una obra arbitrariamente a los rayos del sol, como lo es la última pieza que colgaba cerca de los baños del Museo Casa La Bagatela?
De otra parte, pude observa un video donde el DVD presenta problemas técnicos, los cables arruinan la presentación formal de "carácter profesional". Así mismo, ¿Quién diseñó las fichas técnicas y por qué no tienen la información necesaria para el espectador?
La instalación “Lar sin terme” tenía una abundante presencia de telarañas, será que hacían parte de la obra y es una intención conceptual la ausencia de las arañas.
¿Quién o quienes teorizaron el amplio conjunto de recursos que constituyen el proceso de producción de los objetos, potenciando sus cualidades simbólicas y estéticas dentro de una cultura?
¿Es profesionalismo encontrar manchas de filtro de agua en las paredes de la sala donde encontramos "Jardín surrealista"? ¿Quién se encarga de enderezar las obras bidimensionales del pasillo cuando el viento las descoloca?
La instalación “Espuma de mar”, se puede observar con algunos defectos en su forma rectangular: los bastidores presentaban muchas deficiencias en sus acabados o el retablo estaba mal cortado. ¿Tal vez, eso era parte del concepto?
Luego de tanto profesionalismo del equipo de reapertura del Museo Norte de Santander, de observar un catálogo con solo nombres y sin direcciones; de no encontrar los correos electrónicos de los creadores ni la referencia de alguna página web que sirviera de soporte a la muestra; de detenerme en el pobre diseño de la cartilla con el discurso egoísta de los curadores y los relatos de la experiencia del reality show, "algo más que poner clavos", como ellos mismos lo denominan en su texto didáctico, aparecen las contradicciones.
Finalmente, decidí realizar un paseo por el centro histórico a disfrutar un poco de su bella arquitectura y de regreso a Cúcuta pasando por la diagonal Santander, me encontré con una riqueza de colores, resaltando tendencias de las artes plásticas, en una casita con forma de pentágono, saque algunas fotografías de aquel lugar, para conservar en mis recuerdos mi visita a Cúcuta; aprovechamos, con mi familia para pasear por el malecón, vimos diversos murales y especialmente uno que rinde tributo a nuestras iguanas.
Como no volver a ver La Paloma y su reciclaje de navajas, disfrutar otra vez las esculturas de La Cero, el mural cerca del Parque La Bola y sobre todo de las cucuteñas con firme derrier y sonrisas radiantes…
(*) Wilmer Alonso Peñaranda Soto, Contador Público, Universidad Nacional, oriundo de Cúcuta.
Fotografías: Suministradas por el autor del artículo. AZO©.
Edición del Texto: Artistas Zona Oriente.
Nota:
(1) Las exposiciones a las que se refiere el autor son "La Ciudad de Todos" (Museo Norte de Santander) y "Cuerpo Resonante" (Biblioteca Julio Pérez Ferrero) de la artista Marta Combariza. Además, "Metáfora de enfrente" (Casa La Bagatela), de Nelyda Amparo Cárdenas.