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martes, 8 de febrero de 2011

13 SALONES REGIONALES, “MI ÁNGEL O LAS MUTILACIONES DEL CUERPO”



Hace unos años en la esquina: el parque
Por. Victor Hugo

Los jubilados de la historia Los zapatos amputados 
El bus de madera 
El desierto Ribaluz La paredilla Integrada La expedición tempranera Nuestra iguana y Mutis en los rincones de la escuela 
El pito de siempre Ellas La bicicleta alcatraz del abuelo El pavimento derretido Los charcos adoloridos El insomnio de río 
La silla en la puerta El viento anclado Las tormentas 
La palabra inerte La consigna victoriosa Las bocas sedientas 
El tren que llega Los obreros que esperan La hora cero 
El miedo usurero La iglesia en venta Ezequiel y su biblioteca 
El sicario a la espera Don Gastón y Don Erario El puerto en quiebra 
La censura La última Fila en el teatro El agua en la reja 
La luz a ciegas La mesa tuerta La deuda en la tienda 
Las manos de tierra La protesta La noticia hambrienta 
Y tu voz, esa que no encuentro, 
mientras hoy te visito en este cementerio 

Cuerpo, paisaje y política

Había una vez bajo del ancho cielo, un pueblo de hombres que bajaron de la montañosa serranía al gran río y otros desembarcaron sus vidas en el puerto para anclarse en medio de la selva y extraer el negro aliento de la tierra, donde los últimos Yariguíes aún soñaban con su libertad. En ese tiempo, los blancos extranjeros nos impusieron su Dios para robarnos el alma y justificar su genocidio; su mirada exotista, sus oraciones esclavizantes y las palabras para destruir nuestra civilización.

Había una vez, bajo del infinito cielo del universo, donde todo era perfecto, el mejor de los pretextos para adueñarse de la vida, a nombre de la inconmensurable idea del progreso, esa razón suprema para que los hombres dejaran de ser cautivos de la libertad de sus dueños, ese fue el engaño de occidente: una cruz de palo y la confesión de los pecados que nunca fueron nuestros.

Había una vez, bajo del infinito cielo del universo, un niño como el límite donde comenzaba el firmamento, tanto así que su padre lo quiso ahorcar en el propio vientre de su madre. Aunque, ese esfuerzo fue vano y grande la fatiga que le produjo su desprecio, lo vio nacer el día del mejor sol de agosto.

–Te acuerdas padre. Tus manos en el cuello de mí madre y mi asma después.

Había una vez, bajo del infinito cielo del universo, un niño insoportable como el límite donde comenzaba firmamento, que se inventaba historias e imágenes sobre el techo de donde provenía la luz yerta; por aquel tiempo, era lo maravilloso de la vida, su mejor época, la que se escribe con la fantasía de los cuentos y el resplandor sobre los espejos.

–Te acuerdas como me viste crecer padre. Cuantas veces me colgaba de tu mano para que me alcanzaras una estrella… Cuantas veces me colgaba de tu mano para alcanzar la luna, para traer de vuelta… Te acuerdas padre… Cuantas veces tu mano me abandonó a la hora de las cometas, las que nunca alzaron vuelo porque siempre se me quedaron ancladas en la tierra bermeja, como los trompos que se rehusaban a darle vueltas a esos días del destierro. Era lo maravilloso de una vida tierna.

Había una vez, bajo del infinito cielo del universo, un niño como el límite donde comenzaba el firmamento, rodeado de las maravillosas fiestas donde nunca fue invitado. Por esos días, se vociferaba sobre los frutos de la ciencia, los aciertos de la inteligencia, la sensatez de la política para esconder la revuelta; además, a su puerta tocaba el Estatuto de Seguridad Nacional, la defensa del orden y el policía que dejaba sonar el odio en medio de la protesta; al tiempo, que la radio repetía incesantemente, la legítima necesidad con que ellos, se repartían las fronteras y hasta las sobre banderas las estrellas.

Había una vez, debajo del infinito cielo del universo, un niño como el límite donde comenzaba el firmamento, que entre risas y sustos fue a la escuela, él ábrete sésamo de la razón y piadoso iba a la iglesia.

–Te acuerdas que me enseñaron ir a la iglesia. Era el paseo de los domingos. Al frente quedaba el Parque. Tenía columpios, un carrusel mecánico, el machín machón, el resbaladero y Mi Ángel.

Había una vez, bajo del infinito cielo del universo, un niño como el límite donde comenzaba el firmamento donde todo no era perfecto.

-Te acuerdas que el parque desapareció... Donde estará… A dónde se lo llevaron, en qué cementerio enterraron nuestros sueños… Muéstrame su lápida… Quisiera saber donde esta para prenderle una vela y llevarle flores a este sueño muerto… Te acuerdas…

(-Para donde vamos -preguntó el niño debajo del infinito cielo del universo, al pie de la sepulcral voz. Su padre siempre prefirió su muerte antes que dar una respuesta, desde mucho antes que el niño naciera, ya tenía la condena de la razón y la mutilación del cuerpo.)

Sinopsis
“El tiempo, acecho inefable del paso de la luz que golpea contra el muro, la piel, esta mole de yeso y mi historia junto a tus pies: Mi Ángel”.

Abordar el tema del cuerpo -que deambula entre la naturaleza y el artificio (1)-, su mutilación, su presencia dentro de la historia política y la re-valorización del icono dentro de la fragmentación del paisaje urbano y la puesta en escena del patrimonio inmaterial de Barrancabermeja, su historia de sueños y traiciones e involucrar el horizonte simbólico de lo poético frente a la realidad, a partir de la producción de una imagen que también nos permita reflexionar sobre el arte y cultura.

(1) DORFLES, Gillo. "Naturaleza y Artificio". Editorial Lumen. Barcelona, 1972. Págs. 280.

Foto: Hugsh. "Mi Ángel o Las Mutilaciones del Cuerpo" (Parque Infantil de Barrancabermeja). Fotografía B/N. Díptico. 180x130 cms. 2009. Seleccionado al 13 Salón Regional de Artistas, Zona Oriente (2009).

jueves, 23 de julio de 2009

GOBERNADOR DE SANTANDER Y PATRIMONIO



Horacio Serpa, Patrimonio y otras realidades
Por. Victor Hugo

El pasado 20 de julio, con motivo del Concierto que organizó el Ministerio de Cultura, el Gobernador de Santander ofreció una rueda de prensa y tuvimos la oportunidad de preguntarle sobre temas culturales.

Patrimonio

El Antiguo Hospital San Rafael de Barrancabermeja, acaba de ser declarado por usted como bien de interés Cultural de carácter departamental, pero el establecimiento fue vendido por la anterior administración departamental. En Barrancabermeja existe toda una polémica porque dicen que frente a esta venta la alcaldía del puerto petrolero no puede hacer nada. ¿Estaría dispuesta la Gobernación de Santander a revisar los términos de ese negocio para deshacerlo?

Hace algunos años, nada menos que en el Plan de Ordenamiento Municipal de Barrancabermeja, se señaló que esa edificación es para los barranqueños patrimonio histórico. Aquí en Santander el Consejo Departamental de Patrimonio determinó que es un bien de extraordinaria connotación histórica y cultural, que fue lo que consagró la Gobernación de Santander en un Decreto. Eso no es una novedad en Colombia ni en Santander, ello corresponde a un sentimiento barranqueño y santandereano y, también, a un compromiso que todas y todos tenemos, lo que identifica lo que nos es más autentico. Yo tengo muchas razones para decir que lo hicimos bien, porque yo trabaje en esa edificación, conozco su historia. Yo viví muchísimos años a veinte, cincuenta pasos donde esta esa edificación, porque conozco cual es el sentimiento de nosotros los barranqueños hacia ese edificio y en una sociedad tan nueva, porque es que Barrancabermeja no tiene ni siquiera un siglo. Todo estos edificios y todas estas realidades son las que nos identifican ante la ciudad misma, ante el departamento y ante el país; de manera que, la Gobernación asume todas las responsabilidades que tengan que ver con la decisión que tomo y, desde luego, está muy dispuesta a ver de qué manera, ya declarado este patrimonio histórico y cultural, los barranqueños asumimos esta responsabilidad de mantenerlo y consérvalo para las futuras generaciones

Sobre el concepto de independencia

¿En medio del contexto latinoamericano, internacional y la coyuntura del país, para usted que significa la independencia?

La independencia fue una oportunidad que se buscó para darle autenticidad a lo criollo, que se ofreció en singularidades muy específicas, por ejemplo en el año de 1809 en Chuquisaca, en Bolivia, fue donde se hizo el primer grito de independencia, alrededor de unos objetivos que iban dirigidos a una plena autonomía. En algunas otras partes, como se hizo aquí, se reclamaba, en el denominado Memorial de Agravios de Camilo Torres, que se le diera juego a la clase criolla, respetando al monarca Fernando VII, que había sido depuesto por Pepe Botellas, el hermano de Napoleón. Ya después, se dijo no más España, nosotros somos capaces y eso es lo que significa una lucha por ser auténticos, por defender lo propio, lo que significa, no estar monitoreados por otro continente en lo político en lo social. Bueno, han pasado 200 años, algúno de ustedes me preguntaba si somos realmente independientes, ahora es muy difícil ser realmente independientes, pero si nosotros tomamos juicios, si nosotros respetamos la Constitución, si nosotros nos perfilamos como unos auténticos demócratas, por supuesto que vamos a tener más autenticidad, más democracia y más autonomía, como lo quisieron hace más de 200 años.

13 Salón Regional de Artistas, Zona Oriente

¿Va a participar la Gobernación de Santander en el 13 Salón Regional de Artistas, Zona Oriente?

Si… Claro por supuesto…

Otras realidades

La última pregunta se la hice antes de alejarse en medio de la parafernalia de guardaespaldas, vigilantes, protocolos y los transformes del Ministerios de Cultura que nos impidieron el paso y la verdad.

Su respuesta no fue puntual sino construida con palabras perfiladas, de un recurrente y lacónico ausente, porque en la realidad aún no se concreta la participación de la Gobernación de Santander en el 13 Salón Regional de Artistas, Zona Oriente, menos hoy que el Secretario de Desarrollo, Dr. Héctor Josué Quintero Jaimes, a quien le corresponde el tema, ha manifestado que ya no hay recursos para la inversión, el fomento y la promoción cultural, en un periodo eminentemente electoral, como el que se nos avecina.

Ahora, pienso que su respuesta fue la simple construcción de un discurso mediático y de posicionamiento de marca, con el que se juega en una rueda de prensa; es decir, los periodista siempre esperamos las respuestas que nacen cerradas desde la afirmación del comunicador y telegrafían los protagonista, “chiva”, con tal de tener la última palabra que reconstruye la noción de actualidad. Esta es la estrategia de la clase política en la plaza pública, donde el discurso aguanta de todo y nunca soporta la verdad.

Amanecerá y veremos, Serpa le acostumbraba a decir a la prensa nacional: -Como decía mi abuelita. Por encima de ello recuerdo que en Barrancabermeja, nunca mí Mamá Inés me dijo que esperara a que amaneciera, porque jamás la noche era el despuntar del día, sino el grito incesante del pito de la refinería, que acosaba los primeros rayos de la realidad y la marcha de los que se negaron a ser esclavos de los intereses de las multinacionales petroleras norteamericanas, que enajenaban la conciencia de los que tomaban las decisiones del país.

Sin embargo, la conciencia, la misma que movió a Einstein cuando se detuvo a comprender en el significado del tiempo y el espacio, mientras que en estas tierras nunca dejaron trasnochar el amor que se cernía sobre las sabanas del río taciturno y se nos impuso en el sonido desgarrador de la 4:15 de la madrugada, esas era nuestra única verdad, frente a los gendarmes que torturaban a los barranqueños por defender los recursos naturales; no obstante, mis vecinos daban la vida para que, entre otras cosas, algún día llegara el agua a nuestras casas. Eso decían mis mayores en la Plaza de Mercado donde la consonante era siempre desafiar el Estado de Sitio, a Pastrana, López, Turbay, Betancourt y a la vieja Constitución de 1886, porque de alguna forma había que recobrar la dignidad, al tiempo que escuchaban en la emisora el noticiero de Serpa y su editorial: Barrancabermeja en Marcha. Pero siempre fue otra ciudad la que dejo de ser una simple marcha para retar la realidad.

Quizás, prefiero quedarme sólo a mentir frente a la historia preconstruida en la intención. Por eso, nunca amaneceré frente al discurso mediático y la desoladora sombra de un pronunciamiento político con la noción escocesa de belleza: glamour, y la cortesía de la democracia. Y, es que la realidad no está construida de simples cortesías ni de la conspiración de la palabra barroca ni bien dicha, ni siquiera de los manteles y medallas, purificadas por el incienso del poder y la misa de los dolores. En verdad, me declaro laicista y lejos de la acomodación del teatro, donde siempre me veré morir sin las insignias de mi grado de ciudadano que se derriten entre lo superfluo y la congestión del cajero(1).

(1) Referencia a Néstor García Cancliní y su texto Ciudadanos y Consumidores.

Fotografías: ©Hugsh, 2009, Serpa y su fracaso cultural en Santander.