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jueves, 8 de diciembre de 2016

FOTOGRAFÍA: LA MIRADA DESDE EL PODER

El Censor, La Democracia No Tiene Remedio
Por. Víctor Hugo

Dice el refrán popular: “Los ojos son los espejos del alma”, porque a través de la mirada somos capaces de inspirar confianza, generar rechazo, censurar, perseguir y hasta decretar la muerte del otro.

Mientras hay miradas que enamoran, promueven la confianza y el respeto por la otredad, algunas son capaces de matar y de provocar un hondo desasosiego, como las que encontramos en esos ojos sanguinolentos y violentos, henchidos del más profundo odio.

Y son precisamente esas miradas las que asustan, porque no auguran esperanza ni promesa sino desvelo e intranquilidad frente al despiadado e implacable acecho de muerte, como efectivamente son los ojos depredadores del censor que se alimentan de los otros, para calmar sus ansiedades, insuflar los destierros y procrear ausencias.

Actualmente los asesores de imagen de la clase política, plutócratas o tecnócratas que se encuentran en el poder se esfuerzan por diseñar las miradas y hasta sus sonrisas, para decorar ese lenguaje cauto, presumiblemente mesurado y, en medio de la lentitud de las palabras aparentemente inteligentes y neutras, como es la tendencia de los discursos del poder, de intentar despolitizar y desideologizar nuestra realidad, en tiempos de paz y del posconflicto.

La misma estrategia se impone en el arte colombiano que promueve la institucionalidad y el Ministerio de Cultura, donde los artistas solo son los saltimbanquis del poder y los terapeutas de quienes siempre hemos estado desahuciados ó muertos.

Fotografía:La Mirada desde El Poder: El Censor, Guillermo Rivera Flórez, Viceministro del Interior, durante la Audiencia Pública sobre los Asesinatos de Líderes Sociales y Defensores de Derechos Humanos en la Comisión Segunda de la Cámara de Representantes de Colombia. Miércoles 7 de diciembre de 2016.

Publicado en: [ar] actualidad regional

martes, 9 de febrero de 2016

EN COLOMBIA, PRESIONES E IMPUNIDAD, DÍA DEL PERIODISTA


Qué celebrar?
Por. Victor Hugo

A pesar que los reporteros locales son los más expuestos ante las presiones de los poderes gubernamentales y frente a la impunidad, en el juego de la doble moral del discursos del Estado; además, de la autocensura practicada por la prensa regional, queremos desearle un Feliz Día del Periodista.

Fotografía: ©[ar] actualidad regional, octubre de 2015.

viernes, 5 de febrero de 2016

EN COLOMBIA, SEGREGACIÓN INSTITUCIONAL EN LA UNIDAD DE VÍCTIMAS


“Hemos perdido hasta el presente”, dicen Víctimas en Colombia
Por. Victor Hugo

“No solo con buenas intenciones construiremos la paz, es imprescindible propiciar hechos reales que transformen nuestra realidad y nos permita volver a creer en la esperanza de un mejor futuro, porque hace falta dignificar las víctimas, las que aún hoy hemos perdido hasta el presente”, con estas palabras resume su situación Rita Eva Ávila Mendoza, quien sigue esperando que la Unidad Nacional de Víctimas cumpla con la Ley 1448 del 10 de junio de 2011.

Rita Avila, fue desplazada, junto con tres familias más, de la Vereda La Paz del Caribe en el 2012, perteneciente al Corregimiento de Guachaca, ubicado en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta.

“De un momento a otro y por exigencia de hombres armados, nos sacaron de donde siempre habíamos vivido y no nos quedó más que venirnos para Santa Marta, donde nunca me imagine lo duro que era vivir en la ciudad”, recuerda doña Rita.

En la actualidad, lleva cuatro meses esperando una segunda ayuda humanitaria; sin embargo, aún aguarda una respuesta que le ha sido esquiva. “En la Unidad de Víctimas la atención es muy mala, sólo representamos un número y hacemos parte de las estadísticas necesarias para los informes de gestión; además, los funcionarios se burlan de nosotros y no nos prestan atención; siempre nos dicen que nadie les va a decir nada porque ellos son los que mandan”, precisa Ávila Mendoza.

El pasado 17 de diciembre, después de madrugar a las 5:30 de la mañana para conseguir una ficha con la que pueda ser atendida por los funcionarios de la Unidad de Víctimas, sobre las 3:30 de la tarde de ese jueves volvían a decirle lo mismo que en los últimos 120 días ha escuchado: “Que no había sido activada por Bogotá”.

A pesar que doña Rita Ávila tiene cáncer y su riñón izquierdo fuera extraído en una intervención quirúrgica practicada en Bogotá, porque en Santa Marta no contaba con el servicio de urología; el pasado 17 de diciembre intentó explicarle a un infranqueable celador, convertido hoy en el primer interlocutor de la Unidad de Víctimas y experto en la tramitología que a diario enfrentan los más de 190.000 desplazados que viven en la capital del Magdalena y son atendidos en la sede del barrio María Eugenia.

“En el 2015 me entregaron una ayuda de $600.000 y nunca más he contado con la suerte de recibir otro auxilio, a pesar de mi precaria condición de salud, de ser madre cabeza de hogar a cargo de tres hijas y dos nietos, porque mi hijo vive con mi madre y es que en la Unidad de Víctimas es un problema para todo: hay madrugar por las fichas a las 5:30 de la mañana, las citas, etc. Mientras, que los desplazados solo le pedimos al Gobierno Nacional que nos ayude y no nos abandone; fíjese hasta votamos otra vez por el Presidente y hoy siento que no nos ha cumplido”, señala vehementemente Rita Ávila.




Además, agrega: “No más el 17 de diciembre, cuando les conté a una de las funcionarias sobre esta entrevista, en tono de sarcasmo me dijo que denunciara que ni baños había en la sede María Eugenia para los empleados. Por eso, muchos de los desplazados no queremos ir más a esas oficinas”.

Por otro lado, frente al tema de salud “estamos mal, cada vez que vamos al IPC del Barrio María Eugenia esta cerrado, nunca hay atención y nos mandan para otro lado y muchas veces ni para el pasaje tenemos”, advierte Rita Ávila.

Finalmente, el caso de doña Rita Eva Ávila Mendoza, representa solo una de las miles de historias que deambulan por la Santa Marta tratando de sobrevivir en medio de la exclusión que se ensaña contra quienes fueron víctimas del conflicto armado; mientras sus días son golpeados insesantemente por la indiferencia institucional, algunos de los desplazados aún sueñan que el 2016 las cosas por fin cambien en medio del proceso de posconflicto que vivirá el país.

Fotografías: © [ar] actualidad regional, diciembre de 2015.

1. Rita Eva Avila Mendoza, sus nietos y su hija menor.
2. Sede Administrativa de la de la Unidad de Víctimas en el Magdalena en Santa Marta (17 de diciembre).
3. Así atienden a la víctimas del conflicto en Colombia en Santa Marta, B. María Eugenia. La diferencia reflejan la Segregación Institucional que mantiene esta entidad.


NOTA: 

Por este artículo, publicado en el periódico regional HOY DIARIO DEL MAGDALENA: “Dicen Víctimas del Conflicto: “Hemos perdido hasta el presente”he recibido una intensa persecución por parte de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, dentro la acostumbrada estrategia que usan las entidades públicas de tender cortinas de humo para invizibilizar la realidad y desviar la atención frente a otras miradas. De tal manera, que con ataques de carácter personal y profesional, el Estado colombiano viola el derecho a la libertad de expresión y re-victimiza a las víctimas.

lunes, 7 de diciembre de 2015

EN COLOMBIA, 152 PERIODISTA ASESINADOS ENTRE 1977-2015



Lanzamiento del Libro “La Palabra y El Silencio"
Por Victor Hugo

Mientras la semana que acaba de culminar los medios comerciales de información registraban como la actualidad de los colombianos el estado de salud del Vicepresidente de la República, Germán Vargas Lleras; la muerte de la ex Miss Universo Luz Marina Zuluaga, el caso del asesino en serie de Bogotá identificado como “El monstruo de Monserrate” y por supuesto su acostumbrado ataque al gobierno venezolano y su abierto apoyo a la derecha del país vecino; sin embargo, la gran prensa no se ocupó del lanzamiento del libro “La Palabra y El Silencio”.

No es extraño, aunque el paradójico hecho refleja, una vez más, como los medios comerciales de información construyen la noción de realidad y de actualidad, de un país que le teme a la memoria y de unos medios cuyo único objetivo misional es el espectáculo del rating, es decir, la mediación social que asumen es a través de sus cuentas bancarias, preferiblemente en dólares; además, los mass media solo se han ocupado de cristalizar la conciencia de una nación, cada vez más enajenada a los intereses de las transnacionales y en manos de las mafias de los paramilitares, donde la corrupción se constituye en el “juego limpio” de la clase política colombiana.

En efecto, en la actualidad los medios privados de información se disputan su audiencia con sus narconovelas y las historias de lo que para ello son los héroes de Colombia, como Pablo Escobar, Los Hermanos Castaño, Lady Tabares y Diomedes Díaz, entre otros ejemplos dignos de imitar por quienes no tienen otra opción sino atarse al televisor todas las noches de sus vidas, como son los amplios sectores populares. De esta forma, la llamada industria del entretenimiento decidió darle la voz a los perpetradores e invisibilizar a las víctimas, como estrategia de guerra blanda [1]; de esta forma, buscan asegurar control de amplias regiones del país, así como reinstalar el miedo y sus discursos.

Así mismo, ocurrió esta semana, cuando los medios decidieron negarnos la posibilidad de la memoria al país sobre la realidad que han vivido los periodistas dentro del conflicto armado interno; tal vez por eso invisibilizaron el lanzamiento del libro.

¿Por qué el silencio? Claro, no se trataba de referirse a la vida y obra de las rutilantes estrellas de aristocracia colombiana. Al contrario, lo que se buscaba era de abordar la realidad de los otros, los periodistas que se encuentran inmersos en las regiones del país; muchos de ellos reporteros locales, trabajadores de la prensa independientes, sin el linaje ni los abolengos de algunos glamurosos apellidos que deambulan en las pasarelas de los medios privados de información.

El Evento

El pasado jueves 3 de diciembre en las instalaciones de la Biblioteca Luis Ángel Arango de Bogotá, el Centro Nacional de Memoria Histórica y la Fundación para la Libertad de Prensa, Flip, con el apoyo del Movimiento Sueco por la Reconciliación, SweFOR, llevaron a cabo el lanzamiento del “La Palabra y El Silencio, La violencia contra los periodistas en Colombia (1977-2015)”.

En el acto de Lanzamiento de la investigación, el Director del Centro Nacional de Memoria Histórica, Gonzalo Sánchez, señaló: “Hemos entendido el valor que la palabra tiene en las incansables búsquedas de las víctimas[…] a través de la palabra le cambian el sentido a su condición de víctimas”. Igualmente, precisó: “La palabra de los testigos […] los que construyen relatos, historia y conocimiento, la de los periodista y los académicos”.

En su intervención Sánchez reconoció que ...“los periodistas son mediadores y no es depositario de la verdad, pero tiene una inmensa responsabilidad frente a ella, al como contar y como descifrar la palabra de los otros y las otras […] la palabra del periodista se despliega en los escenarios de la memoria. En este sentido, la narración del periodista, igual que la de los académicos, no es pasiva o neutra, produce conocimiento e interpretación de múltiples realidades y también trasluce preferencias”.

El Director del Centro de Memoria, recalcó, al referirse a la labor del periodista ante a la historia reciente de Colombia en medio del conflicto armado: “La palabra se convierte en grito contra la violencia... Ser palabra para nombrar la devastación que ha dejado la guerra... Este libro que presentamos hoy aquí se trata no de la potencia de la palabra sino de la palabra silenciada. Aquí nos ensordecen las voces de los sonidos de la palabras silenciadas por la violencias“.

Por su parte el Director de la Fundación para la Libertad de Prensa, Flip, Pedro Vacca, reconoció en valor de la investigación y el aporte que esta hace sobre las realidades que viven los periodistas del país.

De otro lado, el relator del Equipo de Investigación, German Rey, presentó las ideas centrales del libro “La Palabra y El Silencio”, y precisó que la violencia desatada contra los 152 periodistas asesinados en Colombia durante el periodo 1977-2015, la mayoría de los casos corresponden a comunicadores sociales que trabajan en las regiones y se desempeñaban como reporteros independientes o pertenecían a medios locales, muchos de ellos pequeños y se encontraban totalmente desprotegidos.

En este punto, vale la pesa resaltar como la mayoría de los casos hoy siguen en la impunidad y es que se trataba de silenciar a quienes denunciaban hechos de corrupción o los robos en la que sus implicados eran funcionarios públicos; además, de la cooptación de los dineros públicos por parte de actores armados ilegales, así como sus investigaciones al rededor de obras inconclusas por parte de los entes territoriales u otras entidades del Estado, la violaciones de los derechos humanos y las mafias del narcoparamilitarismo.

De otra parte, mientras bajaron los índice de asesinatos a los periodistas se incrementaron otras modalidades, como los señalamientos de los altos funcionarios del Estado, como lo hizo Álvaro Uribe Vélez contra Holman Morris y Daniel Caronel, por recordar los más publicitados; aunque el macartismos fue y sigue siendo practicado en diferentes regiones del país; además, se presentan casos de autocensura de los medios, desplazamiento forzados y exilio de los comunicadores colombianos, que también es una forma de asesinar la palabra, crear rupturas en las regiones comunicativas e impedir que los trabajadores de la prensa cumplan con su función de informar.

Nota

[1] Los medios privados de información con sus narconovelas, noticieros y otras series, vuelven a poner de manifiesto y en primer plano el poder que tienen los perpetradores de propiciar dolor, su discurso ético y estético [porque los perpetradores, es decir, los mass media, también son responsables de la violencia del país– ellos alteran la función mediadora de la palabra para ocultar, tergiversar y confundir]. De esta manera, el dispositivo busca activar los fantasmas para que no le permitan a las víctimas reconvertir el gesto del silencio en capacidad de enunciación, porque palabra nos libera de sus miedos. Así se mantiene la ruptura del tejido social, lo que no permite la dinámica de los movimientos sociales.

Fotografías: ©Artistas Zona, Diciembre de 2015.

1. (De Izq. a Der.) Conservatorio con Carlos Mario Correa, Excorresponsal de El Espectador y autor del libro “Las Llaves del Periódico”; Alvaro Sierra, Editor jefe de la Revista Semana y profesor en temas de medios, paz y conflicto; Nora Sanín, Subdirectora Ejecutiva de Andiarios; Rodrigo Callejas, Director del Periódico Región y Miembro del Comité Nacional de Impulso de Periodistas Víctimas, y el profesor Germán Rey.

2. Intervención del Relator del libro “La Palabra y El Silencio”, Germán Rey.

3. Infografía de la Realidad de los Periodistas en Colombia. ©Centro Nacional de Memoria Histórica.

Descargar “La Palabra y El Silencio.

lunes, 2 de noviembre de 2015

DÍA INTERNACIONAL PARA PONER FIN A LA IMPUNIDAD DE LOS CRÍMENES CONTRA PERIODISTAS




Crece la Impunidad contra la violencia a los Periodistas
Por. Victor Hugo

Un periodista es asesinado cada cinco (5) días mientras ejerce su profesión, según el informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, «Tendencias mundiales de la Libertad de Expresión y Medios de Comunicación para el Desarrollo», 2015.

Mientras la violencia contra los periodista crece, reina la impunidad generalizada a nivel mundial frente a los casos de todo tipo de violencia ejercida contra los trabajadores de la prensa y los sistemas de justicia parecen aliarse al poder de los Estados, las multinacionales, las mafias y el poder corrupto del dinero, que se mueven entre quienes se suponen deben investigar y perseguir estos delitos.

En Colombia, los periodista nos vemos enfrentados a todo tipo de amenazas y constreñimientos contra la libertad de expresión, por parte de quienes detentan el poder político [más cuando se trata de periodistas locales, como los Alcaldes y Alcaldesas], económico, la criminalidad, fuerza pública y las entidades del Estado, quienes presionan para que no divulguemos la verdad ni hechos que comprometen las actuaciones de los servidores públicos ni sus actos de corrupción.

De tal forma, que en las regiones la prensa esconde, calla y se autocensura por presiones económicas y políticas, frente a las intimidaciones indebidas y sutiles mecanismos de persecución a los periodistas locales; al tiempo, que las supuestas organizaciones defensoras de la libertad de expresión observan sigilosamente y voltean su encantadora y baladí mirada para otro lado, se hacen las sordas y clasifican a los comunicadores dependiendo del medio, su influencia en el país y los apellidos, aunque solo aparecen cuando ya es demasiado tarde, en una país donde la muerte acecha en mi ventana.

Informe: «Tendencias mundiales de la Libertad de Expresión y Medios de Comunicación para el Desarrollo» (Consúltelo Aquí).

Imágenes: Unesco y IFEX

jueves, 22 de enero de 2015

FOTOGRAFÍA, SENTIDO PÉSAME MUNDO




El oprobio de decirnos la verdad
Por. Victor Hugo

Nunca habíamos atravesado tiempos tan definitivos como los que hoy vivimos, aunque no ver la luz sobre el horizonte y saltar al vacío nos confiere la certeza del engaño demoledor del poder, que día tras día lanza al precipicio de la muerte a nuestra civilización y la promesa que la vida valía la pena.

Al mismo tiempo, los medios de información cristalizan los discursos apocalípticos con los que nos pretenden acomodar como espectadores impertérritos de las “tormentas inevitables”(1), para ellos somos los verdaderos culpables del pecado original por no seguir su ejemplo y conservar los supremos valores de una sociedad enferma, excluyente, decadente y xenófoba, que decidió desempolvar sus nacionalismo fascistas y las cruzadas religiosas que recorrieron a Europa en otros tiempos.

Del mismo modo, los ministros de esta fe y quienes proclaman a occidente como la verdadera utopía, nos llaman a la religiosa resignación frente a la oscura suerte que nos persigue y contra la hereje desobediencia de no repetir ni aceptar ciegamente el catecismo autorizado por las multinacionales y certificado por Discovery e History Chanel, cuyo único predicamento consiste en: solo ellos tienen derecho a la libertad.

Desde esta perspectiva, el concepto de libertad les ha servido para saquear los recursos naturales de los países que no pertenecen al poderoso club del G7 y prohibirles su desarrollo; quebrar los Estado que practiquen el principio de la soberanía y la autodeterminación; invadir, intervenir o desatar las guerras necesarias para defender sus intereses; imponer su noción de democracia, arte, actualidad y la concepción de Dios; ridiculizar al otro bajo el argumento del exotismo cultural y negarle la posibilidad tener cosmovisión propia; además, de castigar a quienes no se hinquen a sus pies ni se dejen esclavizar.

Colombia

La sombría herencia que se cierne sobre este país, donde el poder se hereda por apellidos como es costumbre en occidente, es la de perpetuar una plutocracia corrupta en el poder y, ahora, a la falange del puro cuento democrático, que se legitimó con su estrategia de miedo y muerte; además, de la compra de votos en los comicios electorales y el espionaje electrónico al que nos acostumbró el expresidente Álvaro Uribe Vélez.

Prueba de ello y la mejor evidencia de los hechos esta en como huyen “los buenos muchachos: María del Pilar Hurtado, Andrés Felipe Arias, Luis Carlos Restrepo y, el asesor espiritual Luis Alfonso Hoyos”. Los antiguos y más cercanos colaboradores del expresidente siempre han tratado de evitar la justicia para no decirle la verdad al país, así como lo hará el candidato a la presidencia por el Centro Democrático, Oscar Iván Zuluaga bajo la postura de “falta de garantías”; cuando no él mismo Uribe Vélez los extraditaba para mantenerlos lejos. Nada nueva la estrategia, porque así lo hicieron los políticos comprometidos en casos de corrupción y violación de los derechos humanos de Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Venezuela.

A pesar de todo, los nuevos yihadistas neoconservadores y neoliberales recorren los pasillos del Estado, mientras, con la fe del carbonero, se empeñan en armar todo tipo de complots contra los países suramericanos que se niegan a portar las banderas de “tradición, familia y propiedad”.

Por si fuera poco, los fanáticos de la ultraderecha latinoamericana son secundados por los medios comerciales de información, quienes los presentan como los respetables políticos e iluminados Mesías, los mismo que intentan esclavizar hasta la muerte y subyugarnos frente los intereses de las multinacionales que saquean nuestro continente.

De igual manera, nos venden la idealización de una paz como un estado catártico, mientras las condiciones objetivas que la construyan están lejos de ser una realidad. De esta forma, abren la puerta a la esperanza pírica de: silenciar los fusiles posibilita la inversión social y el enriquecimiento del país, (¿Pero de qué país?) por la vía de vender lo poco que nos queda al capital extranjero, es decir, a menor resistencia mayor crecimiento, más seguridad y certidumbre financiera, siempre y cuando los sectores populares sean fácilmente controlables mientras suben el IVA al 19%, le bajen los impuestos a los industriales, las multinacionales y continúen explotando los hidrocarburos a punta del fraking. ¿Dé qué paz estamos hablando?

Los gestos de paz deberíamos pedirsélos también al gobierno de Juan Manuel Santos, por ejemplo: salarios dignos, verdadera redistribución de la riqueza, reforma agraria que le permita a los trabajadores del agro acceso a tierras fértiles y no las desérticas e inservibles que entrega el Incoder; dejar de desmantelar nuestra economía y el aparato productivo a punta de los Tratados de Libre Comercio, TLC.

Además, de un nuevo modelo que acabe con el actual sistema de salud, educación con calidad y apoyo a la investigación que termine con el esquema que deja en manos de los gobernadores su contratación vía regalías; fortalecimiento y mayor competitividad para las deterioradas empresas estatales; precio de los combustibles de acuerdo a las fluctuaciones internacionales del crudo; protección de la biodiversidad y el banco genético, así como políticas para salvaguardar los ecosistemas estratégicos para la nación; concesiones que no regalen el carbón a Gary Drummond, el ferroniquel de Cerro Matoso a la BHP-Billiton, el oro a la Anglogold Ashanti Colombia S A. y los canadienses de la Continental Gold De Colombia ni el hidrocarburo a Pacific Rubiales Energy; un sistema bancario que no sea usurero ni este en manos de uno solo; descentralización del Estado, mayor autonomía y control de la territorialidad a los municipios; prestación eficiente de los servicios públicos y no este remedo que enriquece a los privados; lucha frontal contra el accionar delictivo de los grupos narcoparamilitares, cero impunidad, una justicia eficaz sin jueces ni magistrados que se vendan, endurecimiento de las penas y sanciones, es decir, no casa por cárcel a quienes defrauden los recursos públicos; así como la protección real de los derechos humanos, entre otros aspectos que laceran a la gran mayoría del pueblo colombiano. Esto sí serían gestos de paz.

¿Acaso no deberían ser los gestos de paz bilaterales y definitivos, es decir, de parte y parte? ¿Por qué será que los medios de información, ni la clase política ni los gremios le piden gestos de paz al gobierno de Juan Manuel Santos?

¿Y de estas realidades que ha dicho el arte? Nada. Los Mefistófeles, con una mano sostienen la camándula, la Holy Biblie y, con la otra, los contratos del Ministerio de Cultura, cuyo inefable interés consiste en solidificar una política que hace de los artistas colombianos los saltimbanquis contemporáneos del discurso del poder, mientras algunos curadores apelan al argumento “del placer estético” para legitimar sus eventos expositivos, sin abandonar, las razones comerciales y las correctas conveniencias con la que entregan premios, becas y reconocimientos.

Finalmente, los colombianos somos el pueblo más dúctil, maleable y desinformado del continente, es una vergüenza pero es la verdad, cuya única valentía consiste en sentarse frente al televisor para darse un baño del más placido sadomasoquismo de sus reality y conformarse con los melodramas que hacen “Metástasis” en su conciencia, como la historia de “Diomedes Díaz”, la precaria estética del vallenato y esa sumisión machista de la realidad, que hoy se convirtió en la hora sagrada, el prime time, de su nueva religión.

Fotografías: ©ArtistasZona. “Sentido pésame mundo”, 2014.

Notas:

1. [On Line] “Tormentas inevitables”: Sintagma cristalizado en la Declaración del Presidente Juan Manuel Santos al termino del taller con autoridades sobre el virus del chikunguña, el pasado 7 de enero del 2015.

viernes, 9 de enero de 2015

EN COLOMBIA, PERIODISTA LOCALES SIN GARANTÍAS


Derechos Humanos, Impunidad y Poder, Caso Bosconia
Por. Victor Hugo

Luego de mi desplazamiento forzado, producto de las amenazas que recibí contra mi vida, por mi labor como periodista en el Municipio de Bosconia, le exijo a su Alcalde, Jorge Patiño Gómez me cancele mis honorarios como asesor de la Administración Municipal.

Ya son 18 meses perdidos, que me han dejado irreparables daños, sin que hasta el día de hoy la Administración Municipal de Bosconia responda después que fuera asesor del despacho del Alcalde, entre mayo del 2013 y junio del 2014. De mi labor es testigo muchos ciudadanos que atendí en la oficina del burgomaestre y diferentes funcionarios de las entidades territoriales como de la Gobernación del Cesar.

El contrato verbal que realice con el Alcalde de Bosconia, se llevó a cabo el 27 de abril del 2013, en el hall del Hotel Jorlin, inmueble de propiedad de Jorge Patiño Gómez. En esa oportunidad se pactó un sueldo de dos millones de pesos mensuales ($2.000.000), además, de la alimentación y el alojamiento.

Por esos días, Bosconia atravesaba por una crítica coyuntura social y de ingobernabilidad dada los ínfimos resultados obtenidos por su Administración Municipal, los escasos avances de una gestión que aún no arrojaba resultados concretos, los bajos niveles de información y contacto con las comunidades.

La Historia

Durante los primeros meses del 2013 crecía el descontento social, en medio de un ambiente caldeado por el alto nivel de controversia alrededor de los hechos que producía la Administración Municipal de Jorge Patiño Gómez; para completar este panorama, emergió un movimiento social organizado por los grupos políticos opuestos al Alcalde y que amenazaban con intensas jornadas de protesta para rechazar la limitada gestión y las promesas incumplidas, hasta ese momento.


Fue en medio de este complejo situación que Jorge Patiño Gómez me contrató, dada mi experiencia como asesor del Municipio de Ariguaní y en el manejo de las social media; labor que arrojó sus primeros resultados en el mes de septiembre, cuando el periódico La Calle de Valledupar, realizará la primera gran encuesta de opinión sobre la gestión de los alcaldes del departamento del Cesar.

En esta oportunidad, Jorge Patiño Gómez, fue elegido como el mejor alcalde del Departamento, hecho que se repitió en dos ocasiones más, mientras asesoraba a este Municipio.

Hay que recordar que Bosconia presenta una endémica debilidad institucional, después ser cooptado en los últimos 20 años por el accionar permanente de los grupos narcoparamilitares con presencia en el Cesar; estos mantuvieron el control del ente territorial, como lo conoce el país y lo confirma la historia reciente de la región, sucesos que salieron a la luz pública con las investigaciones sobre la parapolítica y de la que aún faltan muchas cosas por conocer; mientras la mayor parte de los hechos y sus protagonista seguirán impunes porque aún reina miedo.

En la actualidad, en el Caribe colombiano, como en otros rincones del país todos saben quien fue o sigue siendo quien, aunque muchos prefiere guardar silencio o mirar para otro lado, al tiempo que algunas instituciones hacen hasta lo imposible mantener la impunidad, los medios comerciales de información por esconder la verdad y las entidades religiosas por garantizar nuestra obediente sumisión.

Falta de garantías

En medio de estas realidades, muchos periodista del Caribe colombiano no reciben las garantías necesarias por parte del Estado para ejercer su labor y más aún si se encuentran en Municipios con coyunturas similares a las de Bosconia, mientras que algunos Alcaldes presionan a los medios regionales para que silencien o los despidan de sus nóminas a los corresponsales en sus municipios cuando hacen algún tipo de denuncia.

De tal manera, que mi situación se agravó, después de haber recibido amenazas contra mi vida. La primera se dio mientras cubría el paro ciudadano del pasado 10 de abril del 2013, en esa ocasión fui abordado por un grupo de personas mientras realizaba mi trabajo de reportería; la segunda ocasión ocurrió el 2 de mayo del mismo año cuando me dirigía a mi residencia y me interceptaron dos desconocidos que me atravesaron una moto y en cuestión de minutos, en medio de insultos, me conminaron a abandonar Bosconia, porque de no hacerlo corría peligro mi integridad física.

Días más tarde, interpuse la denuncia respectiva ante los organismos locales competentes, y estos nunca se pronunciaron al respecto, a pesar de haber radicado un documento en la Fiscalía, la Personería Municipal y el Despacho del Alcalde, pero ninguna de las autoridades me brindaron las mínimas garantías para el ejercicio de mi labor como periodistas.

En momento en que interponía la querella tuve la oportunidad, de exponerles los hechos a los funcionarios de estas entidades, al tiempo que entregaba un documento escrito, les manifestaba mi disposición de colaborar con la ampliación, sin embargo, nunca fui llamado por la Fiscalía local.

Por eso, debido a las falta de garantías para el ejercicio periodísticos, el 16 de junio de 2014 me desplace a la ciudad de Bogotá con el fin de proteger mi vida.

Estos hechos son de conocimiento de la Fiscalía General de la Nación, la Defensoría del Pueblo y la Unidad Nacional de Protección, UNP; así mismo de la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP, el Programa Somos Defensores y el Cinep, quienes siguen de cerca el desarrollo de las investigaciones.

Ahora, mientras me encuentro en medio de una complicada situación de seguridad y devuelta en algún lugar del Caribe colombiano, sólo le pido al Alcalde de Bosconia, que la cancele la deuda que contrajo conmigo y que no ha sido posible que me pague porque Patiño Gómez, hace caso omiso a sus responsabilidades como Alcalde, a pesar de mi insistencia.

A finales del 2013, en medio del parque de Bosconia y frente a las instalaciones de la Alcaldía, Jorge Patiño Gómez, me dijo que en el cementerio de su municipio se encontraban enterrados 254 bosconenses que un día se la tiraron de valientes. Aún no sé si estas palabras fueron una advertencia o amenaza.

Finalmente, el pasado 12 de diciembre del 2014, interpuse un derecho de petición para conocer de manera precisa las decisiones del Alcalde de Bosconia. Pero, intempestivamente, este miércoles 7 de enero, recibí una llamada del burgomaestres en la que me reclamaba por un artículo publicado en El Informador de Santa Marta ese mismo día, que estaba circulando en el municipio y las redes sociales: Periodista de Bosconia exige pago al Alcalde; además, me aseguró que el próximo martes 13 nos encontraríamos para discutir lo de mis honorarios. Sin embargo, si me sucede algo ya conocen mi historia.


Fotografías: ©Artistas Zona, Bosconia, 2013-2014.

1. (De Izq. a Der.) Personero Municipal Carlos Eduardo Porto y Alcalde de Bosconia.

2. Alcalde de Bosconia, Cesar, Jorge Patiño Gómez.

3. Alcaldía de Bosconia.

lunes, 15 de septiembre de 2014

CORRUPCIÓN, CRIMEN Y LIBERTAD DE EXPRESIÓN



Lucha contra a impunidad
Por. Victor Hugo

Corrupción y crimen organizados son los dos grandes monstruos que enfrentan diariamente los periodistas en Latinoamérica a la hora de ejercer sus trabajo, mientras aumentan los casos de violaciones de los derechos humanos a los trabajadores de la información.

Por eso, durante dos días miembros del poder judicial, estarán reunidos para analizar estos hecho en el marco de la capacitación internacional “Estándares interamericanos del derecho a la libertad de expresión y el papel del poder judicial” que convocó la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, de la OEA. En el evento participan jueces y fiscales de Guatemala, Honduras, Uruguay, Argentina, Paraguay, Brasil y Colombia.

A propósito del seminario, esta mañana se llevó a cabo un foro sobre “Garantías judiciales para la libertad de expresión”, en el auditorio Luis Carlos Galán de la Universidad Javeriana, en el que intervinieron la Dra. Catalina Botero Marino, Relatora Especial para la Libertad de Expresión de la OEA; María Cano Busquest, Decana de la Facultad de Comunicación y Lenguaje de la Universidad Javeriana; Ignacio Gómez, Presidente de la Fundación para la Libertad de Prensa; Edinsón Lanza del Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública y Guilherme Canela Godo, Coordinador de la Oficia Regional para América Latina de la Unesco.

Entre otros temas, se abordaron la situación de la libertad de expresión en la región y los desafíos de los sistemas judiciales de Latinoamérica para protegerla. Durante el certamen entrevistamos a la Dra. Catalina Botero Marino, Relatora Espacial para la Libertad de Expresión de la OEA.

¿Quiénes violan los DDHH de los periodistas?

“El crimen organizado son multinacionales que están creciendo a toda velocidad, tiene ramificaciones en todas partes y uno de sus principales objetivos es capturar a las instituciones más débiles; entonces, los periodista que investigan las rutas del narcotráfico, el tráfico de personas, la prostitución infantil, el contrabando, la instauración que hacen las mafias de las instituciones estatales o como algunos de estos políticos corruptos viven de las rentas estatales, ese tipo de periodistas, particularmente los que se encuentran en las regiones, que están lejos del centro, son más desprotegidos y sufren enormes violaciones, es decir, desde amenazas que se concretan en secuestros, torturas y asesinatos; las circunstancias de violencia por las que atraviesa hoy Latinoamérica son muy preocupantes”.

“Sin embargo, hay paises que han tenido avances muy importantes pero la verdad es que las cifras muestran un aumento, particularmente en este tipo de casos, que se producen cuando las instituciones son débiles y no pueden proteger a los periodistas del crimen organizado o cuando las instituciones son cooptadas; cuando las instituciones no son coptadas por el crimen organizado pero tienen la mentalidad amigo enemigo, es decir, cuando la prensa hace críticas frente a un eventual abuso de derechos humanos, estas la convierten en su enemigo”.

Medidas de Protección para los periodistas

“Lo que definitivamente le sale más económico a un gobierno es proteger al periodista e investigar respecto a los recursos que se están robando los corruptos, es decir, cada vez que se hace una investigación sobre impunidad y el sistema judicial puede operar, estamos tapando un hueco por el cual se esfuman los recursos del Estado; estamos hablando de dineros que servirían para invertir en hospitales, escuelas, vías, etc. Por eso, lo mejor es proteger a la prensa y realizar las investigaciones judiciales, pero las dos cosas son importantes. Aunque, la mejor protección es la investigación judicial, pero en algunos casos los periodistas necesitan escolta y los dos casos son complementarias una cosa con la otra”.

Libertad de Expresión y Gobierno

“Uno gobierna mucho mejor cuando hay libertad de expresión, pueda ser que no le guste la prensa, cuestione a los periodista porque le parezcan que no hacen mejor su trabajo; pueda ser que a uno le parezca injusto o muy duro lo que un periodista está diciendo, pero la prensa ayuda a que exista un mejor gobierno. Por esto es importante generar condiciones para que la prensa pueda ejercer su labor, no se trata de amarrarse a un mástil para no oír el canto de las sirenas del autoritarismo y de la corrupción”.

“Si silencias a la prensa queda un espacio vacío completamente fértil para la corrupción y para que se promuevan políticas autoritarias, la prensa vigila para que eso no suceda. De tal manera, que silenciar a la prensa es producir la propia destrucción de un gobierno y crear es espacio fértil para la corrupción y el autoritarismo, que va terminar autodestruyendo al propio Estado”.

Alcances de la Relatoría en Latinoamérica

“La relatoria sola no puede transformar realidades que son muy difíciles. Hoy vivimos un proceso en toda la región de criminalidad organizada; pero si creo que hemos colaborado en levantar una alerta al respecto. En la actualidad, algunos Estados están intentando diseñar políticas de protección y velamos para que estas sean adecuadas y que estas políticas de protección no impidan que los periodistas hagan su trabajo, sino que les ayuden a ejercer su oficio”.

“Somos una oficina pequeña y no creo que podemos cambiar todas las realidades regionales, además, estamos en deuda con mucha gente, pero hemos aportado”.

Corrupción y Crimen Organizado

“La prensa es el principal objetivo de la criminalidad organizada, porque necesitan clandestinidad y tienen su propia agenda comunicativa, entonces no les interesa tener periodistas independientes ni críticos que hagan su labor, por eso es muy importante que cuando esos periodistas se sientan amenazados acudan a todos lo mecanismos institucionales e internacionales, porque tienen derecho a que los protejan, porque la labor de esos periodistas es fundamental para que esa criminalidad no se tome al Estado. Hoy más que nunca necesitamos de esa prensa”.

Fotografías: Hugsh, 2014. (1) De Izq. a Der.: María Cano Busquest, Ignacio Gómez, Edinsón Lanza y Guilherme Canela Godo; (2) Dra. Catalina Botero Marino, Relatora Espacial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH de la OEA.

miércoles, 13 de agosto de 2014

JAIME GARZÓN, 15 AÑOS DE IMPUNIDAD


Sin Perdón Ni Olvido
Por. Victor Hugo

Primero el país reía a reventar,
luego lloró una tarde sin cesar
y después olvido como siempre...
Te das cuenta Jaime... Aquí todo sigue igual...