Con la soberbia delirante que produce la victoria, el alcalde de Barrancabermeja, Jonathan Stivel Vásquez Gómez, anunciaba el pasado 11 de julio que, a pesar de "los enemigos del progreso", las "mentiras y la persecución", había salido ileso frente a las acciones judiciales de los ciudadanos Edwin Valderrama Pico y Álvaro Reatiga Rincón. Al mismo tiempo, los señaló sin decirlo de ser parte de las "mafias políticas" por haberse atrevido a demandar su elección por presunta corrupción al sufragante y tráfico de votos. Mientras tanto, en las calles del puerto petrolero se impone la "cultura traqueta", prueba de ello son los 83 muertos que van del 2024 y las evidencias claras se manifiestan en su nueva estética urbana. Todo esto hace que sea una ciudad ocupada, humillada y silenciada.
martes, 23 de julio de 2024
EN BARRANCABERMEJA, ENTRE LOS HÉROES DE LA MITOLOGÍA PAISA Y NUEVA ESTÉTICA URBANA
Con la soberbia delirante que produce la victoria, el alcalde de Barrancabermeja, Jonathan Stivel Vásquez Gómez, anunciaba el pasado 11 de julio que, a pesar de "los enemigos del progreso", las "mentiras y la persecución", había salido ileso frente a las acciones judiciales de los ciudadanos Edwin Valderrama Pico y Álvaro Reatiga Rincón. Al mismo tiempo, los señaló sin decirlo de ser parte de las "mafias políticas" por haberse atrevido a demandar su elección por presunta corrupción al sufragante y tráfico de votos. Mientras tanto, en las calles del puerto petrolero se impone la "cultura traqueta", prueba de ello son los 83 muertos que van del 2024 y las evidencias claras se manifiestan en su nueva estética urbana. Todo esto hace que sea una ciudad ocupada, humillada y silenciada.
domingo, 21 de julio de 2024
EN BARRANCABERMEJA, PRIMER LABORATORIO DE FORMULACIÓN DE PROYECTOS DEL MINCULTURA
viernes, 12 de julio de 2024
EN BARRANCABERMEJA, NOCHE DE NOVELA Y CABRAS CON LA ESCRITORA KARIN QUIROGA
Las lectoras barranqueñas tuvieron la oportunidad de tener un cara a cara con la autora de la novela "Diario de una Cabra", la escritora santandereana Karin Quiroga, durante la acostumbrada sesión del club de lectura Cuentos de Mujeres para Mujeres, que se reúne en la Casa del Libro Total del puerto petrolero.
Como pocas veces sucede en la ciudad, la noche de este jueves 11 de julio y con las emociones que impulsan a organizar lo caótico bajo una luna en cuarto creciente, las lectoras con el libro en la mano indagaron sobre los inquietantes enredos de Conchita, la protagonista de la novela erótica y romántica, como la define su autora.
Al tiempo que la reconocida escritora del "Retrato de un amante Holandés", por momentos se vio sorprendida por las preguntas e interpretaciones que surgieron en el encuentro; no obstante, como si se tratara de una conversación cotidiana entre amigas de toda la vida, Quiroga, con la pasión de una ávida escritora y la osadía de su atrevimiento, las respondió una a una, mientras su insistente público le planteaba sugerentes puntos de vista que cuestionaban los diferentes personajes del melodrama.
Antes de concluir el evento, la narradora firmó libros y nos señaló que una de sus influencias más notables era la poetisa argentina de origen suizo, Alfonsina Storni. Asimismo, mencionó que "Diario de una Cabra", de cierta forma, era una profunda exploración de las sensaciones que provoca el deseo y su escenificación en la vida de una mujer. También nos comentó que se encuentra trabajando en una nueva novela, la que seguramente encontrará muchas lectoras. Al finalizar y después de escuchar a Karin, no queda más que leer su novela.
Fotografía: ©ArtistasZona. Barrancabermeja, julio de 2024.
miércoles, 10 de julio de 2024
EN BARRANCABERMEJA, XXV CONCURSO INTERCOLEGIADO DE CUENTO ECOLÓGICO
Este 21 de julio cierra la convocatoria del XXV Concurso Intercolegiado de Cuento Ecológico que organiza el Instituto Técnico en Comunicación Barrancabermeja, INTECOBA, bajo el lema "Paz con la Naturaleza, Agua para la paz".
El certamen, que cumple 25 años ininterrumpidos, es parte de las actividades pedagógicas que desarrolla la profesora Alcira Blanco Páez en el área de ciencias naturales. De igual manera, la propuesta incluye un semillero de investigación con los estudiantes de la institución educativa, que ya han representado a la ciudad en escenarios internacionales y este año viajarán a Perú con el fin de compartir la experiencia investigativa en temas ambientales de la juventud barranqueña.
En esta nueva versión del 2024, la extensión de los cuentos no debe ser superior a cinco (5) cuartillas y cada autor puede enviar hasta tres relatos en cada una de las categorías: infantil y juvenil; asimismo, en la inclusiva, dirigida a la población escolar en condición de discapacidad (de primaria o bachillerato) y quienes estén interesados en enviar sus propuestas literarias.
Cada concursante debe enviar sus cuentos en un sobre cerrado, escritos a mano en hojas tamaño carta y también en un sobre cerrado. Además, deben adjuntar una hoja con sus datos personales, el nombre de las narraciones y la institución educativa a la que pertenecen, junto con el correo institucional del plantel.
Por otro lado, se puede participar en formato audiovisual con cuentos de una duración de tres (3) minutos, que pueden ser a través de la plataforma de la red social TikTok, donde deben aparecer los datos de cada narrador.
Finalmente, las propuestas se reciben en la secretaría de INTECOBA de la carrera 24 No. 26-27, donde se pueden entregar en horario de oficina en formato PDF los textos escritos o en AVI o MP4 los audiovisuales; pero también está la opción de enviarlos vía correo electrónico al 22cuentoecologico@gmail.com.
BASES DEL CONCURSO
martes, 14 de mayo de 2024
EN BARRANCABERMEJA, “CÓMO UN LADRÓN EN LA NOCHE”
Entonces, es claro que si hacemos el simple ejercicio de sumas y restas, habrían quedado $3.505.205.358 mil millones de pesos, con los cuales se habían pagado los conciertos, los artistas invitados y alguna que otra cosa más. Es decir, esos recursos no se invirtieron en su gran mayoría en Barrancabermeja y salieron de la ciudad, lo que significa una tasa de retorno muy baja que afecta no solo las finanzas del Distrito, sino también a todos los barranqueños.#Confirmado | El candidato a la alcaldía de Bucaramanga Jaime Andrés Beltrán sumó el apoyo del candidato a la alcaldía de Medellín, Federico Gutiérrez. Este lo apoyó a través de un video que fue publicado en redes sociales donde invitó a los bumangueses a votar por Beltrán. Los… pic.twitter.com/PZmydlKPUX
— Cuestión Pública (@cuestion_p) October 18, 2023
domingo, 12 de mayo de 2024
EN EL DÍA DE LA MADRE, A LAS VÍCTIMAS DE LOS GENOCIDAS
Por. Víctor Hugo
jueves, 2 de mayo de 2024
EN BARRANCABERMEJA, PAISAJES CONSTRUIDOS Y SUJETOS IMPLICADOS
El paisaje no es solo el territorio continente habitado por un sistema de órganos ordenados y dispuestos como un patrón donde todo encaja (ese ordo o secuencia de colocación formal, armoniosa o sustentable que le llamamos ecosistema); ni una simple realidad extendida en continuo movimiento, que revela una función propia y tiene un inevitable ciclo; ese donde habita la estructura sociopolítica de la horda y es construido bajo la intensidad de su mirada.
También esa superficie es más que el inhóspito, profuso y desconocido mundo para la conservación; territorio que modelamos como el escenario del intercambio simbólico, de esos arquetipos que ancla y le da sentido a las formas y rituales que hemos creado como sociedad y con la que nos relacionamos con él, porque emerge del reconocimiento de la mirada al elegir hacia donde la dirigimos y qué delimitamos con en ella.
Ahora bien, desde el idealismo kantiano se propuso que el acto de conocer es el resultado de cierto vinculo entre el sujeto - el objeto y en esa relación unívoca se produce el conocimiento; recordemos que Kant también habló del terror estremecedor que se siente frente a la naturaleza. No obstante, el shan shui (agua-montaña), palabra que se idearon los chinos del siglo V durante la dinastía Liu Song, para describir la representación del paisaje en la muy popular pintura taoísta de ese momento, nos revela un sujeto absolutamente contemplativo como búsqueda del ser.
Por su parte, en occidente, se referían a los “bellos pedazos de país” como lo señaló el pintor y tratadista del Barroco de origen italiano Vicente Carducho (Florencia; 1576 - Madrid; 1638); mientras algunos lo percibían como eso que está lejos, un “ornamento y sin necesidad”, así lo describe el reconocido humanista español Alonso López “Pinciano” (1547-1627). Posteriormente, este concepto sería abordado plenamente en el renacimiento italiano.
Frente a la aparición de la palabra “paisaje” existen muchas versiones; en este punto algunos indican que es muy probable que surgiera en 1708 en la novela “La Gitanilla” del gran Miguel de Cervantes Saavedra, al describir sus impresiones de la ciudad italiana de Flandes, que luego bajo el pincel del pintor flamenco Joachim Patinir comenzaría a materializarse la representación sobre el paisaje, por nombrar uno y ni que decir de las obras del holandés Johannes Vermeer van Delft o el veneciano Giovanni Antonio Canal (Canelleto).
Hoy, bajo la mirada del eurocentrismo se señala como el origen etimológico al galicismo “paysage” y lo ubica en el s. XVIII; por su parte, los holandeses y los anglosajones asumen el vocablo “landscape”, pero para los alemanes surge el término “landschaft” y los italianos no se quedan atrás y apuntan al “paesaggio”.
Dentro de la contemporaneidad una destacadas tendencia que explora el paisaje es el land art o earth art, con sus esculturas site-specific, que emergió a finales del 1960; este llamado arte de la tierra o ambiental, escenifica intervenciones efímeras sobre el paisaje, muchas de ellas con elementos encontrados en su entorno. Robert Smithson, Nancy Holt, Christo y Jeanne-Claude, Andy Goldsworthy, Richard Long, Michael Heizer, Olafur Eliasson, Eberhard Bosslet, Walter De María, Nicolás García Uriburu, Michael Heizer y Agustín Ibarrola, son algunos de sus artistas.
Entre garzas y las iguanas, lo iconográfico
En Barrancabermeja que vive bajo las imposiciones de sus bubble filter, hay una profunda fascinación para las garzas, quizás su estilizada figura, su particular forma de caminar en la orilla del río y cómo se relacionan con los porteños ha generado en los barranqueños cierta atracción por ellas; por esta razón, se podría señalar que uno (1) de cada cinco hogares hay alguna imagen u objeto artesanal que las representa.
Igual ocurre con las iguanas, tanto así que frente al céntrico parque Uribe había un establecimiento comercial que llevaba su nombre y era muy visitado al caer la calurosa tarde barranqueña; en este popular lugar de encuentro donde solo se escuchaba la deliciosa salsa se podía divisar lo que era el Caño Cardales y observar como con el cadencioso andar de este reptil, endémico de Centro y Suramérica, se paseaban entre las ceibas.
Sin embargo, solo hasta después del 23 de julio de 2007, cuando el uribista ultraconservador, vinculado a los escandalosos hechos de corrupción que se presentaron durante el montaje de la Refinería de Cartagena (Reficar) donde se perdieron más de 8.000 mil millones de dólares, y quien era el presidente de Ecopetrol por esa época, Javier Genaro Gutiérrez Pemberthy, fue cuando se adoptó el icono de la iguana como imagen corporativa de la empresa y se popularizó rápidamente en el puerto petrolero.
Por lo que hoy, los artistas barranqueños se apropiaron de esta iguana y las pintan por doquier, sin que medie ningún tipo de investigación histórica, de las posibles lecturas interpretativas o connotaciones ni cuestionarse el por qué de su uso; mucho menos por resignificarlas, al tiempo que decidieron abandonar la búsqueda de nuevas representaciones o estrategias de presentación de la iguana como icono.
Ver artículo: ¿Street art en Barrancabermeja? |
En este contexto se advierte el hecho, que fue adoptado rápidamente por los barranqueños, después de la amplia inversión publicitaria desplegada por Ecopetrol, empresa que nos pertenecía a todos y fue arrancada del alma de los colombianos por Álvaro Uribe Vélez para privatizarla; ella buscó valorar su nueva marca, al tiempo que escondía una historia espeluznante, pero que le sirvió para lavar su imagen y adoptar una postura ambientalista, igual como hizo con el abandonado “Cristo Petrolero”.
A pesar de ello, Ecopetrol se empeñó en que la gente olvidará las profundas huellas de los impactos ambientales generados durante el establecimiento de la exploración, producción y el refinamiento del crudo, cómo aún se observa en la céntrica Ciénaga Mirar y otros espejos de agua que rodean a la ciudad, que se deterioran rápidamente por las pésimas decisiones ambientales adoptadas por su clase política, muchas de ellas para ocultar y minimizar los desastres de la industria petrolera y las multinacionales que aún saquean nuestra tierra y que mantienen esa deuda con la ciudad.
Construimos sueños, negamos realidades
Si aceptamos lo que señala el psicólogo norteamericano James Jerome Gibson al abordar de manera crítica la teoría de la percepción y que concluyó que esta no se produce sin “una superficie continua de información básica”, lo que de cierta forma echa por tierra la visión aristotélica de que la razón no es fiable y donde son los sentidos los soportes del conocimiento: “Nada hay en la mente que no haya estado antes en los sentidos”. ¿Pero es posible percibir sin memoria?
En este sentido debemos reiterar el punto de partida y es que el paisaje no es solo el territorio continente habitado por un sistema de órganos ordenados y dispuestos como un patrón donde todo encaja; ni una simple realidad extendida en continuo movimiento, que revela una función propia y tiene un inevitable ciclo, todo ello edificado por la estructura sociopolítica de la horda, construida bajo la intensidad de nuestra mirada, pulsión que no lleva a ser sujetos implicados que narran sus historias.
Si entendemos como paisaje algo más que una porción de superficie, es decir, de territorio construido, percibido e imaginado, entonces sería más que volúmenes, luces o entrelazamientos dispuestos y en relación con un entorno, se podría señalar que también es memoria.
Desde esas perspectivas, lo contemporáneo quizás nos propone la aproximación a nuestra realidad como un sujeto implicado que narra aquello que lo punza excesivamente y de forma dolorosa le proporciona conocimiento o placer, donde la memoria, es decir, esa carga histórica que lleva dentro, le permite reflexionar y hacer lecturas de su presente, no desde la nostalgia contemplativa o la conmiseración judeocristiana occidental, sino de la que nos provoca el aquí y el ahora y es capaz de repensarnos en el futuro.
De tal manera, que en un recorrido aleatorio por diferentes barrios de Barrancabermeja encontré reiterativamente en las paredes de algunas viviendas, en los jardines interiores o patios elementos artesanales utilizadas para construir algún tipo de escenas que evoca un cierto paisaje idealizado pero que de alguna forma refleja nuestros fantasmas y realidades.
Mientras que desde la Secretaria de Cultura Distrital, a cargo de Alexis Guerrero Sánchez, su alcalde Jonathan Stivel Vásquez Gómez, intentan imponer una visión aséptica, plagiada, de un paisaje vacío: esa noción simplista y efectista del atardecer turístico. Quizás esta pretensión revela el profundo deseo de la clase política: ver a los barraqueños cómo turistas en su ciudad, no como ciudadanos que la interpelan.
En este sentido, las imágenes sintomatológicas revelan paisajes populares impuestos por la moda o tendencia que se extendió hace escasos años en la ciudad, con los que se identificaron los barranqueños; la idea era armar ciertas escenografías, compuestas por muy variados materiales y objetos artesanales e industriales, como las falsificaciones artificiosa de plástico; escenas que nos narran historias y funcionan como objetos escultóricos.
Así como esos paisajes construidos, algunos mutilados, ensombrecidos, sin tiempo, muy distópicos unos o redundantes otros, como jardines donde conviven flores artificiales y naturales, así es esta cálida ciudad que aún empieza a vivir en medio de sus propias tragedias, hipocresías, pariendo mentiras, pero con ganas de utopías.
Fotografía: ©ArtistasZona. Barrancabermeja, abril de 2024.
1. Ellos siguen ahí, entre los susurros del alma
2. “To Be or Not to Be”, Mi querida Daniela.
3. El atardecer es otro.
martes, 23 de abril de 2024
EN BARRANCABERMEJA, EL DESCUENTO DEL 22% A LOS ESTÍMULOS CULTURALES, PODRÍA SER ILEGAL, SEÑALAN LOS ARTISTAS
Con un supuesto descuento del 22%, la Corporación Centro Cultural del Oriente, entidad contratada para tercerizar las actividades de las “Fiestas del Sol”, gravó los estímulos entregados a los 35 miembros de la Asociación de Fotógrafos de Barrancabermeja (AFB), al finalizar una exposición organizada por la Alcaldía Distrital, en la que solo podían participar los asociados de la AFB.
Esta muestra visual se llevó a cabo durante ocho (8) horas en las instalaciones del céntrico Parque Infantil del puerto petrolero, como parte de las actividades programadas en las "Fiestas" adelantadas por la alcaldía con motivo de los 102 años de creación del ente territorial, que se celebran este 26 de abril.
No obstante, de acuerdo a la normatividad legal vigente “cuando se otorgan estímulos por actividades artísticas y culturales a entidades sin ánimo de lucro es necesario verificar si pertenecen al régimen tributario especial, de ser así y si el pago o abono se relaciona con las actividades meritorias del objeto social no se practicará retefuente a título de renta”.Por otro lado, si se tratará del gravamen por retención en la fuente, según la tabla vigente del 2024, para “servicios en general de personas naturales no declarantes de renta, como lo establece DUR 1625 de 2016, artículos 1.2.4.4.14. y 1.2.4.4.1., artículos 392, 868-1 numeral 77 del E.T.” y cuya base es del $188.260, tendría que ser del 6%.
A pesar de lo anterior, según los participantes, los gravámenes aplicados a los socios de la AFB fueron del 22%, bajo el argumento de un supuesto "Convenio" que no fue presentado por la coordinadora del evento para demostrar la legalidad de la deducción, pero que inmediatamente y sin mediar palabra alguna se les descontó a los fotógrafos barranqueños. De esta manera, se afectó su reconocimiento, que dicho sea de paso, no alcanzó ni siquiera el salario mínimo legal vigente. De está manera, se afectó su reconocimiento, que dicho sea de paso, no alcanzó ni siquiera el salario mínimo legal vigente.
Inmediatamente, surge la pregunta: ¿por qué las entidades que gestionan actividades culturales no denuncian ni dicen nada al respecto? La lacónica respuesta me la dio uno de los participantes: "Si no recibimos lo que nos dan, se roban los recursos o los destinan a otras actividades, eso lo vienen haciendo desde hace tiempo; siempre prometen una cosa y al final entregan lo que ellos deciden y en algunos casos el recorte es alrededor de la mitad del valor del estímulo pactado"; este fue el tajante argumento y con él se expresa la imposibilidad y el miedo de los actores del escenario cultural de Barrancabermeja.
El hecho revela el triunfo de la mentalidad narcoparamilitar paisa sobre una población que apenas sobrevive en una de las ciudades más violentas del país y con la más alta tasa de asesinatos por sicariato de los últimos 20 años; no obstante, el alcalde Jonathan Stivel Vásquez Gómez, llegó al poder con 71,183 votos y el respaldo de una coalición de la derecha colombiana, de la que presuntamente hace parte hasta el Clan Gnecco de Valledupar (Cielo Gnecco, Luis Alberto Monsalvo y toda su familia), quienes se dice en los mentideros políticos y como se murmura, aparentemente invirtieron en su campaña, como también ocurrió con el anterior burgomaestre Alfonso Eljach Manrique.
Hoy, a pesar del declive social representado en los altos índices de pobreza, la creciente inseguridad, el generalizado desempleo, la ruptura de su tejido social y el alto endeudamiento fiscal en que dejó a la ciudad la anterior administración avalada por el Movimiento Alternativo Indígena y Social, MAIS, en manos de Eljach Manrique, la actual administración Distrital montó una fiesta que le costó a los barranqueños más de $5.000 millones, con el fin de promover el turismo; sin embargo, olvidó que Barrancabermeja es parte de la actualidad del país solo por los más de 40 homicidios ocurridos durante este 2024 y que ellos mismos mantienen cerrado el puerto y el acceso al río, con lo que metafóricamente le decretaron la censura hasta el sol.
¿Y de la curaduría qué?
Una muestra expositiva es el resultado de un proceso que produce diferentes piezas u objetos para mostrar y donde la curaduría juega un papel vital. Pero, para algunos de los genios locales de Barrancabermeja, la intención es mostrar por mostrar y se olvidan del público. En este punto hay que volver a insistir en los cuatro escenarios para el desarrollo de las artes plásticas y visuales: investigación, creación/producción, circulación y formación de públicos.
Entonces respondamos a la pregunta: ¿por qué es necesario contemplar la curaduría a la hora de pensar en un evento expositivo? En primer lugar, hay que entender qué es el ejercicio de lo curatorial.
Según la RAE, es "el que tiene cuidado de algo" o "persona encargada de la conservación y supervisión de bienes artísticos o culturales, especialmente para su eventual exhibición". Aparte del llano concepto, digamos que la curaduría es más que ordenar, situar y mostrar objetos de arte, es también un sistema de mediación social para estimular la interpretación de lo que se muestra.
En este sentido, se apoya o busca diferentes herramientas para ir más allá de la catalogación histórica, de las condiciones sociales del acto de creación y la contextualización de la obra de arte. Aunque esta información nos ayuda en su exploración, por sí solas no contribuyen a la aproximación del público.
Entonces, respondamos a la pregunta: ¿por qué es necesario contemplar la curaduría a la hora de pensar en un evento expositivo? En primer lugar, hay que entender qué es el ejercicio de la curaduría.
Según la RAE, es "el que tiene cuidado de algo" o "persona encargada de la conservación y supervisión de bienes artísticos o culturales, especialmente para su eventual exhibición". Aparte del llano concepto, digamos que la curaduría es más que ordenar, situar y mostrar objetos de arte, es también un sistema de mediación social para estimular la interpretación de lo que se muestra. A parte del llano concepto, digamos que la curaduría es más que ordenar, situar y mostrar objetos de arte, es también un sistema de mediación social para estimular la interpretación de lo que se muestra.
En este sentido, se apoya o busca diferentes herramientas para ir más allá de la catalogación histórica, de las condiciones sociales del acto de creación y la contextualización de la obra de arte. Aunque esta información nos ayuda en su exploración, por sí sola no contribuye a la aproximación del público.
En este punto, hay que tener en cuenta o prever que los anteriores parámetros de contextualización histórica pueden estar fuera de las posibilidades interpretativas de un espectador que no tiene por qué saber o conocer sobre la historia del arte. Sin embargo, sí está interesado en aproximarse a una obra, podría llamarle la atención participar en una exposición o está interesado en conocer el valor de una obra o adquirirla. No solo para decorar, sino porque se identifica con ella o quiere expresar algo a partir de lo que cuelga en una pared o las piezas dispuestas en sus espacios cotidianos.
De tal manera que, desde lo contemporáneo, podría decirse también que la curaduría crea otros parámetros, ya sean emocionales o performativos, con el propósito de posibilitar al público la oportunidad de estar o permitirse disfrutar la obra desde su muy particular punto de vista. Además, busca abrir otras ventanas ante las diferentes interpretaciones o provocaciones que enfrenta el público cuando se acerca a una propuesta plástica o visual.
De otra parte, en una ciudad que vive bajo el miedo inoculado por las expresiones de la ultraderecha y donde su ciudadanía adoptó una postura sigilosa, porque la sociedad barranqueña no hace mucho era abierta a la posibilidad del diálogo, pero en la actualidad prefiere guardar silencio y se sienta a ver Teleantioquia. Así como le sucede a la sociedad, igual podría presentarse en un evento expositivo; por eso la curaduría se abre a la mediación para acercar a la gente al arte.
En este sentido, durante el evento de la AFB encontramos caballetes de pintura que servían de soporte a fotografías impresas en papel para interiores y algunas imágenes expuestas al sol; esto produce un alto deterioro cuando la impresión no está pensada para exteriores, lo cual refleja la falta de cuidado por parte de los organizadores de la muestra. Además, el diseño precario de la exposición consistía en formar con las imágenes el número 102.
En relación a esto, las imágenes estaban dispuestas de manera que no había diálogo entre ellas las fotografías y la muestra carecía de un guión curatorial. Tampoco contaba con un dispositivo museográfico para el escaso público que tuvo la oportunidad de observarla, ya que no fue pensada para atraer a nuevos espectadores ni formar público, lo cual es un objetivo fundamental en un entorno expositivo. Por esta razón, no se contempló la guíanza para los visitantes.
Todo este conjunto de desafortunadas falencias, nos lleva a señalar que la ciudad perdió otra posibilidad de estar en escena y malgastaron los recursos destinados a este evento.
¿Qué vimos?
Cuando una institución pública promueve, patrocina y propicia eventos culturales, le da cierta legitimidad a las expresiones que pone en escena y al hacerlo promueve en sus comunidades esas mismas percepciones o relatividades perceptuales, formas de ver, entender y relacionarse con el mundo, lo cual no es un hecho menor; por ejemplo, al patrocinar eventos como el reguetón o el vallenato, lo que está promoviendo y difundiendo no es solo su limitada estética musical, sino también su precaria ética.
Si analizamos lo axiológico del vallenato podemos encontrar en sus relatos musicales algunos prominentes rasgos, de eso que llaman folclor y que en algún momento lejano fue para convertirse desde finales de los años 80 en parte de la industria del entretenimiento muy cercana a la ideología narco paramilitar; en esta perspectiva, sus narraciones son unidireccionales en su concepción del mundo, con una visión patriarcal, clientelar y la suntuosa puestas en escena de la obscenidad del atrabiliario, que es refleja la transformación de la metáfora en este popular ritmo y que bien podríamos discutir ampliamente en otra oportunidad.
De tal forma que, al aproximarnos a la "Gran Exposición de Arte Visual", como aparece en la invitación, y que tenía entendido era un concurso, tenemos que partir por definir qué es arte. Para ello, les propongo la definición de Kant, quien lo señaló como la manifestación sensible de una idea. Si no quedamos con este categórico concepto, tendríamos que preguntarnos también por la teleología del acto fotográfico, el porqué o cuál es el propósito de la imagen, al mismo tiempo que nos preguntamos ¿Cuál es el punctum?, como lo indicaría Roland Barthes.
Pero también, por la resolución técnica, es decir, en los aspectos formales; hay que recordar que la fotografía es un punto de vista del mundo mediado por un artificio tecnológico: la cámara, como lo enfatiza Román Gubern Garriga-Nogués.
Frente a todo esto, hay que señalar un hecho muy desafortunado frente a la inversión de los recursos públicos y es que produjo un bajo impacto social, porque solo a la Corporación Centro Cultural del Oriente, el operador de las “Fiestas del Sol”, se le ocurre montar una exposición por solo ocho(8) horas.
Este es un abyecto e irrespetuoso gesto, no solo maltrata a sus participantes, los creadores barranqueños, sino a la ciudad, porque privó a muchos de nuestros ciudadanos de conocer el trabajo desarrollado por la Asociación de Fotógrafos y que revela cierta codicia frente al manejo del jugoso y muy criticado contrato, que al parecer solo favorecerá a quienes no viven ni invierten en la ciudad.
Pero para acabar de rematar, como si se tratara de todo menos de un evento expositivo, la muestra contó con un pésimo acompañante: un locutor repentista, preparado para animar las fiestas de barrio o, si acaso, cualquier evento de los que diariamente ocurren en las puertas de los escandalosos almacenes del sector comercial; además, una amplia tarima que nunca prestó ningún tipo de servicio más que albergar a un muy obtuso administrador musical que solo concibe como música el reguetón.
Para decirlo con absoluto respeto, pero de manera puntual, solo a la Corporación Centro Cultural del Oriente y a la Secretaría de Cultura de Barrancabermeja se les ocurre un evento expositivo como una desordenada e inconexa fanfarria; además, arrítmica con la muestra y una muy destemplada secuencia de hechos, que nunca hicieron parte de la exposición, pero sí justifica su presupuesto a la hora de presentar el presupuesto de la tercerización.
Otro hecho significativo es eso de "artes visuales": la fotografía no es el acto de obturar la cámara o de "sacar fotos", sino de producir imágenes y eso va más allá del "instante decisivo" propuesto por el gran fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson.
Ahora bien, un atardecer para un artista barranqueño debería ser objeto de una profunda investigación y reflexión, no solo la representación de la alucinante implosión de luz producida por la puesta de sol; sin embargo, el concepto se redujo ostensiblemente y se disiparon todas sus posibilidades interpretativas; esto produjo imágenes pétreas y efectistas que se negaron o no se permitieron indagar por sus significados y sentidos.
Hecho que denota cierta derrota al repensarse en el paisaje, en una ciudad llena de sentidos. "Una fotografía del atardecer no es una captura de una hermosa puesta de sol o algo así. Cuando miro una fotografía, ¿debería poder ver lo que me dice? ¿Tiene una historia? Eso es todo. A partir de ahí parte la fotografía", señaló en su momento el gran fotógrafo de Estambul, Ara Güler, y quien sostenía: "Lo esencial es el amor. Todo depende de ello [...] Nunca puede haber una persona sin amor y una fotografía sin gente".
Entonces, ¿qué importa otra fotografía más a contraluz de las que muchos guardan en su dispositivo móvil cuando tienen la oportunidad de pasar por el puerto sobre las cinco de la tarde? ¿Dónde está su valor? ¿Acaso tener cualquier cámara réflex o una Mirrorless Digital Camera full frame garantiza que seamos artistas visuales? No, sacar fotos es muy diferente a producir imágenes; tampoco tener la mejor tecnología nos garantiza la posibilidad de ser artistas visuales.
También me pregunto por las historias que narraban esas imágenes y que nos quedaron debiendo; porque la fotografía en una sola imagen narra una o varias historias que podemos encontrar en sus diferentes capas y de eso carecían la totalidad de los trabajos expuestos y no me refiero a lo que se intentó decir sin lograr representarlo o medio se alcanzó a describir, cómo se lo escuchamos a los participantes del evento; porque hay que decirlo claramente: un fotógrafo que se vea corto a la hora de describir sus imágenes demuestra con exactitud qué fue lo que hizo: nada, porque carece de la pasión necesaria que se siente al abordar la realidad o construirla desde las artes visuales.
De otra parte, se supone que un fotógrafo debe tener tres condiciones básicas, aparte de la inherente mirada fotográfica: manejo de la cámara, profundo estudio de la luz y un poderoso conocimiento de la composición. Sin embargo, algunas de las imágenes expuestas tenían deficiencias en la resolución técnica a la hora del acto fotográfico (por ejemplo, el manejo del flash), muchas no tenían claros los aspectos compositivos (geometrías, ritmo, tensiones o equilibrios, etc.) y otras apelan a la luz plana, en contraposición de la búsqueda de texturas o atmósferas, lo que sugiere una precaria estética, para no hablar de la armonía del color.
Igualmente, encontramos en las imágenes sobre la fauna sin ningún tipo de relación, aquellas que las magnifican dentro de sus ecosistemas; otras, donde aparecía gente, apostaron por el "instante decisivo" sin lograrlo; en lo que respecta a la arquitectura se supone que debería mostrarse la poética de sus volúmenes y su interrelación con la ciudad, el transeúnte o el mobiliario urbano y donde se puede decir mucho, no solo mostrar edificios o parques, sino indagar por sus fricciones y contextos.
Por otro lado, también, hay que decirlo claramente, nuestra ciudad cuenta con expertos que se dedican a la fotografía social de carácter comercial y conocen muy bien su oficio y de eso sí deberíamos hacer una profunda investigación, porque en muchas de esas imágenes archivadas, se podría abordar un estudio de antropología visual de Barrancabermeja en sus diferentes momentos de su historia y eso tiene un valor que se está desaprovechando.
En esta ciudad, donde la gente le huye a la fotografía, porque siempre ha vivido bajo la cenagosa aprensión y la desconfianza prejuiciosa, es una sociedad que sospecha de todo, y donde una de las condiciones necesarias para sobrevivir en ella es hacer silencio y pasar de incógnito, frente a quienes de manera agresiva y violenta se lanzan contra la cámara y se niegan la posibilidad de asumir otros puntos de vista, como les sucede a los funcionarios de la alcaldía distrital.
Bajo estas circunstancias, los violentos siempre suponen que los ciudadanos con sus imágenes podrían ponerlos en evidencia y controvertir sus argumentos; por esta razón, la idea de ellos es mantener el permanente asedio y la censura, lo que ha hecho problemático y complejo hacer fotografía y se convirtió en un acto de la clandestinidad. Tristemente, la ciudad dejó de ser empática consigo misma, desechó rápidamente la otredad y adoptó el relato de la cultura “traqueta” del paisa. (Ver imagen).
Este peligroso mototaxita intento agredirnos; pero no ha sido el único, en un video que realizamos también apareció otro, mientras hacíamos un registró visual sobre la ciudad y street photografhy. |
No obstante, los hacedores de imágenes de la AFB tienen el reconocimiento social y han desarrollado cierta empatía con la gente, porque muchos de ellos, los hemos visto durante 40 años viviendo de su oficio en los bautizos, celebraciones y las semanas culturales de los colegios, como los conocí a muchos de ellos en el Seminario San Pedro Claver donde nos fotografiaban en algún evento.
Esta sería una ventaja a la hora de pensar en un trabajo de fotografía documental sobre la ciudad, que como todas, tiene sus sombras pero quizás no haya perdido sus esperanzas. En momentos en que Barrancabermeja se encuentra en medio de sus encrucijadas, donde no se vive "un nuevo capítulo" más de su historia, sino la continuidad del mismo pero con otros nombres y bajo el oprobio construido del negocio de la compra de votos, con la que se legitima su clase política.
Por eso, si generamos un proceso de formación sobre fotografía documental con ellos y varios laboratorios de creación, quizás la ciudad podría tener un potente trabajo para que se observe así misma y donde redescubra el aporte de la diversidad a la cultura y conformación de la ciudadanía barranqueña, frente a las hibridaciones culturales o por la presencia como las comunidades NARP (Negros, Afrodescendientes, Raizales y Palenqueros) o indígenas, ahora que está muy de moda “Sembrar la Duda”, cuando desde la institucionalidad, se pretende hacer ciertos acercamientos clínicamente estilizados a nuestra realidad para mantener las distancias sociales.
Mientras que la fotografía documental posibilitaría producir encuentros para mirarnos a nosotros mismos, eso sí sería una verdadera fiesta de la multiculturalidad para la memoria y la paz, que buscaría narrar nuevas historias o las que fueron desapercibidas. Entre otros temas que se podrían abordar y de los que nunca se han hablado, como el dolor que persiste y cómo representarlo, no en imágenes al estilo de la sensacionalista prensa nacional sino desde otras percepciones; además, sus resistencias, sus derrotas y sus miedos, pero también su humor.
De tal manera que, para finalizar, señor alcalde Jonathan Stivel Vásquez Gómez y Secretario de Cultura, Alexis Guerrero Sánchez, si se trata de promover las expresiones culturales y legitimarlas desde la institucionalidad, de apoyar a los productores culturales, y para no quedar en ridículo ante el país y el mundo, hay que conocer muy bien las implicaciones y los lenguajes de cada una de ellas, porque en el caso de las artes visuales no se trata de mostrar por mostrar, sino saber qué es lo que va a proteger o salvaguardar desde el ente territorial, con absoluto respeto y no montando exposiciones que no duran ni 24 horas; además, este esfuerzo, tanto para los gestores como en los recursos públicos, no tuvo ningún impacto ni generó procesos. Sin embargo, es muy loable apoyar a los 35 e históricos fotógrafos del sindicato de la AFB, pero en otra oportunidad le sugiero que lo haga a través de subsidios y no creando pobres espectáculos que les falta al respeto a la cultura y a los barranqueños.
Fotografías: @ArtistasZona, abril de 2024.